En los genes del lobo

5-Stranger

Una vez Edward dijo el nombre de ese extraño el pueblo, un cosquilleo recorrió toda mi columna vertebral y mi interior me empujaba hacia allí, después de encadenarme a Jacob y que este me rechazase nada me ataba allí. Sin dudarlo me despedí de Edward con un abrazo y a los otros dos les asentí rápidamente para desaparecer del lugar. Mi hermana se encontraba sentada en el porche de casa.

-Leah, vamos dentro. ¿Cuánto llevas aquí?

-Desde que te fuiste de casa de Sam y empezaron a decir que no eras de fiar, Seth se quedó y está intentando convencerlos de que no es así.

Notaba la rabia en la voz de mi hermana, sabía todo lo que podría pasar con lo que le iba a decir a continuación, pero tengo la esperanza de que me entienda. Le ofrecí un sándwich y un zumo de naranja que gustosa aceptó, segundos más tarde llegó Seth el cual me quitó la comida recibiendo una mirada asesina de mi parte.

-Chicos, tengo que contaros algo, bueno más bien dos cosas, una puede ser buena para mi y sobre quien soy y la otra es mala para mi y para otra persona. Así que decidís vosotros.

-Yo creo que la mala ¿no? así luego nos alegramos con la buena.

- Bien pensado Seth, no sabía que podías hacerlo. Cada día me asombras más.- Sue entró a la cocina

- Leah, deja ya a tu hermano, ahora cuéntanos que pasa Val.

- Me he imprimado- la sorpresa en la cara de mis hermanos era visible y Sue simplemente tenía una sonrisa triste- y me ha rechazado.

-Pero, ¿es normal? osea, ¿se lo has dicho así de la nada sin que supiese algo de lo sobrenatural?

- No, Leah, es un metamorfo, de la manada y está enamorado de otra persona. Luego la otra, tal vez no os la toméis tan bien, pero estuve hablando con Edward y ha encontrado un pueblo, en Virginia. Resulta que allí hay más como yo, no híbridos si no vampiros y tengo que ir, necesito encontrar a mi familia.

-Te vas a ir, me lo prometiste, nos lo prometiste.

-Leah, escúchame...

- No, no pienso escucharte, ¿para que vuelvas a mentir? ¿para que me hagas falsas promesas?-por cada paso que avanzaba, ella retrocedía uno.

-Leah, voy a volver de verdad. Pero no puedo seguir aquí, por que se perfectamente quien es mi impronta y lo que me puede llegar a pasar si no desaparezco durante un tiempo, al igual que este viaje me puede ayudar con todas las incógnitas que tengo sobre lo que soy, el por que no pude entrar a casa de Sam, pero a esta si.

-Lee, Valerie tiene razón, entiende que es lo mejor para ella. Eso si, ¿quién es? por que nos habríamos enterado.

-Seth, no creo que sea lo mejor, tengo que coger las maletas y partir- en segundos me encontraba con las maletas en la mano- lo siento Lee.

Verla ahí con decepción y lágrimas en sus ojos me dolía muchísimo, pero se que es lo correcto, necesitaba encontrarme a mi misma y alejarme de Jacob Black o si no eso acabaría destruyéndome, me despedí de Seth y de Sue,por último, le di un beso en la frente pese a que ella negaba con la cabeza y me suplicaba que me quedase. Sin que ella pudiese hacer nada, me fui a velocidad vampírica escuchando un aullido desgarrador detrás mío, por instinto me paré sintiendo el remordimiento, pero este se acabó cuando en mi cabeza, una voz conocida se hizo presente. Mi loba gritaba ir hacia mi impronta, pero con el poco razonamiento que quedaba en mi partí rumbo hasta Virginia.

Horas más tarde me encuentro frente a un cartel que me da la bienvenida al extraño pueblo llamado Mystic Falls, adentrándome en él me di cuenta de que no sabía por donde empezar, no sabía a quién buscar o algún inicio sobre mi condición. En un momento de desesperación saqué el teléfono para llamar a Edward, con lo que no contaba es que una ráfaga de viento pasaría delante de mi alertando todos mis sentidos logrando ver que no era viento, si no una persona, una chica morena que se adentraba en el bosque, en ese momento no pensé en nada y simplemente me quedé con su olor para segundos más tarde seguirla. La muchacha llegó frente a una bonita casa con aire rústico y sin problemas se adentró en ella, sorprendida esperé cinco minutos y llamé a la puerta.

-Hola, ¿podemos ayudarte en algo?- una chica rubia me abrió la puerta, detrás suyo había una chica morena de tez oscura

- Hola, soy nueva en la ciudad y resulta que salí a dar una vuelta antes de llegar a mi hospedaje y me perdí.

- Caroline, deja entrar a la chica- una voz masculina se oyó al fondo y eso hice.

Dos chicos junto a la morena que seguí se encontraban en la sala. El moreno, le dio un codazo al castaño y sin darme tiempo a reaccionar se acercó a mi a una velocidad sobrenatural y me hizo mirarle a los ojos.

-Vas a callarte y no pondrás resistencia hasta que yo te diga- deshizo el contacto visual, su cara cambió completamente, venas salieron de sus ojos y estos se enrojecieron a un punto extraordinario,ahí lo supe, eran como yo, por lo que con un rápido movimiento paré su cara que en ese momento se dirigía a mi cuello.

-No, creo que eso no va conmigo, tendrás que buscarte a otra presa pero después de darme respuestas.

-¿Quién mierda eres?

-Me presento, soy Valerie Clearwater y nací así antes de que lo preguntes, hasta hace poco vivía en Italia y no había tenido casi contacto con humanos, quiero saber todo sobre mi especie.

- Y según tú deberíamos fiarnos de ti ¿por que?

- Por que necesito encontrar a mi familia, es lo único que me importa, mi familia y proteger a los míos.

- Stefan, ¿no te recuerda a alguien?

-Si Elena, pero no es posible, notaría si está cerca.

-Bueno querida extraña, vamos a adentrarte en el mundo sobrenatural.