Sueños pendientes

Fin de semana inesperado

•Sueños Pendientes•

TESSA

Desde que llegué a California confirmaba que el tiempo era muy corto y que la vida se pasaba en un cerrar de ojos, ya llevaba dos semanas viviendo con mis padres y hasta el momento había sobrevivido. Mi familia ha tratado de reparar el pasado para tener un presente pero bueno, el tiempo diría la verdad; mi hermana por otro lado era lo más lindo y mis dos hermanos iban por su camino como yo lo hacía y los aguantaba un poco más con ayuda de Liam en la relación con Luke. Por el lado del colegio Sofía y Luna se convirtieron en mis compañeras de almuerzo y de clases, de hecho este fin de semana iban a hacer una fiesta en casa de mis odiosas primas, sería la primera fiesta en California y claramente iría para molestarlas y tratar de hacer vida social al menos por un momento.

A mis primas simplemente las he ignorado y ha sido la mejor respuesta a todo sin necesidad de ponerle empeño al hecho, me di cuenta que son personas que viven por la atención de las personas.

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El fin de semana llegó y por la noche las chicas vinieron a mi casa para arreglarnos juntas y salir directo a la casa de las gemelas, al llegar la reacción de ellas al verme fue asombrosa y esperada.

- Hola primitas, que lindo verlas - dije falsamente y irónicamente.

- Ugh, Tessa está acá - dijo una de ellas fingiendo igual que yo.

- A la familia no se le niega la entrada ¿verdad? - dije riéndome en la cara de ellas y poniéndolas a un lado para entrar.

La fiesta estaba muy aburrida pero de vez en cuando veía a mis primas enfurecidas por mi presencia y con sólo eso me daba una excusa para quedarme aunque no fuera del otro mundo la fiesta. Duré un poco más en el lugar pero ya no podía más y además ya había cumplido mi objetivo, era hora de partir pero había un gran problema, no encontraba ni a la chicas, ni a mi hermano o a alguien conocido y eran las 2 de la mañana entonces no había nadie en la calle y era muy peligroso, uff que suerte la mía.
Decidí salir por un poco de aire porque era lo único que podía hacer, en el jardín estaba alguien de espaldas, se me hacía conocido pero no lograba ver quien era y no le tomé importancia ya que podía ser cualquier persona, me quedé un rato parada viendo la calle sin hacer ruido hasta que por alguna razón se volteó la persona y sus ojos fuero directo a los míos, me encontré con mi enemigo y amor de infancia, nuestro querido vecino.

Jacob Hamilton.

No sabía que hacer estaba sola y no encontraba a nadie, después de verlo a él me senté en una banca y duré mucho tiempo ahí viendo a la nada ignorando el hecho de que había visto a Jacob. Él también se tomó su tiempo porque no interrumpió mis pensamientos hasta que por alguna manera se sentó al lado mío sin decir una palabra y al hablar interrumpió mi momento de paz y de pensar una salida de ese lugar.

- Tessa, nos volvemos a encontrar, no se qué pasó contigo porque hace años que no te veía pero mira lo que nos trae el destino, por cierto estás muy guapa - dijo con una sonrisa coqueta.

- Jacob, te diría que me alegra verte pero no es así, además es una fiesta y te encuentras a todo el mundo, no es la gran cosa - dije sonriendo sarcástica.

- Que humor que te traes - dijo sonriendo - Veo que estás sola y con urgencia de irte, ¿quieres que te lleve? - dijo él.

- Tan querido tú, ¿desde cuando? - dije rodando los ojos- Me perdí de mucho pero sabes, está bien y sólo acepto porque no tengo opción - dije estresada.

Después de esa conversación nos dirigimos al carro de él para tomar nuestro camino a casa, no sabía si había sido algo bueno encontrármelo o sólo otro dolor de cabeza pero lo que si se es que minutos después llegamos y a pesar de todo me había hecho un muy buen favor pero con él nada era gratis, no me dejaba salir.