Es martes e iba a publicar esto más tarde pero el insomnio decidió venir así que dije: 'amos a dar una ultima revisión, y pues ya quedó, esperó lo disfruten.
—¿De... de qué querías hablar?— preguntó una vez dentro de la habitación de la hermana mayor.
—¿Yo?, nada en especifico— hablo melosa a la vez que palmeaba en el diván al lado de ella incitando a que se sentara, Elizabeth aceptó su invitación. —Tu lo haras. Además, si no te quitaba de ahí podría jurar que matabas a Zaneri con la mirada— la peliplata apartó la mirada sonrojada. —Eres tan obvia cuando estas molesta—.
—N...¡no estaba molesta!, solo...— trato de explicar a su hermana, quien reía sin creerle.
—Solo estabas celosa— sonrió cariñosa. —Elizabeth, te gusta el señor Meliodas, ¿no es así?—.
[...]
Mientras tanto, Meliodas se sentía hostigado ya que Zaneri lo mantenía ahí en una conversación trivial y seguramente la joven habrá salido de su cuarto mientras no miraba .
—Si tuvieses otro día libre, me gustaría que...— el rubio la interrumpió con notorio fastidio.
—Disculpa Zaneri, pero tengo que buscar a la princesa Elizabeth—.
—Espera Meliodas— este soltó un suspiro calmandose. —¿No crees que se puede cuidar sola?, digo, ya no es una niña.—bufó cruzándose de brazos. —Además, hay mas de un guardia en el castillo que se pueden encargar de ella.— el rubio negó con la cabeza.
—No permitiré que alguien más haga mi trabajo— se dio la vuelta ignorando a la castaña. —Y menos cuando se trata de ella—.
Toco varias veces a su habitación sin recibir respuesta por parte de ella percatandose de su ausencia cuando dio un vistazo rápido al interior . Caminó a lo largo de los pasillos buscando a la ojiazul, pero solo se encontró con la de coletas; esperanzado se le acercó a preguntar por la doncella.
—Hola capitán— saludó con carisma mientras se acercaba.
—Diane, ¿has visto a Elizabeth?— preguntó esperanzado, pero solo nego.
—No, de hecho yo también la buscaba— jugueteo con una de sus coletas.
—De acuerdo, yo la buscare— soltó un soplido frustrado.
—Dile que estaré con Elaine— este asintió y Diane siguió su camino a la biblioteca.
—¿Dónde estás?— murmuró.
Después de minutos buscándola, llegó al aposento de la princesa Margaret donde escuchó la dulce voz de la albina saliendo de la puerta entreabierta. Se sintió aliviado.
Se acercó dispuesto a llamar a la chica, pero...
— ¡No!, claro que no. El señor Meliodas, hum...— el rubio pegó su oído a la puerta. —Pe...pero no de esa forma, es... absurdo—.
—¿Está hablando de mí...?— murmuró para sí mismo, sabía que estaba mal escuchar conversaciones ajenas, pero el hecho que Elizabeth fuera la que hablara de él le daba cierta curiosidad; quería saber lo que pensaba de él y de lo que no se atrevería a decirle en cara.
—Sabes, en cualquier momento pasa— habló con tranquilidad la de cabellos lilas. —Te lo digo por experiencia. Al principio estás confundida, te sientes incómoda y a la vez en paz, hasta que te das cuenta de lo que realmente sientes—.
—Ese es el problema, no sé que es lo que siento...— se quejo la albina ladeando la cabeza. — Al menos no como explicarlo— .
—Necesitas aclarar y separar todos tus sentimientos de las emociones.— sugirió — Empecemos con lo mas común, dime que te gusta, sus cualidades y defectos— Meliodas detrás de la puerta puso su mayor atención en espera de la respuesta.
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The Princess Knight || Melizabeth
FanfictionElizabeth, la tercera princesa de Lionés, es la típica princesa que no quiere un príncipe azul, sino a un platónico caballero de brillante armadura. Meliodas, el caballero de la última princesa de Lionés, tiene una única restricción, no involucrarse...