1-I will be back

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Dentro de mi vida, todo era igual: controlar mi furia, intentar no transformarme dentro del castillo, investigar sobre la familia de mi madre y acostarme para el día siguiente volver a hacer lo mismo, o eso creía yo por que justo hoy, un día antes de que se celebrase San Marcos, la fiesta más esperada de todo Volterra, Aro me mandó llamar por un asunto en el que nuestra especie se vería expuesta y necesitaba mi ayuda.

- Querida, me gustaría presentarte a nuestro invitado, pero me temo que ya os conocéis- el chico que se encontraba en frente de los tronos se dio la vuelta y la poca sangre que me quedaba en esos momentos abandonó mi cuerpo.

-¿Edward? - mi amigo se encontraba demacrado, si ya antes era pálido por su inmortalidad, ahora lo estaba aún más, las cuencas de sus ojos estaban marcadas y a la vez negras, sus ojos carecían de brillo, definitivamente había cambiado, tanto que me costaba hasta reconocerle.

- Val...- tras un asentimiento de mi parte me acerqué a abrazarlo, le había echado de menos pero una pregunta rondaba mi cabeza "¿qué demonios hacía aquí?"- Es una historia muy larga y ahora mismo no tengo tiempo- en la mirada de mi amigo se podía ver la tristeza, la pérdida y la melancolía, solo que yo no sabía de que se trataba.

-Por eso mismo he mandado llamarte Valerie, Edward requiere que lo asesinemos- le dirigí una mirada escandalizada al vampiro de mi lado- y he pensado que tal vez podrías convencerle de lo contrario.

- Si, Aro- y sin nada más que decir me alejé de allí enfadada con Edward detrás.- ¿ En qué demonios piensas Cullen? ¿Puedes mantener la mente fría? solamente imagínate el dolor de Carlisle y Esme, perderían a un hijo o el de Alice, sois confidentes no puedes hacerlos eso. Es como si yo ahora me suicidara por el simple hecho de no saber nada de mi familia, de no poder dejar mi ira fluir y transformarme cuando lo necesite o por no poder haber visto a mi familia en años.

-Claro que he pensado en ello pero no puedo vivir sin ella Val, he encontrado a mi tua cantante y ha sido demasiado expuesta al peligro gracias a mi, y ahora está muerta. Prefería vivir lejos de ella sabiendo que está bien a que esté cerca mío corriendo peligro constante, pero vivir sabiendo que está muerta no es algo que esté en mis planes.

- Edward, lo siento pero debes pensártelo aunque sea un poco, aparte, los Vulturi no vana a aceptar la petición tan fácilmente, ¿por que crees que me han llamado a mi sino? Quieren que te unas al clan al igual que Alice.

-Lo se lo se y por mucho cariño que te tenga no pienso cambiar de opinión, lo siento enana.

- Mira, ahora es muy tarde allí, que te parece si cuando amanezca llamo a mi hermana y le pregunto que ha pasado.

-Ha saltado desde el acantilado de la Push, y no la vi salir, Alice tuvo una visión. Ayer en la noche llamé a su casa y me dijeron que su padre estaba organizando un funeral.

- Con más razón para llamar a Leah, solamente espera. -Aún sabiendo que mi amigo me ignoraría completamente intenté darle esa opción.

Con lo que no contaba es que al día siguiente, antes de poder llamar a mi hermana Edward se intentó exponer frente a todos sino fuese por una humana, la chica de la que me habló, Bella. ¿Pero quién había muerto entonces? Edward, la chica y Alice se encontraban en la sala en el momento que entré. La duende me miró sorprendida mientras que la castaña me miraba con un atisbo de miedo en su mirada. Sabía lo que Aro planeaba hacer y no podía dejar que eso sucediera a si que antes de que Félix y Demetri le pusieran la mano encima me puse delante suya gruñendo.

-Aro basta, no ha incumplido ninguna regla, era algo obvio que la humana supiese de la existencia de los vampiros teniendo en cuenta donde se encontraba.

- Es un buen punto a tu favor pero no podemos arriesgarnos.

-Yo misma  la transformaré, lo he visto. -Alice se colocó a mi lado de forma que ambas nos encontrábamos tapando a Edward.

Tras esa incómoda disputa los dos Cullen junto con la famosa Isabella salieron de la sala por lo que rápidamente me dirigí al que se ha estado haciendo cargo de mi en estos últimos años. Él sabía mis deseos desde que me trajo aquí y ahora que sabía que las cosas no iban bien por mi ciudad, tendría que dejarme ir o eso creo, por lo que con una sola mirada de súplica el pudo darme un asentimiento salí disparada hacia mis viejos amigos.

-Alice; Edward, ¿entra otro en el coche?- me enganché a los brazos de ambos vampiros

-Vale que hayas defendido a Edward delante de todos pero no creo que a los Cullen o a la manada les parezca bien que venga una Vuturi y menos después de lo que ha pasado en la reserva.

-Vale, Isabella

-Solo Bella

- Como te llames me da igual, pero creo que a todosles encantaría que yo fuese y más a los de la manada así que no hables sin saber por que te puedo destrozar ahora mismo sin utilizar mis dones.

-¿La manada queriendo a un vampiro? Lo dudo mucho...

-Claro que vienes Val, eso no había ni que preguntarlo- la contestación de Alice hizo que mirase a Bella con una sonrisa de autosuficiencia

- Yo no soy un vampiro normal, por cierto. Voy a por mis cosas, dadme 5 minutos.

Tal y como dije 5 minutos más tarde nos encontrábamos en un coche rumbo a Forks. Tal vez allí podría preguntarle a papá sobre mi familia materna, pero tenía un presentimiento, uno muy malo.

-Bella, cuando llamé me dijeron que Charlie estaba organizando un funeral, ¿de quién?

- Un momento, ¿Eres la hija de Charlie Swan? la pequeña Bella creció, te conozco desde que naciste- su cara era de confusión pura pero la ignoré

- Si, en verdad creo que las cosas van a seguir un poco tensas y más con ella - la miré por el retrovisor ya que me encontraba en la parte delantera con Alice- Harry Clearwater ha muerto, de un infarto, aunque Jacob dice que fue provocado por Victoria

Y con esas palabras mi mundo se vino abajo, sentí las miradas de ambos vampiros sobre mi, mi padre había muerto y yo no me había enterado, llevaba años sin verle y no volvería a hacerlo nunca, esto debe ser una jodida broma.

- Alice para el coche ¡ALICE! - ella paró y yo me bajé rápidamente, una vez fuera mi vista empezó a nublarse por las lágrimas y el aire abandonó mi cuerpo- No puede ser cierto, ¡DIME QUE NO ES  CIERTO!- me acerqué peligrosamente a la castaña siendo detenida por Edward, ella solamente asentía conmocionada y de un momento a otro la ira corría por mi cuerpo sentía que podía matar a todo aquel que se interpusiese en mi camino, si no fuese por que Edward me empujó lejos de Bella ella estaría hecha pedazos. Simplemente, me transformé en una loba negra con partes del pelaje gris.


En los genes del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora