Mi poder, mi soledad

Capítulo 4: Alice

Desperté bruscamente con la respiración agitada, sudor en mi frente y lagrimas en mis ojos. Intenté calmarme comiendo un poco de atún enlatado que tenía en mi mochila, tomé algo de agua y me dispuse a seguir mi camino pero antes quería investigar un poco el pueblo, a lo mejor encuentro algo interesante como una casa abandonada en la cual pueda quedarme un tiempo.

Luego de unas horas caminando veo que no hay mucha población en este lugar, sin embargo hay varias casas y kioscos pequeños. Así que me dirigí a un campo de fútbol que parecía abandonado para practicar un poco.

Coloqué en un muro que había 4 latas vacías de refresco que encontré en la calle y me alejé unos dos metros, cerré los ojos, respiré y me concentré. Apenas lo hice noté calor recorrer mi cuerpo, abrí mis ojos y efectivamente mi mano emanaba luz, apunté con esta a la lata que se encontraba a la izquierda apliqué fuerza y poco a poco esta empezó a elevarse en el aire, sonreí al ver que lo había logrado, lancé la lata con fuerza a un lado y salió bien. Me dirigí ahora a la segunda lata de izquierda a derecha solo que lo que intenté esta vez no fue levantarla si no atravesarla como si de una bala se tratara. Así que levante mi dedo índice y con el apunté a esta lata, nuevamente apliqué fuerza y un pequeño rayo azul celeste salió disparado de mi dedo y atravesó la lata, me sentí feliz porque por fin empezaba a controlar mis poderes.

Me acerqué a las últimas dos latas y levanté ambas manos para luego hacer un lento movimiento descendiente lo que hizo que ambas latas quedaran destruidas, hasta ahora todo bien, lo que pienso y quiero que pase sucede. Pero no siempre es así, y no siempre lo puedo controlar, esa es la razón de siempre ande solo.

Tal como lo predije mi marca en forma de rayo con una 'T' que lo atraviesa en mi antebrazo empezó a quemar... Malas noticias.
Sin darme cuenta empecé a flotar en el aire, pero yo no lo estaba controlado, inmediatamente traté detenerlo aunque no funcionó, todos mis intentos de resistir fallaron. Mis ojos se volvieron completamente azules y emanaban luz, pedazos enormes de concreto que habían esparcidos por el campo se elevaron a mi lado y se lanzaron contra suelo dejando un profundo agujero de unos 2 metros de profundidad. Luego las gradas se desprendieron fila por fila y se acercaron a mi par luego ser arrojadas hacia todos los faroles de luz que habían destruyéndolos todos, inmediatamente después de eso descendí al suelo nuevamente, me arrodille observando la destrucción que había causado y acaricié mi marca la cual aun ardía al igual que mi cabeza. Agradezco que no haya ningún humano ahí para presenciar mis actos, doy un último vistazo y veo que me equivoqué, escondida detrás de una de las gradas que había lanzado anteriormente había una niña, castaña de ojos verdes, unos 10 u 11 años y una mirada de horror.

Mi cara se palideció al verla ahí parada, inmóvil, todo estaba en silencio así que decidí acercarme a ella.

-No te acerques- dijo ella, no noté si estaba en verdad alterada ya que me habló con una tranquilidad que no esperaba.

-¿Qué viste?- pregunté inmediatamente, quería saber con que estaba lidiando. Ella me vio y se acercó a mi, yo me quedé inmóvil.

-Tranquilo, no diré tu secreto- me sonrió, en verdad esta niña no me tenía miedo, no la comprendo.

-¿No me tienes miedo?- pregunté curioso y me agaché para estar a su altura.

-Lo tenía... Pero luego vi tu brazo- me dijo señalando mi marca -es parecida a la mía, solo que la mía tiene una 'Z'- me dijo y me señaló su antebrazo, pensé que mi marca era única, que era una simple marca rara de nacimiento pero ¿como puede ser que esta niña tenga la misma?

-¿Puedo saber tu nombre?- pregunté tratando de olvidar el parecido de nuestras marcas. La pequeña asintió.

-Me llamo Alice.

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NOTA DE AUTORAS:

Hey!

Aquí les traigo otro capítulo para ustedes, espero que les guste...

¿que creen de esta niñita que apareció? ¿Les gusta?

Voten y comenten, los amo <3

Me despido, hasta el siguiente capítulo~