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XXI

-Quieres darte la vuelta? -Sugirió Eric ya con 3 dedos en mi interior.

Me derretía por completo.

-No... la espalda no... -Gemí con las pocas fuerzas que tenía aferrado a él.

Me había terminado desnudando... Eric también estaba sin camiseta... había marcado su piel igual que él lo hizo conmigo.

Eric era tan experto... solo con sus dedos y boca me había corrido 3 veces.

Y sacó sus dedos de mi interior aceptando lo que dije sonriendo.

Ahora mismo solo verlo sonreír me derretía.

Me cogió a peso haciendo que tuviera que apoyar la espalda en la puerta mientras lo abrazaba.

-Así es... como lo haces con todas? -Pregunté sin pensar sintiendo como apoyaba en mi culo el bulto que aún no había dejado salir de su pantalón.

-Ni mucho menos -Respondió sonriendo por mi pregunta-. Solo a ti te he prestado tanta atención.

Solo... a mi...

Eric sabía exactamente qué decir para que me derritiera más con él.

Dejó salir su miembro al fin de sus pantalones mientras yo dejaba más marcas en su cuello.

Quería que todo el mundo supiera que solo era así conmigo.

Me estaba volviendo loco...

Y me empezó a penetrar haciéndome gemir en alto dejando de marcarlo.

Grande y húmedo... se sentía raro.

Algo más grande y palpitante que sus dedos... me estaba haciendo sentir bien.

Nunca creí que sería penetrado.

-Afloja bebé, sino te voy a hacer daño -Pidió a mi oído antes de empezar a mordisquearlo.

No estabamos completamente unidos... aun no.

-Más... -Gemí ignorando completamente su comentario.

-Si, bebé, solo relájate -Respondió dejando que volviera a besarlo.

Quería sentirme así de bien siempre... no quería volver a sentir asco nunca más.

Y aún sin estar completamente unidos comenzó a penetrarme muy lentamente, tanto que solo me ponía más ansioso por más.

Pero poco a poco entraba cada vez más profundo, muy, muy profundo.

-Si... -Gemí al sentir como realmente ya estabamos completamente unidos.

Me gustaba... me gustaba mucho...

-Quien ibas decirme a mí que el bebé sería tan lujurioso -Medio gimió empezando a lamer mi cuello.

Era tan lento pero tan profundo... me perdía por completo.

Y cuanto más me penetraba más se quedaba en blanco mi mente.

No quería que esto terminara, no quería separarme de él.

Quería estar así con Eric por siempre...

Solo era capaz de escuchar los ruidos húmedos que hacían nuestros cuerpos.

Definitivamente estaba perdiendo la cabeza.

*. *. *. *.

De verdad esto había ocurrido.

Sentir el peso de Basil cayendo sobre mi hombro me hizo quitar los ojos de la ventanilla.

Se habían quedado dormido.