𝐋𝐚𝐳𝐨𝐬 𝐃𝐞 𝐂𝐥𝐚𝐯𝐞𝐥 [𝔇𝔢k𝔲k𝔞𝔱𝔰𝔲]

7. Amigos

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Ya había amanecido, habíamos dormido junto a un tronco en el bosque y aún faltaba la mitad del camino a Tristán.

Sentí algo suave y sedoso frotarse contra mi cuello, abrí los ojos y me di cuenta que era el cabello de Katsuki.
Su cabello se veía puntiagudo e indócil pero en realidad era muy suave y fino, su cabello era un completo misterio.

Pero volviendo al tema, de alguna manera por la noche nos habíamos acercado hasta terminar así, Katsuki abrazándome y hundiendo su cabeza en mi cuello, yo devolviendo el abrazo y entre nosotros los pequeños Kota y Káiser parecían a gusto con el calor que les brindábamos. Todo era una situación un tanto vergonzosa, pero de alguna forma no me incomodaba, todo lo contrario, se sentía muy bien, extrañaba un poco el calor humano; y Katsuki no solo era muy cálido, sino también desprendía un aroma delicioso.

En verdad no tenía ganas de levantarme... pero todo tiene un fin, Katsuki-kun abrió los ojos y bueno, al percatarse de la situación los colores se le subieron a la cara.... probé de primer plano la fuerza de su magia de sangre.

*BOOOM!!!*

la explosión que me dio de lleno en la cara, me empujó hacia atrás dejándome un poco aturdido. Mis ojos no se equivocan, este chico tiene un tremendo potencial con la magia.

_Qué carajos, maldito nerd?!!..._ Estaba furioso, le tomó un momento evaluar la situación y darse cuenta que no estaba en posición de quejarse de nada y aun peor, había atentado contra la bella cara de su amo. _OH! DIOS! Mi señor, discúlpeme... yo... espere, traeré un poco de agua... lo lamento tanto._

_Tranquilo, estoy bien, no te preocupes._

Se sentó, tomó la pequeña cantimplora que el cenizo le extendió, para verter un poco de agua en su mano y así limpiar el hollín en su rostro.

_Kyuuu~!!!_ Chilló preocupado el pequeño dragón, para luego trepar por el brazo del pecoso y empezar a lamer su rostro.

_Tranquilo bebé, no tengo nada, mamá es muy resistente._ Dijo mientras acariciaba la cabeza del pequeño reptil.

_Lo lamento,... no le quedará ninguna marca, verdad? ... Lo siento tanto._ El cenizo se arrodilló frente a su señor, intentando ver el daño ocasionado.

_Ya dije que no debes preocuparte, no me quedará marca alguna. Mas bien estoy impresionado, lograste crear una potente explosión en una fracción de segundo, que para un mago experto le tomaría un par de segundos hacerlo. Y otra cosa que me sorprende, es que Kota no llorará con el estallido. Es un niño muy valiente._ acarició la cabeza del bebé, quien veía tranquilo la escena.

_... Kota esta acostumbrado a verme hacer explosiones, no le incomoda el sonido... esto?... señor, no esta molesto?_

_No, para nada. Me sorprendió a mi también despertar contigo abrazándome._

_YO?! Tu estabas abrazándome!... digo usted estaba..._ dijo mientras sentaba a su flemático hijo sobre sus piernas.

_No es lo tuyo ser formal, no te preocupes y habla como desees, ¿no te lo dije anoche?_