Sandra vendría en nada y yo sin saber qué me iba a poner.
Maquillada y peinada ya estaba, así que solo me faltaba la ropa...
Tocaron al timbre y seguramente sería Sandra, bajé corriendo a abrir y efectivamente, era ella.
-¡¿TODAVÍA ESTÁS ASÍ?! ¡Anda tira a vestirte! -me dio un pequeño empujón hacia mi habitación.
Me senté en la cama mientras ella veía lo que me iba a poner. Cuando ella no sabe qué ponerse yo le busco la ropa o ella a mí.
-Este es perfecto. -dijo sacando de la percha un vestido negro muy escotado.
-¡TÍA! Se me va a ver todo. -le cogí el vestido de la mano y lo guarde.
-Mejor. -sacó el vestido nuevamente del armario.
-Serás zorra mala.
-Anda póntelo, ya verás la de buenorros que van detrás tuya. -nos reímos.
-¿Sabes que tengo novio? -asintió.- Bueno, pues que sepas que esto no le va a hacer gracia.
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Entramos en el bajo según las indicaciones que nos dio el gps del móvil, sí, así de apañadas somos nosotras.
Al final me tuve que poner el vestido con unos tacones negros con algunos brillantes y el pelo suelto liso.
-¡Hola chicas! Soy Mario. -dijo presentándose a Sandra.
-Hola, yo Sandra. -Sandra le sonrió.
-Vas preciosa. -me dijo Mario al oído mientras se iba.
El móvil me vibró y fui a ver quién me había enviado un mensaje.
De Número Privado
Lleva cuidado de con quién te juntas esta noche, puede que alguien esté viendo...
Al leer aquel mensaje miré a todos los lados, buscando a gente que tuviese un móvil en la mano.
Intento fallido, todos, o casi todos llevaban un móvil en la mano.
-¿Pasa algo? -preguntó Sandra.
-No, nada, ¿vamos a la barra? -Sandra asintió y fuimos a la barra.
Me pedí una cocacola con ron y me fui a la pista a bailar.
Sonaba Dangerous de David Guetta.
Yo bailaba con mucho cuidado de que el vaso no se me cayese encima.
Sandra me llamó y me giré para ver lo que quería.
Y justo lo que menos quería, un imbécil me empujó haciendo que se me cayese todo el vaso encima del vestido.
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