40. EPILOGO

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Moscú, Rusia.

Punto de vista de Anna.

Guardamos silencio entre nosotros por un buen rato, casi flotábamos en el agua, casi estábamos soñando el uno con el otro. Lo único que alcanzaba a escucharse en el lago era el cantar de los pajaritos y las risas de los chicos junto a la parrilla.

La casa y el lugar donde deberíamos vivir lo escogí yo. Bastante amplia ¡Y TENIA UN LAGO Y UN BOSQUE! ¿No es increíble? Por supuesto que les costó una fortuna, pero nada que ellos no pudiesen pagar.

—Entonces. ¿Marruecos o Inglaterra? —Pregunto y entrelazo sus dedos con los míos por debajo del agua.

—Roma. —Respondí casi inmediato después de su pregunta.

Harry había decidido que después que cumpliera su deber con la mafia, él y yo nos iríamos algún lugar del mundo para ver nacer a nuestra hijo. ¡SI! Es un niño. Su formación ha sido saludable y fuerte.

—Que sea Roma entonces.

Tiro de mi cuerpo hacia el de él y sus manos flotando por el agua las bajo por mi espalda hasta dejarlas caer sobre mis nalgas y levantarme, envolviendo mis piernas a su alrededor.

Una curva de besos por mi mandíbula bajó hasta mi cuello, haciendo que mi cabeza se echara hacia atrás por inercia dándole la oportunidad de que besara cada centímetro.

— ¿De casualidad no quieres tener una niña? —Pregunto succionado la piel de mi cuello.

—Sí. —Respondí con una amplia sonrisa seducida con el deseo.

—Entonces hagamosla.

Tiro de mi cabello suavemente hacia atrás y en ese momento penetro dentro de mí, la sorpresa fue tan rápida que un gemido broto de mi garganta al sentir el flujo de agua caliente que acompaño su entrada.

Un suave suspiro de placer sentí en mi cuello y pude ver como él sonreía placentero.

—Amo cuando haces ese sonido tan excitante —Susurro extasiado.

Me sujeto más cerca y mi frente cayo a su hombro mientras situaba sus manos en mis caderas y hacia un movimiento lento.

— ¿Te gusta así o así? —Pregunto moviéndose más rápido dentro de mí.

—Mejor así. —Me comencé a mover conforme él lo hacía.

Ambos éramos dos en uno y en la manera en como nuestros cuerpos se identificaban era sorprendente. Quería una eternidad así, en sus brazos.

—Oh Dios, chicos. ¿Por qué siempre me hacen eso?

La voz de Dean nos sorprendió e hizo que nuestros cuerpos se separaran rápidamente con una risa reprimida.

No era la primera vez que Dean nos encontraba en una escena como esta, y es que vivir con tantos hombres en una misma casa no podría esperar otra cosa.

—La parrilla está listo. —Dijo tapándose los ojos y dándonos la espalda—. Y por lo que más quieran, lávense las manos.

Harry y yo soltamos una carcajada mientras salíamos del agua y nos reuníamos con el resto. El olor exquisito que entraba por mis fosas nasales era insuperable a cualquier parrilla en todo el mundo.

—Huele fantástico. —Dije acercándome a la mesa ya lista y tomando asiento junto a Hoper y Harry como siempre.

— ¿A quién le toca? —Pregunta Gary sonando los cubiertos y todos miraron a Hoper.

—Bien. Siempre me joden con eso —Y es que cada día a alguien diferente le toca bendecir la mesa

Todos nos tomamos de las manos y Hoper me guiña un ojo antes de cerrarlos y hablar:

—Señor, bendice todos los días los alimentos que vayamos a ingerir, bendice esta mesa y te damos las gracias por permitirnos permanecer en familia, te damos las gracias por cada decisión que hemos tomado, aunque no hayan sido las mejores eso es lo que nos hace ser lo que somos, bendice a estas personas que lo son todo para mí, bendice a nuestros autos, ellos son muy importantes también y bendice nuestras cuentas bancarias, danos la oportunidad de recordar aquellos seres amados que perdimos, bendice al futuro mafioso que crece dentro del vientre de Anna, y...

—Bendice a Hoper señor, por formar esta familia. —Termine diciendo por él.

—Amen. —Todos respondieron al unísono.

El celular de Hoper suena y puedo ver como desliza el dedo por la pantalla de bloqueo antes de contestar.

La expresión en su rostro es confusa y su ceño se frunce. Algo tiene que andar yendo mal para que dejara el pan sobre la mesa y se pusiera de pie.

— ¿Problemas? —Pregunto Harry rápidamente.

Hoper asintió con una sonrisa maliciosa antes de decir:

—Se han acabado las vacaciones compañeros, levanten sus culos de esa mesa porque hemos vuelto a la mafia.

Todos nos pusimos de pie.

Heaven [ Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora