Pasan los días y cada vez me apego más a Alice, siento que es como mi hermanita y me hace feliz saber que no me teme, inevitablemente en algún momento iba a preguntar acerca de mis poderes, así que decidí contarle mi historia, le conté mi tiempo en el orfanato, lo que sucedió con Trent, como huí de ahí y todos los años de soledad sucesivos a ese momento.
Alice es una pequeña muy energética y sonriente, siempre es ella quien me despierta en las mañanas y quien me pone en pie para seguir caminando. No puedo creer como su padre nunca la quizo, en verdad es un idiota...
-Mira Zac, mira lo que puedo hacer- dijo ella balanceándose en la rama de un árbol, al que luego subió y se colgó de cabeza mientras reía, yo la vi y la cargué con los brazos para bajarla de ahí.
-Cuidado con lo que haces enana, te puedes lastimar- le dije sonriente. Nos iba muy bien en nuestro camino, ambos sabíamos racionar la comida, el agua y podíamos caminar todo el día con pocos descansos. Me he acostumbrado a la vida con ella y debo admitirlo, me gusta mucho mas que estar solo.
Nuevamente encontramos otro pequeño pueblo, el cual seria excelente para hacer una parada, descansar un poco y buscar suplementos.
Juntos entramos a un mercado pequeño y mientras Alice hablaba con la mujer del mostrador, yo tomaba cosas a escondidas, tienes que saber muy bien como hacer estoy ya que debes escoger cosas que duran (galletas saladas, enlatados, frutas, etcéteras) debes agarrar cosas prácticas. Tomé todo, lo guardé en mi mochila y salí por la puerta de atrás, di la vuelta y silbé para que Alice saliera de allí. Conté 10 segundos y Alice ya estaba a mi lado, había aprendido rápido a sobrevivir, se que no es bueno robar pero lo hacemos por una buena causa.
-Bien hecho Alice, cada vez mejoras mas tu actuación- le dije sonriendo mientras alborotaba su melena.
-Lo se, debería dedicarme a esto- hizo una reverencia y empezó a reír.
-Ahora vámonos de aquí antes de que lo noten- le dije extendiendo mi mano para que la tomara, ella asintió sonriente y caminamos juntos.
Nos sentamos en una banca a un lado de la calle y nos dispusimos a comer algo mientras conversábamos un poco. Entré las cosas que tomé de la tienda tomé un mapa de la zona y trataba de ubicarme en el mientras mordía mi manzana, por supuesto con ayuda Alice.
-Creo que estamos aquí- dijo ella dudosa señalando con su dedo un punto en el mapa, este punto decía Provincetown, en Massachusetts.
Por suerte era verano porque si fuera invierno moriríamos de frío, debemos empezar a bajar para cuando llegue otoño estar más cálidos.
-Debemos bajar por aquí y tomar la 95 hacia el sur, para llegar a Florida y estar mas calientes en el invierno- señale marcando todo en el mapa con mis dedos, ella me vio y asintió sonriente. -Nos espera un largo camino ¿estas lista?- le dije levantándome de la banca y echando a un lado la semilla que había quedado de el durazno que había comido.
-Seremos como los patos- respondió ella riendo -Que migran al sur en invierno- no pude evitar reír al igual por su comentario. -Pero si, estoy lista- se levantó conmigo y tomó su mochila.
Fuimos a un lugar de turistas y buscamos un mapa de el estado, y de la zona este de Estados Unidos, para nunca perder de vista por donde vamos.
Y ese fue el momento en el que vi el calendario del lugar... Hoy es 12 agosto, es mi cumpleaños. Traté de ignorar todos los cumpleaños que pasé solo, para mi eran solo otro día del año... Lamento haberle dicho esa fecha a Alice, porque al parecer se recordó y se abalanzó sobre mi.
-¡Oh por dios Zac! ¡Hoy es tu cumpleaños!- exclamó emocionada mientras me abrazaba y me daba muchos besitos en la cara. -Cumpleaños feliz, te deseamos a ti, cumpleaños hermano Zac, cumpleaños feliz- cantó emocionada aun abrazándome, el hombre del mostrador nos veía sonriendo y al Alice terminar la canción el aplaudió junto a ella. -Tenemos que hacer algo- añadió emocionada
-Ya esta bien pequeña, Gracias- dije bajándola de encima mío y colocándola de nuevo al piso. -Pero no tienes que preocuparte, estoy acostumbrado a no hacer nada- le dije sonriendo de medio lado.
-Y también estabas acostumbrado a estar solo pero eso cambió ¿No?
-Si pero...- traté de argumentar pero inmediatamente me interrumpió.
-Pero nada, vamos a hacer algo divertido y punto- terminó diciendo, paso justo lo mismo que el día que ella vino conmigo, no pude decirle que no a esa hermosa y tierna carita.
-Esta bien, ¿que sugieres?- le pregunté mientras tomaba los mapas que el señor del mostrador nos había buscado, hice un gesto de gratitud y salimos de ahí.
-Sugiero que vayamos a un restaurante a comer algo tu y yo- respondió sonriente.
-¿Y con que dinero planeas hacer eso?- le pregunté curioso, teníamos algo de dinero pero no lo suficiente para ir a un restaurante a comer.
-Con el que robé de la caja en el centro turístico- me respondió, se sacó del bolsillo unos $700 dólares y me vio con una amplia sonrisa en su rostro. Esta niña en verdad me estaba impresionando.
~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
NOTA DE AUTORA:
Hey! Aquí el 7mo capítulo, agradezcan que estoy subiendo bastantes capítulos seguidos. ¿Les gustó? ¿Que piensan? ¿Estuvo bien que Alice haya robado ese dinero? Fue por una buena causa.
Zachary en multimedia.
Voten y comenten por favor.
Me despido, hasta el próximo capítulo.❤️
ESTÁS LEYENDO
Mi poder, mi soledad
Ficção AdolescenteZac es un chico que ha vivido su vida entera atormentado por un oscura secreto que lo ha llevado a vagar sin rumbo por los solitarios caminos de algún lugar remoto en Estados Unidos. Pero su vida escondiéndose de la humanidad cambiará con la llegad...