- Valerie, ¿qué pasa?- Stefan se acercó a mi pero un gruñido por parte de Jacob lo alejó y ahora, él se acercó a mi con una mirada preocupada.
- Val preciosa, ¿estás bien? - solo asentí mientras repetía en mi cabeza la conversación.
Empecé a sentir cada sonido que se encontraba a mi alrededor, cada hoja que caía de los árboles, cada rama partida por algún ciervo y... una respiración, demasiado profunda para ser de algún pequeño animal del bosque y muy pausada para ser de algún ciervo.
-Valerie, ¿qué pasa?- Jacob me tomó de la cara y me hizo mirarle a los ojos.
-Hay alguien, alguien está en el bosque y alguien me lo ha dicho.- me fijé en sus ojos oscuros, aquellos que meses atrás habían cautivado a mi loba y a la vez la habían destrozado.
Todos los presentes menos aquellos que eran humanos olfatearon el aire pero nadie notó nada o eso pensé hasta que Stefan se giró para mirar hacia el bosque:
- Mierda, vámonos de aquí.
-Stefan, ¿quién es? ¿ qué pasa?- toda la manada se puso alerta mirando a mi pareja.
- Alguien que no trae nada bueno, Valerie, en serio. Vámonos.
Aplausos resonaron en el bosque, Jacob y Stefan se pusieron delante de mi en forma de protección, rápidamente les aparté buscando a mis hermanos y colocándome a su lado.
-Valerie, vuelve aquí.
-Cállate Stefan, no soy Elena, no necesito que cuiden de mi.
- Veo que has sacado el carácter de tu madre.- de entre los árboles salió una figura, era un hombre. Tenía el pelo rizado, a la distancia que me encontraba y con la oscuridad de la noche no distinguía el color, tenía un cuerpo musculado pero no en exceso y lo que a mi parecer fue una sonrisa demasiado conocida.- Stefan, debo admitir que me has ofendido.- rio de forma sarcástica.- Me caías mejor como destripador.
Mi mirada se intercalaba entre Stefan y el hombre que cada vez se acercaba más a nosotros consiguiendo que mi manada se pusiera a la defensiva. La mirada del hombre pasó rápidamente por todos los que nos encontrábamos en pie hasta que sus ojos se conectaron con los míos, y ahí lo vi, entre miles de recuerdos, dolor, muerte y odio, vi amor y no a cualquier persona, si no a mi madre y una frase se repetía constantemente en mi cabeza.
- Por y para siempre.- mi boca escupió aquella frase de forma inconsciente.
-Pequeña Zita, cuanto has crecido.- Su sonrisa pasó de la sarcástica-diabólica que en ocasiones se formaba también en mi rostro a una tierna y llena de nostalgia.
-Klaus, ¿qué estás haciendo aquí?- la voz del vampiro nos sorprendió a todos de forma que nuestra atención cambió de foco.
-Querido destripador, ¿no te alegras de verme?- el silencio inundó el lugar al igual que la confusión de toda la manada. Al ver que nadie hablaba, el hombre lo hizo con su mirada aún fija en mi.- Me presento, soy Niklaus Mikaelson, el temido híbrido original y...
-Mi tío- lo dije en un susurro a pesar de que todos menos la estúpida humana podían escucharme.- Tú me pusiste mi segundo nombre.-él asintió.
-Me enteré de que te encontraron y no tuvieron el valor de decírmelo así que vine por mi cuenta a ver a mi pequeña sobrina.
-No hacía falta, en unas semanas iría a Nueva Orleans, hablé con mi madre sobre eso.
- Si, lo se, también me lo dijo pero no me gusta esperar, eso lo sabe muy bien tú novio.- miré a Stefan quien no parecía muy contento ante la presencia del original.- Aparte hay otra cosa que me inquieta, no se si sabrás como se transforman los vampiros de nuestra especie.
-Si, tienen que morir con sangre de vampiro en su organismo.
-Exacto, tú ya has desarrollado tu lado vampírico, me gustaría saber como moriste y como seguiste creciendo.
- Eso es imposible, mi hermana en ningún momento murió es así desde niña.- Bajé la cabeza ante el comentario de Leah.
- Eso no es del todo cierto Leah.-Todos me miraron sorprendidos.- Un año antes de que los Vulturis vinieran a por mi mi corazón dejó de latir por unas horas, solo papá, Sue y los Cullen saben de esto, Seth estaba en casa de un compañero del colegio y tú saliste con una amiga.
Ahora todas las miradas cayeron en Sue quien tenía los ojos cristalizados, seguramente acordándose de ese día.
-Yo había pasado mala noche por eso me fui a acostar cuando os fuisteis, rápidamente me dormí, pero tuve un sueño, tiempo después descubrí que no era un sueño. Había un hombre y él me intentaba matar, por lo que parecieron unos minutos conseguí escapar de él pero después me clavó la pata de una silla justo en el corazón.-señalé la zona mencionada.- Tuve miedo ya que no podía despertarme pero apareció una chica y me dijo que estaría bien y empezó a pelear contra el hombre. Es lo último que recuerdo para después despertar con los Cullen, quien me miraron sorprendidos y con papá y Sue envueltos en un mar de lágrimas.- miré a la mujer mencionada y esta lloraba ligeramente.
- Harry y yo empezamos a escuchar ruidos que venían de tu habitación por lo que fuimos a ver que pasaba, intentábamos despertarte cuando una mancha de sangre empezó a expandirse por tu pecho y tu pulso paró, a pesar de las diferencias que teníamos con los vampiros, sabíamos que eran los únicos que podían ayudarnos, más que nada Carlisle así que los llamamos pero nada se pudo hacer, 3 horas más tarde despertaste tomando una bocanada de aire, en ese momento creímos que fue un milagro pero ahora lo entiendo, te transformaste.-Stefan, Klaus y yo asentimos mientras veía como las lágrimas caían de los ojos de mi manada.
-Hace años a la madre de mi hija le pasó lo mismo, solo que ella pudo salir sola y al ser una loba le dio pelea a su agresor, "mi padre"- hizo comillas con los dedos- ¿te dijo su nombre en algún momento? ¿o la chica?
-Me acuerdo de que él era un hombre de unos cuarenta o cincuenta y tantos, hablaba de matar a los vampiros, que eran un error, la chica lo llamo Mikael- noté la angustia en los ojos de mi tío.
- No le importó que fueses una niña, mucho menos que no supieses de nosotros. Él sabía que si tu morías mi hermana iría a la tumba contigo y con ella la familia se separaría.- se notaba la rabia en su voz, pero yo seguía sin entender, al contrario que Stefan quien rápidamente me abrazó ignorando el gruñido de advertencia de Jacob.- Ese hombre era tu abuelo Valerie, quien atacó a Hayley y lleva siglos intentando matar a toda la familia sin importar que ellos fuesen sus hijos.- Las palabras se estancaron en mi mente y me dejaron algo desconcertada, no diría que me dolió puesto que no conocí al hombre como le puede llegar a doler a mi madre y a mis tíos, solo sentí odio hacia él y hacia su retorcida mente.- ¿Te acuerdas de la chica?
- Si de ella sí, me dijo su nombre cuando me avisó de que todo estaría bien. Se llama Hope o se llamaba no se si seguirá viva.
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En los genes del lobo
FanficPAUSADA TEMPORALMENTE Valerie Vulturi vuelve a Forks después de casi una década y se encuentra con cosas que ni su deseo más anhelado podrá impedir.