PERFECT KILLER [MNPEAP]

Capítulo 10: Oasis rojo

Narrador

Ancil miraba a Meizin, la miraba añorando que ella lo mirara como en el pasado, ya habían pasado 16 meses juntos. Y aunque él le había causado tanto sufrimiento... él la amaba intensamente, o al menos él así lo creía... lo que podría considerarse una obsesión enfermiza, él lo interpretaba como amor... Amor verdadero, un amor que él mismo había creado, él mismo lo había elegido y nunca se arrepentiría de su decisión. Aun si su amada no despierta ¿Cómo podría haber otra? Solo hay espacio para pensar y amarla a ella...

Estaban en su jet privado, él tenía a Meizin entre sus brazos como de costumbre, él mismo la había vestido para la ocasión especial.

Con un conjunto de color rojo, una falda corta con una blusa de cuello alto y mangas. Claro para ocultar los chupetones en su cuello, nuca, llegando hasta sus seductores senos. Pero eso no pasaba con la entrepierna de Meizin, tenida marcas de él en las piernas, los muslos cerca de su zona erógena. Estaba claro que lo hiso intencionadamente... para mostrar que ella era suya.

De camino al desierto a ver a la ''familia'' de Meizin, los Shiloh.

Él había jurado que los mataría para que ella volviera de su estado. Él mismo había preparado el escenario.

Mientras tanto Meizin atrapada entre sus brazos, podía sentir los fluidos de él deslizarse bajo su corta falda, estaba incomoda. Pero no haría ningún movimiento. Entonces solo respiro pesadamente y cerro sus ojos para viajar al mundo de los sueños, donde ella es libre de Ancil.

Pero Ancil la percibió y suspiro, enamorado de la pequeña mujer entre sus brazos. Verifico si estaba incomoda, y vio los fluidos de él chorreando bajo su falda, llegando hasta sus suaves rodilleras.

Entonces lo supo, su amada estaba realmente incomoda, él ansioso antes de subir al jet, la había follado justo después de vestirla y arreglarla. La había recostado suavemente en el mueble del closet, y le había subido la corta falda, deseoso, hambriento de probar los dulces jugos de su amada.

La desarreglo mientras empujaba en su interior, la hiso hacer cierta mueca de dolencia y excitación, luego bombeo en su interior impregnándola. Este ritual era casi una rutina entre ellos, él la vestía la veía atractiva y sensual luego se la follaba en el acto.