Capítulo 3: Sueños recurrentes

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-Vamos... Espero tu respuesta- me dijo sonriendo con amabilidad y dulzura.

-Gracias Sabrina, pero yo ando solo- respondí bajando mi mirada y dándome la vuelta para adentrarme nuevamente en el bosque y mientras lo hacía sentí su mirada clavada en mi durante cada instante.

Luego de ese día no pude lograr sacarme a esa chica de la cabeza, su imagen, su voz, sus gestos... Todo se quedó dentro de mi, pero no la volví a ver, a veces pienso en que hubiera pasado si me hubiera ido con ella. Probablemente ya la hubiera destruido accidentalmente durante uno de mis episodios, me estremezco al pensarlo y saco la imagen de mi mente.

Han pasado unos cinco meses desde entonces y mi camino aun no se acorta, ando por la misma carretera, a penas llego a una estación de servicios tomo algo de comida y agua que guardo en mi mochila, nunca la pago, per digamos que utilizo otros métodos para conseguirla.

Llegué aun pequeño pueblo, era ya tarde en la madrugada y caminé por las calles tratando de buscar algo que me sirva para sobrevivir. Encontré un billete de $5 en el asfalto abandonado del pueblo, intento tomarlo pero se vuela así que lo persigo hasta que lo alcanzo. Lo observo y lo guardo en mi bolsillo, luego me doy la vuelta y veo una especie de plaza, pienso que es un buen lugar para pasar la noche así que me dirijo a ella y en una banca me acuesto y utilizo mi mochila de almohada, no pasó mucho tiempo para que mi recuerdos empezaran a atormentar mi paz. Hice lo que pude para desvanecerlos y entrar en el umbral de los sueños.

Aparezco en una cama, conozco este lugar, es mi habitación en el orfanato. Siento un fuerte dolor de cabeza así que llevo mis manos a mis sienes para tratar de calmarlo y veo mis manos mucho más pequeñas de lo que recordaba, me espanto, me levanto rápidamente de la cama y me dirijo al baño para verme en el espejo y justo como lo supuse... Tengo 11 de nuevo.

El dolor vuelve, solo que más fuerte al recordar lo horrible que fue ese año en mi vida. Corrí rápido fuera de la habitación y vi a la Madre Superiora saludarme, respondí con un simple gesto de cabeza. Salí al patio y antes de pasar por la puerta vi el calendario,12 de agosto, es mi cumpleaños... El día que marcó mi vida.

En el patio vi a los otros niños correr y jugar, en verdad me preguntaba como podían ser felices sabiendo que sus padres los abandonaron. Ignoré ese pensamiento y me dirigí a un mesa en la cual me senté a pensar un momento, esto no podía estar pasándome, no sabia que podía hacer esto. De repente siento una presencia detrás de mi, me volteo y es lo que temía... Es Trent, un chico mayor que se encargaba de hacerle la vida imposible a cada uno de los chicos aquí, pero especialmente a mi.

-¿Que pasó bicho raro?- dijo él empujando mi hombro y riendo, siendo secundado por su séquito de torpes iguales a el.

-Déjame en paz por favor- respondí suavemente, no quería pelea.

-¿Acaso tienes miedo marica?- repitió y rió de nuevo. Yo no respondí ni lo miré, esto pareció moléstale ya que me agarró por un brazo y me acorraló contra un muro que limitaba el patio. Me asuste, pero no lo suficiente como para demostrárselo. -¿Te crees valiente sabandija?- dijo viéndome de manera amenazante.

-¡Acabalo de una ves Trent!- exclamó Bill, uno de sus dos robots torpes.

-Si, ¡Acabalo!- secundó Chad, su otro robot.

-Paciencia muchacho, primero déjenme divertirme un poco- dijo Trent riendo mientras esbozaba una sonrisa de medio lado, mientras todo esto pasaba yo estaba en silencio observando con atención.

Trent me vio y sonrió de una manera horrible justo antes de darme un fuerte golpe en el estomago que me sacó el aire, sentía repetidas punzadas de dolor en este. En menos de 5 segundos soltó otro golpe justo a mi nariz, la cual sentí quebrarse y sangrar. Mientras esto sucedía el estúpido trio reía, Trent me soltó y caí sobre mis rodillas al suelo justo antes de darme una patada en el costado que provocó que tosiera sangre. Ya no podía soportarlo mas, justo en ese momento algo se encendió en mi, sentí algo como adrenalina recorriendo mi cuerpo, mis ojos empezaron a brillar al igual que mis manos. Me sentía fuerte, me levanté con fuerza y los torpes me vieron con ojos de temor, así que tomé a Trent por el cuello y lo levanté, el gritaba pero al sostener su garganta ahogué sus gritos.

-¡Ya estoy cansado!- grité y lo lancé al suelo con toda mi fuerza -¡Estoy harto de todas tus torturas!- dije y lo volví a tomar esta vez por la camisa -Estoy harto, de ti- susurre en su oído y de alguna manera empecé a levantarme del suelo como si volara, Trent me veía y suplicaba por compasión. Ahí fue que me di cuenta de lo que había echo... Inmediatamente volví a tierra y note como todos a mi alrededor habían visto lo que hice, ahora el de la cara de miedo era yo... Miedo de mi mismo, huí de ahí y nunca volví...

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NOTA DE AUTORA:

Hey!

Aquí otro capítulo del libro que ya se esta poniendo interesante, preguntas ya van surgiendo principalmente acerca del pasado de Zachary y todo eso,...

Ahora, no olviden votar y cometar... Los quiero

Me despido, hasta el siguiente capítulo

Mi poder, mi soledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora