Capítulo XIII - the end of the world.

1.6K 159 8
                                    

Era el final del tercer día, ya estaba amaneciendo y el cielo rojo se iluminaba en la luz del día.

- Chicos, ya amaneció. - dijo Liam, mirando hacia la ventana.
- Es el día. - dijo Theresa cansada. - Alexandra, para hacer lo que tienes que hacer, tengo que morir.
- No, Theresa, por favor.
- Así es, mi niña. - La mujer le acarició el rostro y sonrió algo triste.

Un temblor enorme asustó a todos, mientras que en el centro de la ciudad una sombra negra se originaba. Derek sentía a su alma gemela y corrió hasta el Camaro como pudo, la manada lo siguió y llegaron hasta el centro comercial, el cuál se estaba derrumbando debido a la fuerza del menor.

Derek se bajó de su auto y observó a su luna en el cielo, con las alas tan negras como la tinta a la vez que sus ojos tenían el mismo color. El menor reía y observaba el caos que se originaba en la ciudad y en todo el mundo.

El fuego en la tierra comenzaba a encenderse, aviones caían y los canales de televisión daban su última transmisión.

"A mis hijos que están en casa, espero que estén a salvo, a mi esposa, te amo"
"¡Es es apocalipsis, no podemos evitarlo, ni siquiera el presidente!"
"Encuentren refugio, estén a salvo, y por favor... oren por nuestras vidas"

Stiles estaba flotando en el cielo rojo. Derek observaba a su chico y no lo reconocía, era otra persona, otro ser.

- ¡Amor, nadie puede detener esto, pero tú sí puedes!
- Mi amor, este es el fin de los tiempos, ¡está escrito! - gritaba y reía.

El chico se encontraba furioso, sus alas se tiñeron de un rojo y en ellas había sangre, al igual que en todo su cuerpo.

- ¡Amor, mi luna, por favor reacciona!

El grito del chico fue tan poderoso que destruyó casi todos los edificios cerca de la ciudad. En todo el mundo habían terremotos, tsunamis, las plantas nucleares explotaban, Corea del Norte lanzaba misiles nucleares a Estados Unidos pensando que ellos fueron los causantes de la gran atrocidad.

El cielo se hacía cada vez más rojo, ya no había salvación, Lucifer reía a un lado de su hijo.

- Mira todo este desastre, estás haciendo un gran trabajo, hijo.

La manada se encontraba unida observando la escena con lágrimas en sus ojos. Alexandra no podía con todo eso, pensaba en todo su aquelarre, solo quedaban tres, Theresa, quien se encontraba débil, Mallory y ella.

No pudo evitarlo y la chica con sus fuerzas atrajó una enorme rama puntiaguda y de ella salía acónito.

El chico miró hacia las tres brujas y observó la escena como un deja vú. No iba a dejar que Derek muriera.

- ¡Alto! - gritó Stiles.

Todo en el mundo paró en un instante, todo había vuelto a la calma, al menos por un instante.

- ¡Dejaré que todos den su última despedida y luego vendrá el fin! - dijo el chico mientras sonreía macabramente y desaparecía.

El cielo se volvió azul y la calma había vuelto, quizás no sería por tanto tiempo. Nadie de la manada entendía lo que estaba pasando.

Por mientras, el chico se encontraba en la mansión Hale, junto a Lucifer.
- ¿Qué pretendes hacer, hijo mío?
- Primero que todo, tengo que traer a mi familia y ponerlos a salvo.
- ¿Vas a decirle?
- Tiene que saberlo. Él presenció como mi estómago crecía más y más.

El menor abrió la puerta y corrió hacia la habitación que era antes de Derek. Un niño que lucía de tan solo 3 años se encontraba en ella jugando. Su piel era tan blanca como la nieve con su rostro cubierto en lunares, tenía unos ojos verdes tan hermosos como el pasto y los árboles y sus cejas eran iguales a las de Derek.

invisible string - SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora