"futigivos"

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Hola les doy un aviso rápido.

Estos signos: [] son para las partes que tienen líneas temporales en el pasado, tales como flashbacks y recuerdos.
Gracias♡.
***

Me quedé viendo sus ojos, que aunque por obviedad no eran normales, no dejaban de ser bonitos, y aún más con esa sonrisa boba.

-Escuche una canción que me pareció bonita y recuerdo el nombre.

Me sorprendí y saque mi teléfono, estoy al lado de mi casa, tengo internet -¿Qué canción? la voy a buscar- lo mire esperando respuesta y ví sus dedos moverse siguiendo un compás, recordando la melodía.

No necesite teclear el nombre completo porque fue el primero en aparecer, es conocida.

En cuanto empezó sonrió satisfecho de escuchar los primeros compases de la melodía, al principio no le tome forma a la canción.

Pero era tan relajada, tan perfecta que entendí porque le gustó, y me di cuenta que ya la había escuchado, quizás la misma letra pero no la misma melodía.

-¿Cuál...enfermedad es la que tienes?- trate de sonar lo más normal posible pero supongo que aún así es una pregunta un tanto personal, Shuichi bajo un poco más su gorra para ocultar sus ojos, como reflejo o acto nervioso, pero era tarde; ya los había visto.

-Se llama aniriadis y es la ausencia de iris, es por eso que son raros - era algo que le molestaba y aún así lo dijo con un tono normal e incluso cómico, restándole importancia.

-No raros, llamativos - le corregí, después le quité la gorra de la cabeza y me la puse, me queda grande.

El azabache sonrió entendiendo mis motivos -Gracias - quería animarlo.
-Cuéntame algo ¿Paso algo interesante hoy?.

Me estire recargandome en él, aplastando un poco su cuerpo contra el mío y el umbral de la puerta pero no se quejo en ningún momento, el perfume de roble se esparció a mi alrededor como si recién se hubiera puesto y empecé a jugar con las mangas de su saco con la intención de pasar sus manos a mis costados.
Sonreí satisfecho por estar tan cerca en un torpe intento de abrazo que el azabache completo al acercarme un poco a él, con un leve apretón en el cual sentí su calor.

Es interesante el hecho de que aún siento el cosquilleo de nervios recorrer mi pecho, pero quisiera tener esa sensación siempre, creo que ya es muy tarde para no dejarse llevar, ya no me queda más que aceptar que el alto chico en verdad me gusta.

-puff, pues ahora tengo un imbecil de hermano que se quedo la noche de ayer, ¡Ocupo mi recámara! Tendré que desinfectarla...puaj-

-¿Te llevas muy mal con él?- se sorprendió y burló porque no había dicho algo que me molestara hasta ahora.

-Horrible, ni siquiera quiero verlo, lo único bueno es que él tiene que hacer las compras por ser mayor, no le digas nunca que te dije esto ¿kapishe?- hice el mismo tono que el padrino.

-No lo haré- se acomodo de manera que quede recostado, permitiéndome ver su mandíbula.

-Te meteras con la mafia si lo haces ¿Entiendes, hijo?

-Quizás deba decirle.

-ey ey, ¿Qué te pasa? No me contradigas.

-Sí tu eres la mafia no tengo ningún problema- dijo y me causó gracia cada palabra de esa frase, más que nada por el doble sentido.

-Intentalo, verás como nos divertimos- hizo un ligero gesto alzando las cejas, como si lo dudará o hubiera dicho "no esperaba esa respuesta".

-Una vez me contaste sobre ¿e...bay?

Estrellas Doradas [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora