Heaven [ Harry Styles]

38. Nunca vuelvas atentar contra tu vida

¡Capitulo dedicado a todas y cada una de ustedes!

Dos meses después...

Me sentía tan asolada, tan perdida, ni siquiera había un solo sonido, ni siquiera de las ratas que pudiesen andar por el edificio. He tratado de retener las lágrimas una vez más, como todos los días, como todas las semanas durante dos meses.

Deseaba con todas mis fuerzas consumirme en un intento, y me decepcionaba no poder lograrlo.

He vivido durante este tiempo con la esperanza de que Harry me devuelva las llamadas o los mensajes. He perdido la cuenta de cuantas veces lo he intentado. La última vez que estuve en su casa me saco prácticamente a las patadas con gritos y desprecios. Nunca pude haber experimentado el dolor más fuerte que aquella vez.

La última vez que estuve en mi casa fue para cerrar el contrato con los compradores y fue hace un mes, no soportaba la idea de vivir allí sola, con el recuerdo de mi padre asechándome como llamas.

El teléfono ya no suena y si lo hace es Sam, para preguntarme como estoy y para mentirle que estoy bien. Desde que comenzaron las inscripciones ella fue aceptada en la universidad de Orlando y ahora mismo está ejerciendo una carrera universitaria

He estado viviendo en la habitación de un hotel mientras se cumplen los días para poder sacar dinero de la cuenta de mi padre y poder pagar un apartamento. Hoper ha pagado absolutamente todo y viene diariamente a ver como estoy.

Mi estómago da un vuelvo y una sensación de vértigo se apodera de él instantáneamente, cierro los ojos de súbito y los presiono con fuerza porque vuelven los recuerdos, vuelve la sangre en mis manos, vuelve Marcos Russo hacer presencia en mis pensamientos torturándome día a día.

— ¡DEJAME EN PAZ! —Grito al aire, porque se perfectamente que esto no es real, tal como el me lo ha enseñado, es solo mi mente—. ¡DEJAME SOLA, POR FAVOR!

Corro hacia la mesa de noche y mis manos tiemblan mientras remuevo entre las cajas por pastillas para los nervios pero están vacías ¡Todas están vacías! Me tiro sobre la cama de golpe y las lágrimas queman mis entrañas.

En ese momento quería olvidar como respirar, quería olvidar de todo lo que me rodeara así no fuese nada.

Estaba muerta en vida.

Estaba destruida.

Estaba sola.

Era consciente de lo poco que valía mi vida ahora mismo, era consciente de que no era nada si él no estaba a mi lado. Nada tenía significado si él no estaba conmigo.

Harry

Su nombre retumbaba en mi cabeza como si se tratase de alguien quien me lo estuviera susurrando una y otra vez. Me obligue a cerrar los ojos y su imagen comenzó a dibujarse entre la bruma de mi sueño.

...

Abro mis ojos perezosamente y estos ardían por las lágrimas derramadas antes de quedarme dormida. Lo hago cada día con la esperanza que el dolor pare pero casi me resigno.

Arrastro mis pies descalzos por la habitación y me mantengo apoyada de la pared porque no puedo mantenerme por mi misma, la falta de alimento en mi cuerpo está comenzando hacer efecto y me adentro al baño, me quedo de pie en frente del lavabo y el reflejo de la persona en el espejo es borroso.

Tomo un respiro y quiero para el dolor que se ha vuelto a instalar en mis entrañas.

¡Quiero que el dolor pare!

Y me abalanzo sobre el espejo y mi cuerpo estrella contra el haciendo que las pequeñas piezas de cristales se dispersen por el suelo y algunas de ellas se clavan en mi piel. Mi cuerpo cae sobre el piso y no siento, no siento dolor.