El viaje duró aproximadamente dos horas por la alta concentración de tormentas que, negras y eléctricas, ocasionaban turbulencias. El lujoso avión privado aterrizó en Fukuoka a las cinco de la tarde en punto, tal y como predijo el piloto profesional.
-¿Por qué no intentas relajarte?- Sugirió Daisuke.
-Estoy harto de estar encerrado y sabes que me molesta subirme a tu avión.- Justificó su mal humor acomodando los pesados papeles del caso que investigaban sobre su regazo. -Y ni si quiera pude dormir. La tormenta fue ruidosa.-
-Te dije que dejaras de leer e intentaras dormir. Lamento no poder controlar el clima.-
-¡Nadie te pidió que...!-
-Ya llegamos. Deja de hacer dramas.- Pidió con un suspiro, retirando su valija de mano de abajo del asiento. -Tenemos reservación en el mejor hotel de la cuidad. Podrás dormir el tiempo que necesites hasta que llegue la hora de hacer nuestro trabajo.-
En otra ocasión Haru habría discutido el lugar de estadía temporal. No le veía sentido a gastar tanto dinero en habitaciones donde solo dormirían una noche, pero si trabajar con Kambe le había enseñado algo era que consumir y gastar en lo mejor que el mercado tuviera para ofrecer era, cuanto menos, el más recurrente de sus hobbies.
Pronto se cumpliría un año desde que comenzaron a trabajar juntos como un verdadero equipo. Sus diferencias fueron dejadas a un lado con el paso de los días, de las semanas y de los meses, en tanto intentaban comprenderse más el uno al otro. Representó un verdadero desafío al principio, pero al contrario de lo que la mayoría pudiera creer, fue el multimillonario quien más intentó encontrar consensos con Haru.
-*Con tolerancia y amor se domina a las fieras.*- Pensaba y se llenaba de paciencia.
Así como los manzanos a principios de otoño, los esfuerzos de ambos dieron sus frutos y poco a poco comenzaron a llevarse mejor. Haru reía en compañía Daisuke y este dejaba salir de sus labios comentarios agradables aparte del humo de sus habanos.
Aquel día volaron a Fukuoka por un caso muy particular. Artistas plásticos subversivos de todo Japón organizaron una fiesta para intercambiar drogas, dinero sucio y hasta personas, todo en nombre de la libertad de expresión. Formaban parte de un grupo que aseguraba que siempre y cuando exista el consentimiento, la gente podía venderse, drogarse y usar el dinero como le venga en gana, justificándose bajo dicha filosofía de vida para participar activamente en crímenes organizados.
Era un argumento irracional y estúpido para la mayor parte de la humanidad, y apenas Kato se enteró del evento fue el primer interesado en atraparlos. Por su parte, Daisuke se limitó a asentir con la cabeza cuando vio a su compañero aparecer en la oficina con los archivos correspondientes y un ferviente anhelo de justicia. En poco tiempo, y bajo la mirada resignada de Kato, HEUSC había reunido la información necesaria para estar listos para intervenir y darles el golpe definitivo.
Kambe le recordó a su compañero que podrían resolverlo de la manera fácil, pero este respondió que de ninguna manera permitiría que su hermana vuelva a involucrarse en un caso tan peligroso ni que él vuelva a poner en riesgo vidas humanas con una bazuca. Concluyó que esta vez harían las cosas a su manera, y el millonario no opuso resistencia, a sabiendas de que si la infiltración resultaba en un éxito vería a Haru feliz y orgulloso, y si fallaban podría echarle la culpa y observar su rostro retorcerse de ira y vergüenza. Prefería la primera opción, pero cualquier expresión que pudiera sacar de su colega resultaría provechosa de alguna u otra manera.
Llegaron al ostentoso hotel y sin necesidad de mirar dos veces, cumplió con lo que Haru se había acostumbrado a frecuentar desde que se obligó a sí mismo a adaptarse a las formas de Kambe. Era un lugar impecable en limpieza, elegante, de muy buen gusto y conocido por albergar celebridades y ser, por supuesto, ridículamente caro.
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Deseo encubierto - Daiharu
Hayran KurguNovela corta donde Daisuke y Haru viajan por una misión encubierta y descubren nuevas facetas de ellos a la vez que revelan sus verdaderos sentimientos. Me caracteriza el gusto excesivo por jugar con el cannon y al enterarme de que el seiyuu de Haru...