-¿Hay algo más que no sepa sobre mi lado vampírico? ¿Alguna cosa que también me hayáis ocultado?- Miré mal a Stefan.
- Amor sabes que no es por que no quisiese, no fue decisión mía.
-No Stefan, me ocultasteis cosas que podrían salvarme la vida.
-En verdad, no implica nada, eres inmortal, no existe nada en el mundo que pueda matarnos.
-El roble blanco.
-El roble blanco ya no existe, desde hace años que fue destruido y por lo que se, Niklaus ha dejado de utilizar las dagas para neutralizarnos por lo cual mi hermano no puede ni dormirla ni nadie matarlas.
-Espera, ¿qué dagas?
-¿La que utilizó Klaus con Rebekah cuando les conocí?- mi tío asintió- No se mucho sobre ellas pero Klaus las utilizaba cuando sus hermanos no le hacían caso, en el caso de Rebekah, se la clavó y ella empezó a "morir" - hizo comillas con sus dedos- Y cuando se la quitó fue como si hubiese despertado de una siesta.
-Esa daga nos deja en un sueño profundo en el que no tenemos conciencia del tiempo, lugar o temperatura. Mi hermano nos ha tenido amenazados durante siglos pero antes de que nacieses, estando Hayley embarazada, se las robó y se las dio a Rebekah, tras el obsequio, tu madre huyó pero al fin y al cabo la familia es lo primero y volvió cuando nació Hope.
-¿Hope es mayor que yo?
-Si, por un año. Supimos que Freya estaba viva cuando Hope empezó a dar indicios de magia, luego se quedó embarazada y apareció Dahlia, la hermana mayor de mi madre que quería quedarse con Hope al igual que hizo con Freya.
-¿Por eso me dejasteis con mi padre?
-No, cuando tú naciste ya habíamos acabado con Dahlia, pero creo que eso es mejor que te lo cuente tu madre.
El hambre llegó a mi por lo que propuse ir a cenar, a Stefan no le hizo mucha gracia que viniese mi tío ya que bueno, era nuestra cita y que viniese gente que no te cae bien y que resulta que es familia directa de tu novia, ahora que lo pienso algo incómodo si que es.
-¿Entonces estáis juntos?¿No te bastó con la madre que ahora lo intentas con la hija?
-Elijah, no sabía que es hija de Rebekah, tampoco es que se parezcan.
-¿Estás llamándome fea, Stefan?- una voz dulce y llena de ansiedad se escuchó detrás nuestra, me di la vuelta lentamente sintiendo como mi corazón se iba saliendo de mi pecho.
Mis ojos divisaron a una mujer rubia de ojos azules, era muy guapa debo admitirlo tanto que me dio envidia, mis pensamientos se vieron interrumpidos por una voz.
-Rebekah, querida hermana.- Así que ella era mi madre...- ¿Dónde está Freya?
-Está aparcando, tardará poco en llegar ha insistido en traer a Hope, ahora, ¿dónde está mi hija?
-Creo que esa soy yo- Levanté un poco la mano algo nerviosa.
-Mi pequeña.-Ella me abrazó, una ola de protección y seguridad recorrió mi cuerpo.- Tanto tiempo. Mírate, eres todo una mujer y hermosa y...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Mamá, eres tú. Nunca te imaginé así.- reí.
-No se si tomármelo como un insulto o un halago.
-No se, te imaginaba morena o parecida a mi, pero me he llevado una sorpresa. Dios eso ha sonado fatal, es una sorpresa buena, he tenido envidia de tu belleza.
-Ow, mi niña. Eres hermosa, te lo aseguro y referente a los parecidos- rio levemente- te pareces a los hombres de la familia Mikaelson, tienes el pelo de Nik, tal vez si fuese mas oscuro el de Elijah - Le señaló- aunque tu nariz se parece a la mía y los ojos son...
-De mi padre. -bajé la cabeza.
- Lo que no entiendo es que tu padre no te haya dicho nada, le dije que a los 16 te dijese mi nombre.
-Seguramente me lo hubiese dicho si hubiese estado con él.
-¿ESE MALDITO METAMORFO TE ABANDONÓ?
-No, no, no mamá. Harry ha sido un padre maravilloso solo que con catorce años un clan de vampiros, bastante poderoso y numeroso me raptó.
-Lo hubiera sabido.
- No de nuestra especie, si no de los "Fríos", los Vulturi. Al parecer tengo un don como ellos y es muy poderoso, he estado viviendo en Volterra hasta principios de este año. No pensaba volver, creía que allí rodeada de mi especie encontraría... os encontraría a vosotros.
-Te prometo que cómo encuentre a esa escoria suplicarán por que los mate, si hace falta llamaré a Nik y a quien sea necesario para acabar con cada uno de ese clan.
-Mamá, tranquila ya pasó todo, estoy aquí contigo y podremos ser una familia, pero no abandonaré a mis hermanos...
-Eso no sirve de mucho ya ¿no? Al día siguiente te marchaste.
-Stefan, cállate. Sabes que no lo hice por que quise.
-Podrías haber esperado un par de días, llevas meses lejos de Forks y ahora van a tener una batalla contra neófitos.
-¿Pero a ti qué mierdas te pasa? y lo de la batalla y por eso volveré a casa lo antes posible, tengo que ayudar a mi familia.
-Es peligroso Valerie.- mi tío Elijah trató de acercarse a mi.
-Oh venga ya, acabáis de decirme que nada puede matarme y aunque hubiese algo daría mi vida por mis hermanos.
-Y por el chucho ese.
-Lo siento mucho Stefan por haber encontrado a mi impronta, pero yo no he decidido eso, al igual que no decidí irme a Volterra o que mis hermanos estén en peligro por la estúpida humana que quiere jugar a los vampiros y de paso hace que mi loba esté muriendo por momentos.
-Tal vez esta niña no haya crecido con nosotros, pero tiene el por y para siempre en la sangre, por cierto, soy Freya.- la mujer rubia me abrazó.- No me equivocaba, eres poderosa.
-Soy Valerie, encantada.-bostecé ligeramente.
-Es tarde, mejor que vayamos a dormir, mañana hablamos.- Me despedí de mi familia y fui al hotel junto con Stefan.- Oye, siento cómo me he comportado antes.
-Lo que no entiendo es ¿por qué?-dejé mis cosas en el armario mientras él se sentaba en la cama.
-Por que me he puesto celoso, ahora te vas a ir y él va a estar allí...
-Escúchame Stefan, estoy contigo y te quiero ¿vale?- con mis manos agarré suavemente ambos lados de su cara.
-Yo también te quiero.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¿Sabes qué?- me miró intrigado- Te vienes conmigo a Forks.