5.

2.8K 276 76
                                    

Nuevo.

—Espera, suponiendo que eres nuevo podrías perderte en la jungla de salones —Tony se levantó de su silla, acomodó su saco y se dirigió a la salida—. Vamos.

Peter seguía nervioso, y de inmediato al escuchar la última palabra de Tony se levantó y le siguió como un perrito a su dueño.

Caminaron hasta donde sea que el señor Stark lo llevaba, Peter solo era expectante del raro y descuidado lugar, y de lo disciplinados que eran los jóvenes al notar la presencia del señor Stark, era muy curioso ver como los mismos les miraban confusos y quizá un poco burlones, mientras que Peter le sonreía de la mejor manera que podía.

—Es aquí —puntualizó el señor Stark.

Peter solamente volteó su vista a aquel salón, lleno de personas poniéndole suma atención a lo que el hombre rubio les hablaba.
Con la sola presencia del director Stark en la entrada fue suficiente para que el rubio lo notase y se volviera a él deteniendo así su clase y ver qué sucedía.

—Tony —saludó éste con un típico saludo de manos— ¿A que se debe tu visita? —preguntó cruzándose de brazos.

—Pues un joven nuevo —el señor Stark volteó a ver a Peter con una mueca de desagrado.

—Soy Peter Parker —apresuró el joven.

—Y yo Steve Rogers —dijo con una sonrisa amable—. Puedes llamarme Steve, Peter.

—En fin, él es tu profesor, pasa— dijo el señor Stark, Peter asintió y se adentró en el salón.

¡Maldita sea!, para desgracia de Peter el hombre que previamente le había hecho tragar agua de excusado estaba en su salón, y con la mirada más diabólica que pudo haber visto esbozada en su rostro. Vaya joya de día.
Estaba empezando arrepentirse fuertemente, al menos en las otras instituciones no sufría de bullying. De seguro ahora iba a sufrirlo.

Echó una ojeada rápida a los jóvenes que se encontraban en los asientos, pudo notar bastantes personas que desde su punto de vista parecían amigables, los blancos en la misión de hacer amigos. Así como también con un rápido análisis percibió varias personas a las qué jamás iba a acercarse, ahí estaba incluido el hombre que le hundió la cabeza en el excusado. Para empezar ni siquiera debía acercarse a él, y tomando en cuenta que estaba en los últimos asientos tomó el que estaba vacio casi por el medio.

Una vez el rubio entró en una nueva ocasión y presentó a Peter continuó con la clase.

La clase de historia estuvo cotidianamente aburrida. El rubio parecía alguien que se le facilitaba hablar y enseñar, y aunque todo lo que el profesor Rogers enseñó Peter ya lo sabía, admitió que no estuvo tan mal.

La clase parecía ir de maravilla, hasta que el timbre sonó haciendo así saber que era la hora de comer y tomarse un descanso.
Todos salieron rápidamente mientras que el profesor Rogers se despedía de los mismos. Peter estaba por levantarse cuando sintió un golpe en su espalda, que le había impedido hacer la labor de ponerse de pie, y el causante de tal acción fue ni más ni menos que el mismo hombre del baño.

—¿Que te pasa? —preguntó Peter, buscando el porqué de sus abusos récord.

—Perdón, tropecé —se excusó el hombre con una sonrisa burlona.

El Director Stark. (Starker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora