Emoción

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No dormí nada esa noche, el cuarto verde tiene como su nombre dice paredes verdes, no daña la vista pero no es mi preferido, no hay muchas cosas pero es perfecto para un instrumento musical; no se escucha el ruido de afuera.

El clima hoy es frío, por lo que tomé cosas que no son mías pero sirven, se ven algo grandes en mi, mi estatura y apariencia no siempre ayuda.

Al salir de mi casa pase mi mirada a la puerta de donde vive el de bonitos ojos, no hay ningún movimiento ¿No va a la escuela a la misma hora que yo? También pudo haber salido más temprano.

Me acerque y ví un carro que no había visto antes, bastante viejo.

-¿Vas a ir al concierto? - me preguntó kiboy estando en su mesa.

-Claro, espero que está vez a Rantaro no le de la pálida - recargue mis brazos en la mesa, no tocan demasiado bien pero es un buen ambiente.

-Estaba hablando con Amami y me dijo que reservaria un lugar para mí y si te llevo entonces será igual para ti.

Ups, se ve que kiboy realmente quiere ir conmigo.

-Eso estaría bien pero...-

-No me pongas peros, yo voy a ir a tu casa y te voy a llevar quieras o no - sonrió con orgullo, espero que Shuichi no le moleste el loco de los robots.

-¿Puedo llevar a alguien más?

-No creo que Rantaro quiera invitar a alguien más-
me dijo y sabía que era verdad, recordé la nota que vi en mi cuaderno, era de él, un alto chico de ojos verdes que tiene mala fama de mujeriego pero simplemente tiene tantas hermanas que a veces se le dificulta hablar con chicos, no es reservado pero se incomoda fácilmente porque sus conversaciones en muchas ocadiones no encaja.

-¿A quién tenías pensado invitar?-
El aficionado a los robots estaba escribiendo el titulo, llevaba bastante tiempo haciéndolo, me daban ganas de hacerle un rayón para ver como se enojaría.

- "queti" - que te importa

Ignoro lo último que dije-también puedes no ir, diré que paso algo y no pudistem

- estaría bien, pero sabes cómo es Rantaro- un sensible que me estaria chingando que no fui y soy mal amigo.

-haz lo que quieras, de todas formas te irá mal en cualquier decisión que tomes- llore porque tiene razón.

Unas clases después lltgo de quien hablábamos, un peli verde que resaltaba donde lo vieras, querido y conocido por la mayoría.

-¡Amaranto!- sabía que le molestaba que dijera mal su nombre.

-Hola enano- recargo su brazo en mi cabeza -¿Cómo te va pequeño Kremlin?

-Bastante bien, "Amarillo".

-Oye, ya aparte los lugares para ustedes, así que aunque lleguen tarde pueden saltarse la fila.

Tanta insistencia por una cosa me hace sentirme mal, me daba hasta asco, no me di cuenta que el más grande estaba esperando una respuesta.

Tada!... Siempre te emocionan estas cosas ¿Shora por qué no?, usualmente me hubieras respondido "por supuesto, merezco los mejores lugares".

-Es que ya encontró a un nuevo mejor amigo- dijo Kiboy que en un principio permanecía callado y mustio. Haciendo su aparición dramática recalcando las últimas palabras.

-¿Y qué con eso?- a veces el peliverde era demasiado tranquilo que no le importaba tanto.

-Que no quiero que Kiboy haga mal tercio- respondí a su pregunta y vi la cara ofendida del nombrado: le daría el lugar a alguien que no es él.

Estrellas Doradas [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora