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Especial Halloween: devil's night

Faltaba un día para Halloween y la manada quería celebrarlo en grande, y como recientemente no había ningúna invasión o ataque en el pueblo ni muertes extrañas o gente desaparecida, aprovecharon para ir a Los Angeles.

Isaac estaba encargado de buscar el hotel y Lydia de las atracciones. Mientras tanto, Derek y Stiles se encargaban de que todos tuvieran sus cosas listas.

Había mucha tensión entre los dos estando en la misma habitación.

- ¿Ya tienes tus cosas listas?, ¿tus maletas?, ¿tu ropa?, ¿tu cepillo de dientes?, ¿tu...
- Stiles, cállate.
- Solo era una pregunta, lobo amargado.

Derek rodó los ojos, pero en el fondo le encantaba que Stiles se preocupara de él.

- ¡Ya tengo el hotel!, y nos queda demasiado cerca de todas las atracciones.
- Muy bien, ¿y...
- ¿Cuál es ese grandioso hotel?
- El Hotel Cortez.

Stiles sintió un enorme escalofríos en su espalda al solo escuchar ese nombre.

- Espera...
- Se supone que está embrujado, pero debe ser para llamar la atención.
- Entonces, ya estamos listos, suban sus cosas a los autos mientras los chicos lleguen y nos iremos inmediatamente.
- ¡Esperen! - gritó el chico.

Derek y Isaac observaron como el chico palideció.
- Stiles, ¿qué pasa?
- No me da buena espina ese hotel.
- Pero tiene muy buenas reseñas en internet.
- ¿Estás seguro de que es un lugar... seguro?
- Stiles, las reseñas en internet no mienten. - dijo Derek rodando los ojos.
- ¿Y tú sabes mucho de internet?
- A ver, no quiero que se corten la garganta el uno al otro, o más bien, Derek a tí, Stiles.
- Está bien, está bien, pero... sigo diciendo que me da mala espina ese hotel.

Scott llegó junto a Kira alegremente.
- ¡Los Angeles, ahí vamos!

Una parte de la manada iba en el auto de Lydia y el resto en el Camaro de Derek. Stiles iba sentado junto al lobo y Liam junto a Malia y Isaac.

El menor estaba demasiado nervioso mientras observaba el paisaje afuera de la ventana. No iba a mentir, una de las razones era Derek y la otra era ese hotel.

- ¿Qué pasa?
- ¿Hm?
- Ya me oíste, no voy a repetirlo.
- No es nada, Der.

El chico se acurrucó en su asiento cayendo dormido al mismo tiempo. ¿Der?, Derek escuchó ese apodo y sonrió un poco.

- Creo que todos escuchamos lo mismo, ¿no? - dijo Isaac riendo bajo.
- Pues sí, a excepción de Malia que ya está dormida.
- Silencio.

El viaje fue algo largo, habían salido muy temprano de Beacon Hills y llegaron a Los Angeles alrededor de las cuatro de la tarde. Ya todos estaban despiertos y descansados, a excepción de Derek que curiosamente tenía bastante energía.

Dejaron los autos en un estacionamiento cerca del hotel, ya que este no tenía, sacaron sus maletas y se dirigieron allí.

Stiles antes de entrar observó la gran entrada curiosamente, tenía un presentimiento muy malo.

- Vamos, Sti. - dijo Derek guiñándole.

Tal vez no sea tan malo, pensó Stiles sonriendo.

Entraron al hotel e inmediatamente sintieron que algo no encajaba, al llegar a recepción no había nadie.

- Hay algo raro en este hotel. - dijo Lydia.
- Se los dije, y nadie quiso escucharme.

Liam tocó la campana de recepción y una anciana con lentes entró.
- ¿Tienen reservaciones?
- Sí, las reservé hoy en la mañana. - dijo Isaac.
- Muy bien, serían $300 dólares.
- ¡¿Trescientos?!
- No hay WiFi y algunos cuartos no tienen recepción para celulares.