𝐋𝐚𝐳𝐨𝐬 𝐃𝐞 𝐂𝐥𝐚𝐯𝐞𝐥 [𝔇𝔢k𝔲k𝔞𝔱𝔰𝔲]

25. Noche oscura

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Día XX del mes XX año XXXX
Siete meses atrás del tiempo actual.

En un bosque lejano y desconocido, un bosque donde transcurría serena una noche sin luna, una noche muerta y tristemente sumergida en densa oscuridad y mutismo...
una noche en la que había ocurrido un gran derramamiento de sangre.

Un alto mando del reino de Kamino había sido asesinado y torturado mientras viajaba de regreso a su territorio luego de haberse abastecido en la capital.
La caravana que lideraba, la cual rebosaba de armamento y resguardaba planos confidenciales; fue destruida, y de todo únicamente los documentos fueron hurtados.

Cadáveres de soldados decoraban el camino, fuego consumía las carretas cargadas con armas y aparte un cuerpo mutilado, que ya era irreconocible, seguía atado a un árbol...
Al parecer aquel "pobre" hombre, que atado a un viejo árbol había encontrado su final, no dejo este mundo sin antes entregarles a sus atormentadores lo que requerían.
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Valiosa información sobre las nuevas remodelaciones en el gran palacio de Kamino... o mejor dicho... la gran fortaleza de Kamino.

Los perpetradores, aun cuando eran superados en numero, fueron los vencedores en aquella batalla, pero aquella victoria resultó a un muy alto costo... ya que solo un escaso numero consiguió sobrevivir.
Su trabajado había sido metódico y con experiencia, procurando en todo momento llevarlo con la mayor rapidez y eficiencia, sin embargo resultó inevitablemente en una cruel matanza por parte de ambos bandos.

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Un robo que de tan solo información se trata, no seria ni más ni menos que obra de espías.
Y los espías son una plaga que debe ser exterminada inmediatamente.

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El silencio que una vez reinó en aquella noche sin luna fue interrumpido por fuertes ladridos de rabiosas bestias rastreadoras y voces fúricas haciendo eco en la negrura del paisaje.
Eran muchos soldados esparcidos en el marchito bosque, todos centrados en perseguir y eliminar a unas asquerosas "ratas" ; así con lámparas y bestias corrían sedientos de sangre, a por sus presas.

Un par de kilómetros más adelante de los buscadores, un pequeño grupo de personas se amparaba en la nocturnidad, silentes avanzaban a paso ágil entre los añejos arboles, abriéndose paso entre secos arbustos, delatando de su presencia tan solo el crujir de las hojas secas al pisar...
un grupo de cinco personas que agradecían con el alma aquella poca visibilidad que los resguardaba de sus persecutores.

_Jefe, ya no podemos seguir corriendo, nos atraparan._
Dijo exhausto, un hombre con mascara de madera, mientras corría con todas sus fuerzas.

_Tienes una mejor idea que correr, Kamui?_
Habló entre jadeos una mujer alfa de cabellos café y ojos gatunos.

_Hablo con el jefe, Shino. Además solo digo la verdad._
Le contestó aburrido del mal humor de la mujer.

_Pues todos ya lo sabemos, no tienes que recordárnoslo!_
La mujer estaba profundamente dolida... y su dolor se convertía en negro veneno que llenaba su alma de amargura.

_Estas insoportable, no tenemos tiempo para soportarte!_

_Pues yo tampoco quiero soportar tu maldito pesimismo, solo habla si tienes algo inteligente y útil que decir!_
La mujer no deseaba oír frases derrotistas, no podían permitirse siquiera pensar en el fracaso.
Su gente, aquellos soldados que ella misma había entrenado y amado como a hijos, yacían tirados en un camino y sus cuerpos jamás volverían con sus familias. Le dolía en el alma que la misión estuviera yendo tan mal... tan desastrosa... debía por lo menos lograr su cometido, así la muerte de sus niños no habría sido en vano.