PERFECT KILLER [MNPEAP]

Capítulo 17: 'Veras podemos ayudarte'

Ancil despertó, el recupero su cuerpo fuerte. No sabe cómo paso. No sabe de donde habían aparecido estas personas que decían ser sus padres.

Mucho menos le importaba una mierda.

Sentado en su sofá, una mujer bonita le hablaba, detrás de esta estaba un hombre de cabello largos platinados y de ojos agudos y amenazadores...

— ¿Qué cosas te gustan? ¿Tienes novia? ¿Te gusta el azul? —preguntaba Audrey aleatoriamente con una sonrisa resplandeciente, ella estaba actuando el papel de una madre, estaba emocionadísima. Pero a la vez muy nerviosa. Su esposo le apretaba el vientre siempre que intentaba llamar la atención de su hijo. — ¡Joder Theo!!

Mientras Audrey lidiaba con la estúpida actitud de su marido en no dejarla abrazar al niño que nunca tuvo la oportunidad de abrazar, de no dejarla si quiera acercarse...

No eran solo celos, el estúpido Theo le había contado que si toca a algún macho defectuoso como Ancil, Theo debería matarlo inmediatamente, él no podría controlar sus instintos macrimita aunque quisiera. Y no quería hacerlo.

Por ello ahora a un metro de distancia de Ancil, Audrey gritaba con su fingida y bonita voz maternal las preguntas que quería saber sobre su hijo, su único hijo. Y Theo debía entenderlo.

Esta situación era muy parecido a la que sintió Ancil un macrimita defectuoso, respecto al hermano bastardo de Meizin, cuando Ancil tenía la intención de matarlo cada vez que Meizin lo tocaba, lo cuidaba, le daba mimos... Ancil trato de pensar en ese bastardo como un perro, mascota de su amante pero le era imposible. Ahora lamentaba que ese bastardo haya sido la razón por la que perdió a su amada...

— Si tengo novia... y me gusta el azul de sus ojos —murmuro Ancil decaído, tenía una manta cubriendo su cuerpo maltratado por los años. Aunque era tan solo un muchacho era el más lamentable de todos los humanos de su edad.

A un metro de distancia, Audrey escucho atenta las palabras de Ancil. A pesar de tener a Theo agarrándole las muñecas y mordiendo su hombro ensangrentado, Theo por supuesto no escucho nada de lo que Ancil había dicho pero estaba harto y en su límite, si no sacaba a su esposa de ahí... algo malo haría.

— ¿Oh, entonces es una niña bonita? ¿Dónde está? —pregunto ingenuamente.

— Esta muerta... —en su lugar respondió Theo. —Un verdadero macrimita jamás dejaría a su compañera morir... es el resultado de su propia incompetencia —sentencio duramente mientras enredaba a su esposa con sus tentáculos. Audrey estaba fiera y luchando por conocer al menos un poco más a su hijo. — Estas vivo por el momento. Eventualmente volverás a decaer, no creas que puedes seguir vivo sin esa humana a tu lado. Quizá te queden 18 días... o menos —comento vagamente mientras salía de la habitación con Audrey enredada en su pecho por sus tentáculos de sangre, además de estar amordazándola para que no hable con ese defectuoso hijo suyo.