Castigada~🦋

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Matías Vance:

Me desperté temprano para firmar algunos papeles y de paso mandar a preparar el desayuno.

Pasa por el pasillo de mi habitación, en la cual en el momento estaba mi mate, esperaba que esta estuviera todavía dormida, pero una pequeñita sorpresa se instaló en mi cuando con mi increíble audición escuche que la llave de la bañera estaba abierta, al parecer ella se levanta temprano o simplemente ya se quiere ir de aquí. Iba ya a bajar las escaleras cuando me di cuenta de que me faltaba mi bolígrafo de la suerte, el cual estaba en la habitación en la cual mi mate se estaba bañando.

Podía entrar y salir de una vez, sin que ella se diera cuenta, podía también utilizar otro, pero ese me lo había regalado mi padre junto con la maravillosa historia de cómo se conocieron mi madre (su mate) y él. Una maravillosa mujer-lobo.

Decidí entrar sin pensarlo mucho más, de seguro ni se enterará de que estuve ahí; fui como un ninja, podía escuchar como murmuraba una canción, como su corazón late tranquilamente y como sus pies chocaba con la cerámica y el agua, provocando seguramente que el agua salpicará y haciendo pequeños sonidos de una ligera lluvia.

Busque entre los cajones, el bolígrafo mientras inconscientemente me imaginaba todo lo que había mencionado anteriormente, salí de mi ensoñación y búsqueda cuando escuche una puerta abrir, y mis sentidos me decían a gritos dos cosas:

Es la puerta del baño y corre.

Mire hacia la puerta...

Hubiera deseado no hacerlo... la vi, estaba despalda en toalla, su melena castaña en un moño, su piel aun mojada y con una mano en la oreja

-¿Dónde quedaste estúpida argolla?- me di cuenta de que por su movimientos se iba a agachar.

Oh shit

Mire al frente, el bolígrafo quedo debajo de mi mirada, casi cerca de mi mano, lo cogí mientras a trataba de reprimir un gruñido para no alertar a la castaña.

A velocidad rápida pero silenciosa salí de esa trampa mortal, sin volver a dirigir la mirada a dicho cuarto de baño. Baje la escalera super rápido, podía ser un hombre-lobo, pero aun temía por mi vida, las mujeres son un arma peligrosa, y ya diferentes escenas llegaban a mi cabeza de como seria el final de mi vida.

*Eres estúpido, debiste quedarte*

*-¡¿Qué?!, ¡¡¡Claro que no!!!, ¿te estas volviendo loco?-*

*Loco estabas tú allá arriba*

Mire el bolígrafo, pudimos a ver quedado como violadores o algo así. No le conteste más a Kim y me adelante a pedir el desayuno y a hacer mi diligencia.

[...]

-adiós, pasen un buen día- acababa de firmar unos papeles importantes.

¡Por fin podría desayunarrrr!, no había alegría más grande para mí, tenía muchísima hambre, estaba aún en la puerta parado, viendo como la persona que me trajo los documentos salía de lo que era mi hogar, así que di la vuelta para poder dirigirme al comedor, pero me encontré con una mirada color miel.

-¿Vamos a desayunar?- no me pensaba quedar parado con el estómago vacío, viendo una chica que posiblemente está pasando a la misma situación que yo.

-Claro- me di cuenta del brillo en sus ojos, de segura estaba igual que yo.

Nos sentamos en los mismos lugares que los días anteriores, pregunté de como la había pasado, me dijo que mi cama era como una nubesita, que no se acordaba de que había ha soñado, me dio las gracias por todo, cuando terminamos me di cuenta de que con ella ya estaba su mochila y me imagino que todas sus cosas.

La Luna del Lobo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora