Capítulo V - see deep down in my soul.

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Toda la manada se reunió en loft una vez escucharon el rugido.

- Derek, ¿qué pasó?, ¿por qué Scott está desmayado?. - dijo Liam.
- ¿Por qué huele diferente? - Malia se acercó al chico que ahora estaba en el sofá.
- ¿Por qué huele a Stiles también? - dijo Isaac curioso.

Unas alas aparecieron detrás de Derek, asustando a todos en la sala. Lydia ya sospechaba algo y sonrió. Stiles asomó su rostro en el cuello del lobo y este sonrió.

- No se hagan, ya sabían que era yo. - el menor ocultó sus alas y sonrió más alegre que de costumbre.
- ¡Stiles! - Malia iba a correr a abrazarlo, pero el mayor rugió y sus ojos cambiaron a un rojo profundo, asustando a todos.
- Derek... - susurró Lydia.
- Derek es el alfa verdadero ahora. - dijo Stiles, abrazando al mayor. - Mi alfa.

El lobo olió su cuello y Stiles rió. - Me haces cosquillas, Der.
- ¿Der?
- ¿De qué me estoy perdiendo?
- Stiles, ¿qué haces? - Malia estaba consternada.
- Malia, lo siento, pero... - suspiró. - Derek es mi alma gemela.

La chica observó a Stiles fijamente. - O sea que, ¿estás terminando conmigo?
- Lo siento mucho, pero... - El chico observó a todos en la sala. - no es por esto que todos están aquí.

La puerta se abrió y el Sheriff junto a Parrish entraron al loft. Lydia se tensó al ver al oficial entrar, lo que Stiles notó enseguida, sonrió pero rápidamente cambió su rostro a uno serio al ver al Sheriff.

- Chicos, escuchamos unos... Stiles, hijo.
- Hola Noah.
- ¿Qué haces aquí?, ¿por qué abrazas a Derek?
- Noah, Derek es mi pareja.
- ¿Qué?, Stiles, ven acá enseguida. - el Sheriff iba a alejar al chico de Derek pero una muralla invisible se puso entre él y la pareja. - Stiles, ven aquí enseguida.
- No eres mi padre, Noah, no tienes derecho sobre mí.
- Claro que sí, llevas mi apellido y mi sangre.
- ¡Eso no es cierto!

Las alas del chico aparecieron, botando sin querer a Derek y volando sobre el techo.
- Lucifer aún no te ha dicho nada, ¿no?
- ¡Chicos, estamos aquí por otra cosa!
- ¡Isaac, cállate! - rugió Stiles, el chico alzó las manos.

El chico seguía flotando y sus ojos se iluminaban en un verde. El cielo se tiñó de rojo y los cuervos volaban cerca del lugar golpeando las ventanas del loft.

- Miezcyslaw, no estás en el bosque, tranquilízate. - susurró Lucifer.
- No me importa, van a decirme ahora lo que está pasando.
- Stiles.
- ¡Ahora! - rugió, haciendo temblar el lugar.

Por la puerta, entró otra persona.

- Derek, ¿qué está pasando?

Stiles observó a la voz y gritó con más fuerza, se lanzó hacia la mujer y la hizo levitar ahorcándola.

- ¡Tú eres otra que tiene mucho que explicar!
- Suéltame. - dijo con la voz cerrada.

Stiles la lanzó y le quitó la vista para que no pudiera arrancar.
- ¡¿Qué me hiciste, mocoso?!
- ¡Cállate!
Lucifer tomó a su hijo por los hombros y lo tranquilizó.
- Hijo mío, sabrás todo a su debido tiempo, debes encargarte de lo que tienes en la esquina del departamento ahora.
- Stiles, no lo escuches. - gritó el Sheriff.
- ¿No quieres ganar tiempo para inventar alguna excusa?, perfecto, mi amado Noah.
- ¡No me llames así! - el hombre sacó su pistola y apuntó a Lucifer.
- Tendremos esta conversación. - dijo Stiles. - Pero no ahora.

El chico se acercó a su lobo y acarició su rostro sanando inmediatamente sus heridas debido al golpe.
- Lo siento por lanzarte, no quería hacerlo.
- Tranquilo, no lo hiciste a propósito. - el lobo besó sus manos y su mejilla.
- ¿Vas a hablar con ella?
- Sí, aquí y ahora.

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