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Tony Stark.

Obstinado, aburrido, monótono e incluso poco divertido, así era Tony Stark el mayor tiempo de su vida.

Su vida –al igual que la de Peter y cualquier otra persona– tampoco ha sido un paseo entre rosas. Ya qué a su corta etapa como adulto su madre y su padre sufrieron un horrible accidente automovilístico en donde ambos perdieron la vida, dejando así a un Tony huérfano; para después enterarse qué no había sido un accidente sino un ataque más que planeado, luchó contra viento y marea para que el malnacido que asesinó a sus padres estuviese tras las rejas hasta que lo logró. Pero, eso no sirvió de mucho.

¿Qué le impulsó a ser director de un colegio?
No tiene idea cómo terminó ahí, pero si teorías: quizá fue por el hecho de dar órdenes y que las acatarán lo que le impulsó mayormente aunque también el trabajo no era tan malo, los jóvenes no le caían bien así que por eso eligió ser él quien les diese las órdenes, ya que como profesor de seguro ya hubiese puesto un arma en su cabeza y hubiese esparcido sus sesos por todo el salón. No negaba que ser el encargado de todo era difícil pero también tenía sus altos.

Debido a sus continuas dificultades con la bebida ha tratado de encontrar pasatiempos para que éstos le ayudasen a no recaer y consumir más de lo que su cuerpo pudiese soportar como varias veces le ha ocurrido, ¿manejar barcos a control remoto en su piscina era un pasatiempo? Porque eso era para él y aunque él mismo se engañaba asegurando que funcionaba era más que obvio que no. Pero, tampoco podía negar que controlar un barco no estaba tan mal, no ayudaba, pero si era un poco divertido.

Su vida podía definirse en dos palabras sin problemas: Soledad y frustración.
Añadiría monotonía, pero eso también sería monótono.

¿Por qué vivía solo? En todo el tiempo que llevaba respirando jamás, jamás había sentido aquello que los locos le llaman "amor" hasta llegó a pensar que era algún invento de la gente; como santa claus o el ratón de los dientes; ya qué nunca lo ha sentido a excepción de una vez pero eso no es algo que quiera recordar. Y vaya que se ha relacionado con suficientes mujeres como para no tener una cuenta exacta. Toda mujer que le atraía y le excitaba terminaba en su cama, pero nunca sintió algo más que deseo sexual –porque deseo carnal y amor eran cosas demasiado diferentes– así que después de obtener lo que su cuerpo necesitase las olvidaba y las buscaba quizá cuando su cuerpo necesitase en una nueva ocasión esa sensación y la liberación que solo el sexo podía brindarle.

Más de una mujer le confesó que se había "enamorado" de él.
¡Por favor! El maldito amor no existía para él, así que luego de sacarlas de su vida, buscó más mujeres para poder remplazar a las locas enamoradas. Y la labor de encontrar candidatas para tener encuentros sexuales no era tan difícil para él, ya que su aspecto era demasiado hermoso para las mujeres; incluso hasta para uno que otro hombre...

Pero, un director de institución no podía tener esa fama, así que quedarse con una era más que suficiente, Pepper Potts era el nombre de la afortunada mujer, la que tenía las noches de deseo de Stark, y a pesar de estar casada, le pareció justo buscarse solamente para asuntos meramente sexuales.

Quizá, su día mejoraba una pizca cuando liberaba la tensión que el día ocupado le brindaba, en un merecido y placentero orgasmo que le hacía volar por las nubes por algunos minutos. Esa, era la mejor parte de su día. Todo lo demás era tan rutinario, tan... normal.
Pero, a pesar de no creer en amores, o en cursilerías, sentía algo, un presentimiento: cómo una corazonada de que algo estaba destinado para él y aunque muchas veces se gritó estúpido a si mismo; quizá si lo quería. 

Muchas veces su pasatiempo no ayudaba en nada, ya qué cuando llegaba la fecha en la que sus padres habían muerto se ponía más ebrio que nunca y lloraba hasta que se quedaba seco de lágrimas, quizá era patético, pero para él el dolor seguía más vigente que nunca, como si fuese una herida que constantemente se está abriendo y en esos días se abría más qué nunca.

Todo eso, era lo que alguien serio y correcto ocultaba; sus adicciones, sus dolores y sus secretos, todo eso era lo que el traje caro y los lentes elegantes escondían, nadie podía saber sus secretos, nadie era lo suficientemente importante como para saber tanto de él, jamás le había hablado a alguien de su pasado, de sus secretos y de sus padres, aunque también ¿a quién iba a importarle la vida de un ser humano insignificante?

A pesar de todo, la vida no se detenía, y debía además de controlar su estúpida e insignificante vida, al igual qué su irremplazable institución.

Así que después de la recaída al alcohol del otro día que no se presentó, ahí estaba otra vez; luego de beber el horrible café del lugar y teniendo aún el sabor desagradable en su boca. Estaba en el baño junto al niño rico que había llegado a su institución.

—Un gusto, disculpe yo no sabia que era usted, luce diferente a cómo lo imaginé —Peter seguía estrechando la mano del mayor, quién no entendía porque tantos movimientos de manos. Peter debía callarse, estaba hablado de más otra vez.

—¿A qué se refiere con eso? —investigó Stark frunciendo el ceño serio.

—Es más joven, normalmente siempre son viejos y aburridos... —¡ya cállate Peter! Gracias subconsciente de Peter.

Peter esperaba por lo menos una sonrisa del mayor, al haberle dicho joven, pero eso no sucedió, el hombre solo volteó para marcharse del lugar.

—Acompañeme —ordenó Tony con voz autoritaria.

—Claro —Peter estaba nervioso, y sumandole estaba enfrente de su directo, era mucho peor, ¿por qué estaba nervioso?

Tony salió del baño y detrás de él iba Peter –aún mojado–, éste lo siguió para poder al fin ingresar a su salón.

Peter quería ser más sociable, quizá hasta más cercano al director Stark, ya que hacerse amigo de alguien tan poderoso parecia buena idea, pero viendo a Tony más a detalle, parecía alguien a quien no debía acercarse. Así qué guardó silencio y se dispuso a entrar a la no tan grande oficina donde previamente le habían recibido. Tony ya se encontraba postrado en su silla, con los codos apoyados en el escritorio caoba, con las manos juntas y dedos entrelazados entre sí.

—Entonces Peter Parker, ¿por qué has escogido este establecimiento, y no alguno mejor? —preguntó Tony reemplazando su posición anterior, ahora cruzado de brazos y tratando de que con su mirada Peter soltase la verdad.

¿Qué podía decirle? ¿La verdad? Claro que no.
Piensa Peter, piensa.

—Me gustan los nuevos lugares, nuevos horizontes, nuevas personas...

—Bien —no tenía suficiente tiempo y paciencia para cantaletas baratas, luego investigaría detenidamente—, cómo ya le habrán dicho, solamente tendrá que ponerse al tanto de las ultimas clases y trate de no dar problemas...

Dar problemas era lo ultimo que quería y tenia pensado hacer.

Una vez Tony le indicó dónde estaba su salón se levantó de la silla.

—Gracias, señor Stark... —dijo Peter antes de marcharse rápidamente.

A pesar de la apariencia de gruñón que el señor Stark tenía, también tenía algo, como si Peter hubiese notado algo más y no sabía que era... pero quizá era una completa tontería de parte de Peter, cómo casi todo lo que cree.

El Director Stark. (Starker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora