En los genes del lobo

3-I am not a threat

Una vez dentro de la vivienda Sue abrazó a sus hijos de forma casi asfixiante mientras yo me dirigía a la cocina a por un vaso de agua, sabía que en cuanto Leah pudiese soltarse de su madre vendría hacia mi e intercambiaría rol con su madre y la que se quedaría sin aire sería yo. Y así fue, segundos más tarde mi hermana pequeña se encontraba quitándome el poco oxígeno que mis pulmones necesitaban y yo estaría muerta de no ser por que la puerta de la casa se abrió estrepitosamente dejando ver a varios chicos sin camiseta, todos morenos, musculados y con un tatuaje en el brazo, por la mirada de asco que le dio mi hermana al que supuestamente lo dirigía todo supe que se trataba de Sam Uley, el ex-novio de Leah y líder de la manada Quileute.

-Aléjate Leah, ahora.- sabía que por mucho que se resistiera no podía desobedecer al alfa.

-¿Qué mierdas te pasa Uley? ¿No tengo bastante con escucharte en mi mente que ahora vas a entrar en mi casa cuando te de la gana?

-Leah, calla - su cara demostraba la confusión ante mi interrupción- Algo de razón tiene, llevas en fase desde hace unos dos días y no ha sido hasta que he llegado que te has calmado. Es normal, los lobos solemos ser muy territoriales y más cuando un intruso ha entrado en nuestras tierras. Aunque ahora solo tendréis que concentraros en vuestra parte del tratado, los Cullen han vuelto.

-¿Y tú como sabes eso? 

-Por que ellos me han traído.- ante mis palabras todos se pusieron a gruñirme en modo de ataque menos mi familia- Con algún que otro inconveniente pero hemos llegado vivos.

- Si ya estáis muertos.

- No todos, ¿Paul?- Asintió confuso- Bueno, casi le arranco la cabeza a la humana que venía con Alice, pero me controlé y por lo que puedo ver a ti te pasó algo parecido.

-Es diferente, yo no la habría dejado sin sangre en el cuerpo solamente para alimentarme.

- Yo no necesitaba su sangre solo que dijo una cosa y bueno, exploté. Aunque me duele que no me reconozcas, Lahote, ni Cameron y mucho menos Uley.

-No entiendo por que tendríamos que hacerlo.

-Por que es Valerie, zopencos. Mi hermana, la que desapareció hace 5 años, la que nos cubría de todo a Paul y a mi, y tu mejor amiga Jared.

- Lo sentimos, solo que te ves...

- ¿Más pequeña? Si, lo se Jared. Resulta que soy una híbrida,mitad vampiro y mitad lobo aunque los Vulturi desconocían esto último- Les conté mi historia y el como había llegado- Los Vulturi me querían por mi don, es uno único y podría derrotarlos con facilidad.

-¿Cuál es tu don? - Seth me miraba con la inocencia que le caracterizaba

-Es un espejo, puedo copiar los dones de los vampiros y utilizarlos en su contra. Hasta ahora tengo todos los de la guardia, los Cullen y algún nómada que pasaba por la ciudad. 

-Mola- le revolví el pelo a mi hermano mientras reía causando una mirada de indignación de su parte y más risas por parte del resto.

-Ahora si no os importa me gustaría descansar un poco, han sido unos días bastante largos y mi cuerpo necesita dormir un poco- la manada asintió y empezó a salir- Y Sam- el nombrado se volveó- No soy una amenaza.

Una vez los chicos salieron de la vivienda mi familia me miró y esperaron hasta que se aseguraron que no podían escucharnos.

-No vas a descansar, ¿verdad?

- Sue, como me conoces. Papá tuvo que haber dejado algo, ahora más que nada necesito saber que es lo que puedo llegar a hacer. En Volterra eran todos vampiros y lo llevaba mejor, pero ahora es la primera vez que estaré en un pueblo después de la transformación y no me puedo permitir el haceros algo o a cualquiera del pueblo.

- Tal vez en eso pueda ayudarte yo, Harry no me dijo quien era tu madre pero hubo varias cosas que si me dijo: como que uno de los hermanos mayores de tu madre decidió tu segundo nombre, que eran una familia bastante rara y que tu madre mencionó un pequeño pueblo que tenía un nombre extraño, se que lo tenía apuntado en algún lado solo que no recuerdo donde, pero ahora es muy tarde niños, a la cama y mañana me pongo a buscarlo.

Nos despedimos de Sue y nos dirigimos hacia nuestros cuartos, o lo intentamos por que tras una mirada cómplice acabamos todos en la habitación de Leah como los hermanos que antaño fuimos.