XXXIV

279 35 5
                                    

Ver como las sirvientas echaban crema para ayudar a la circulación de Rui mientras él tenía que aguantar el dolor no fue muy agradable.

Acababa de curarse de las piernas y ahora esto... pero había salvado de una buena a Silas y a Abril.

Sobre todo a Silas.

Y entonces llegó Clío por la puerta entrando sin llamar, algo solo propio de mi.

–Habéis visto a Silas!? –Preguntó casi con miedo.

–Desde hace un rato no –Respondí yo mientras ayudaban a Rui a ponerse la camiseta.

–Papá lo lleva buscando desde que habló con vosotros, no aparece –Explicó poniéndome en pie de un salto.

Como que no aparecía!?

Todos nos pusimos a buscar como locos por la casa, los desvanes y el sótano, todos los recovecos de cada habitación, y nada.

–Habrá encontrado algún pasillo secreto? –Sugirió Ariel dando con su barita 2 pequeños toques en un mueble.

Y se apartó dejando que el mueble se moviera enseñando una puertecita.

–Está muy herido, no se yo si puede entrar por ahí tan fácil –Comenté viendo bastante difícil mover un mueble sin llamar la atención de nadie en su estado y entrar volviendo a colocar el mueble.

–No se, es solo una sugerencia –Dudó tanto como yo apareciendo Elea de un pasillo llamado por el ruido.

Ariel le explicó su teoría y por qué había movido el mueble, pero Elea tampoco estaba convencido.

Aun así un par de muñecas de sangre entraron para buscar por los pasadizos mientras nosotros seguíamos buscando.

Rui estaba quieto en las escaleras de pie.

–Bebé –Murmuré acercándome a él–, que ocurre?

–Crees que es mi culpa? –Preguntó dejando ver que le temblaba la voz solo de pronunciarlo.

–No, estoy muy seguro de que no es tu culpa –Intenté calmarlo dándole un beso en la frente.

–Fue algo que le dije... estoy seguro –Susurró con miedo completamente sordo a mis palabras.

En parte no sabría decir si parecía al borde de una nueva crisis o solo era miedo y preocupación.

Tal vez era una mezcla de todo.
.
.
.
Y continuamos buscando durante horas... sin resultado.

No estaba en casa... pero tampoco en el jardín ni en ninguna parte.

–Por el día seguirán buscando las sirvientas y mañana los que tengáis algo que hacer en clase iréis, el resto seguiremos buscando –Ordenó papá notándose en completa y absoluta tensión por mucho que tratará de ocultarlo–. Descansar.

Tenía miedo... todos lo teníamos.

–Rui...

–Hoy quiero dormir solo –Murmuró pasando a mi lado sin siquiera mirarme.

Y siguió su camino fuera del comedor.

Por que todo había tenido que ocurrir así?

Mierda...

Me costó mucho pegar ojo ese día... y tras la búsqueda de la noche siguiente por la ciudad ya con los de la policía también me costó.

Día tras día.

En que narices estaba pensando Silas?

Cuatro noches desaparecido, se estaba buscando por toda la ciudad y por el bosque que daba a nuestro jardín.

Home (Yaoi/BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora