One Shots || Naruhina

Guerra

AVISÓ ANTES DE COMENZAR EL CAPÍTULO: traigan sus pañuelos porque puede que vayan a llorar xdxd

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La guerra había comenzado, todas las naciones unidas contra un mismo enemigo...Obito y Madara. Aquellos que estaban amenazando el bien del mundo ninja, la desesperación en el campo de batalla era palpable ante enemigos con un poder impresionante y como se trataba de dar ánimos a aquella alianza formada por el bien del mundo.

Peleaban con todo lo que podían, era lo único que podían hacer, se sentía inútiles ante los poderes del enemigo pero luchaban, peleaban con toda su fuerza, gastando todas sus energías.

Naruto daba todo de si en esa batalla pero el cansancio era inevitable y por un momento se dejó caer con una rodilla al suelo para tomar aire. No se había dado cuenta del ataque que iba dirigido hacia su persona, todo estaba pasando muy rápido, una jóven Hyuga detectó el ataque las estacas de madera que iban hacia el rubio y rápidamente se colocó frente a él alzando sus brazos.

Neji veía todo desde una distancia considerable, con su Byakugan visualizo las estacas y comenzó a correr.

»Que llegue a tiempo, que llegue, Hinata-sama« pensaba el Hyuga con su rostro lleno de preocupación y dolor, no quería ver a su querida prima morir, el tenía que cuidarla, ese era su trabajo y no solo eso, salvar a la personas que creía su hermana.

Pero lastimosamente no pudo llegar a tiempo, las estacas de madera pararon en el cuerpo de Hinata, Naruto miraba todo en shock y con una notable expresión de dolor, tomaba el cuerpo de la Hyūga entre sus brazos. Neji se había detenido frente a ellos y cayó de rodillas ante esa escena, sintiéndose culpable y con un dolor y tristeza que pareciera imposible quitar de él.

—¡Un ninja médico! ¡Por favor, rápido!— el rubio gritaba por ayuda, por alguien que pudiera ayudar a la azabache pero nadie iba. —¿Por qué? Hinata, ¿Por qué lo hiciste?— las manos del ojiazul temblaban y no sabía que hacer, sangre bajaba por la boca de la chica y respiraba con dificultad por el dolor tan intenso que sentía, se iba sintiendo más liviana. Al escuchar esa pregunta venir del rubio solo pudo sonreír levemente.

—Naruto-kun...yo...siempre te he amado— declara la chica sin dejar de sonreír, el rubio no podía con la sorpresa, sus ojos abiertos como platos, mirando fijamente a la Hyūga.

Los amigos de la chica veían todo sin creerlo, Shino y Kiba habían corrido hacia ese lugar donde su mejor amiga y compañera se encontraba y Akamaru no pudo evitar soltar un aullido de dolor.

—A mi...no me importa morir...si con eso yo...puedo pro-protegerte— escupe sangre mientras hacía una leve mueca de dolor, su mano va lentamente hacia la mejilla del rubio y acaricia está con lentitud, una suave caricia que por un instante tranquilizó al rubio. —Tu sonrisa me salvó, Naruto-kun— el chico abre los ojos, un recuerdo salta a su mente, la invasión de Pain, cuando esa misma chica casi muere solo por querer salvarlo y que se le había...confesado. Realmente creyó siempre que la chica lo quería como un amigo, que le gustaba como era pero...¿Lo amaba?, ¿Tanto para dar su propia vida? —Se que...lograrás todo lo que te propongas...se que, serás el salvador de este mundo...te convertirás en Hokage— la Hyūga soltaba pequeñas lágrimas y el rubio se había quedado mudo. —Gracias por...darme confianza en momentos en que no creía que tenía...por salvarme cuando estoy en peligro...por defenderme aún sin conocerme...por haberme dejado ser tu amiga y compañera...te amo Naruto-kun— en ese último suspiro se fue su vida, el rubio apretó el cuerpo frío e inerte de la Hyūga al suyo.

Kiba, Shino y Akamaru se agacharon frente a su amiga y no pudieron evitar las lágrimas, Akamaru lloraba mientras frotaba su cabeza en el cabello de Hinata. Neji apretaba sus puños sintiéndose impotente, inútil, sentía tanto dolor por aquella pérdida. Hiashi había dado la espalda a la escena y pensaba con una mirada hacia el cielo »No pude protegerla, Hana...no pude protegerla«