Muerto | Intendenteplay ✓

Capítulo Tres

Gustabo estaba con el cuerpo de su hermano inconsciente, tenía indicios de lágrimas en sus ojos. Su pareja no contestaba a la radio ni mucho menos a su teléfono. Abrazaba a Horacio tratando de protegerlo, desde que inició en la policía jamás le había tocado ver tantos agentes inconsciente y sangrando de esta manera. Cada vez abrazaba más a Horacio, temiendo que su hermano perdiese la vida.

— Joder Horacio.. Te quiero coño, dile al cabeza de hormiga de Volkov que te cuide por mi.. — Gustabo le dio un último apretón y lo escondió en un callejón, tomó su arma y habló por la radio — Aquí Gustabo García, estoy yendo a la central del tiroteo, si me sucede algo comuniquenle a Horacio que lo aprecio y a Conway que se valla a tomar por culo. Estoy llegando al lugar ¿algún agente disponible? — Sim embargo nadie respondió — Conway coño, responde.. — Hablo, apagando el aparato.

Conway

Había escuchado cada palabra de su novio, se dio cuenta de lo que había pasado, quizás demasiado tarde. Salió de su despacho no había ningún agente, al parecer todos habían ido al tiroteo. Se asustó, su malla y su novio estaban allá, rápidamente habló por la radio preocupado.

— ¡Gustabo! ¡¿donde estas?! — Dijo nervioso, subiendo a una patrulla, encendiendo la sirena y acelerando.

— Por fin contestas abuelo, te amo, ¿de acuerdo? — Dicho esto Gustabo empezó a dispar a los delincuentes dándole a unos cuantos. Lo único que podía escuchar Conway era el sonido de las balas siendo disparadas — ¡Ha tomarla! — Conway derramó una lagrima a pesar de todo su novio no perdía su actitud, una bala se escucho y todo quedó en silencio, Conway pensó en lo peor.

— ¡Gustabo! ¡Gustabo responde joder!  ¡No me asustes así capullo! — Conway comenzó a pisar el acelerador, aumentando la velocidad considerablemente.

— Gustabo tomó la radio, escupiendo sangre de su boca — Conway.. Debes prometerme que serás feliz, prométemelo — La voz de Gustabo se escuchaba débil, casi forzada.

— Gustabo no digas eso! ¡Tu estarás aquí para hacerme feliz carajo! — Dijo asustado, jamás en su vida lo había estado tanto como ahora.

— ¡Prométeme lo! — Dijo desesperado, como si deseara que Conway de verdad lo cumpliese. Como su única voluntad.

— ¡Lo prometo coño! ¡Pero no te duermas Gustabo! — Conway estaba desesperado, su novio estaba por perder la vida y todo por sus putos caprichos de ignorarlo. Tal vez, si hubiese asistido cuando Greco fue a su oficina, podría haber protegido a su Gustabin.

— Ja, gracias. Te amo. — Ya no se escucho nada más, unos cuantos sonidos de balas, dando a entender que Gustabo posiblemente estaba muerto.

— ¡Gustabo! ¡Hijo de puta! — Golpeó el volante del auto, dándose cuenta que ya casi llegaba al lugar.

— ¡Superintendente aquí Diego! ¡Ya vamos con refuerzos! ¡Por favor no se aserque a la zona! Estamos por llegar. — Dijo el chico por la radio.