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V

–Papá donde se llevó a Abril? –Preguntó Clío a Eleazar pillándome por sorpresa.

Ya hacía casi una semana que estaba curado y todos trataban de fingir como que lo ocurrido nunca pasó.

Pero el Conde extraña vez sacaba a Abril de casa junto a él.

–Al instituto, va a tener una reunión con Ronan –Respondió Eleazar sin dejar de mirar la pantalla de la televisión.

Silas le estaba pegando una paliza a Eric.

–Que? –Interrumpí sin entrar ni en la sala de juegos.

Solo pasaba para ir a la biblioteca y dejar el libro que Abril dejó en mi habitación.

–Al final supongo que irá a clases con nosotros –Comentó Eric sin dejar de atender a la televisión.

–Pero es una humana! –Salté entrando en la sala de juegos.

Donde casi todos pasaban la mayoría del tiempo.

–Ahora de repente de interesa? –Acusó Emma de mala gana dejando de jugar al billar.

–Es que no es lógico –Respondí de tan mala manera como ella.

–Pero es una Saint Germain, la decisión de aceptar o no al final es únicamente de papá, sea humana a un perro –Contestó Eleazar.

–Eh! –Se quejó Silas dejando de atender a  la pantalla.

–No iba por ti –Le llevaron la contraria todos menos Eric y yo.

Eric aprovechó para ganar la carrera.

Abril entrando en un instituto nocturno especial para todo lo que no fuera humano. Era el único que veía eso una cacería!?

Eric y Silas al empezar a pelearse por haber ganado Eric la carrera dejé de atenderles y me fui a la biblioteca.

En ese instituto había de todo... absolutamente de todo, de todo menos humanos, siendo Abril la única se la cometían viva...

O nos pondrían a nosotros como guardaespaldas.

Genial! Iba a tener que andar detrás de esa niña para defenderla.

Menudo infierno me esperaba.

–Gracias por la partida ganada –Comentó Eric interrumpiendo mis pensamientos.

Llevaba como 10 minutos mirando el hueco en eur iba el libro sin llegar a ponerlo.

Me quedaba un poco alto.

–Dejame –Respondí volviendo en mi y apoyándome en la estantería para ponerme de puntillas e intentar llegar.

Y para mi suerte conseguí llegar.

–Llega a ser la balda de arriba y no llegas –Añadió Eric sin irse–. Te quedaste tan pequeñito.

–Me transformé con 15, que esperabas? –Rechisté dándole un golpe en la frente sin fuerza.

–Te ibas a quedar enano igual –Insistió haciéndome resoplar.

Mejor me iba de nuevo a mi habitación.

Aún era pronto, quedaba mucho para la cena.

–Creía que después de lo ocurrido intentarías hacer relación con el resto un poco, aunque sea solo para descubrir algo de ellos –Me siguió muy de cerca detrás mía.

Y sin mi permiso hundió sus dedos en mi pelo haciéndome parar y chocando mi espalda con su torso.

Sin hacerme daño me hizo levantar la cabeza hasta que lo veía a él.