One Shots || Naruhina

Amor de Verano

Caminaba por la orilla de la playa, una jóven chica pelinegra, tez blanca y ojos tan parecidos a la luna, su traje de baño de dos piezas de un color naranja. El sol pegaba contra su piel y las olas se movían despacio.

Hace días que había iniciado el verano y su familia había decidido salir en un viaje para festejar este y relajarse, pero eso es lo que menos ha estado haciendo. Hace días que había sido rechaza de la manera más humillante por el chico que quería, delante de todo el colegio, actualmente era la burla de este y aunque sus amigas tratarán de ayudarla, lo único que podía hacer era pensar en eso.

Se sentía dolida, humillada, avergonzada, decepcionada, enojada, triste, tantas emociones mezcladas que hacían que se sintiera terrible que ni un viaje con su familia podía despejar esos pensamientos.

—¡Hinata!— exclama Hanabi, la hermana menor de la chica, corriendo tras ella para alcanzarla.

Aquello saco a la pelinegra de sus pensamientos y se volteo por el llamado de su hermana.

—¿Si?, Hanabi— una sonrisa falsa se posa en sus labios, podría sentirse terrible pero no quería que su familia se diera cuenta de lo mal que estaba.

—¡Vamos a nadar!— exclama con emoción la pequeña niña, una sonrisa radiante se encontraba en sus labios y ella no quería que esa sonrisa se desvaneciera por su negativa, así que, sin realmente quererlo, acepto su invitación y fueron juntas tomadas de la mano hacia el mar.

Pero de un momento a otro la marea subió y las olas eran muy fuertes, su hermana y ella se encontraban lejos de la orilla y venía una ola muy alta, no tocaban la arena así que Hinata solo empujaba a su hermana mientras ella nadaba, la pelinegra no sabía nadar así que se le hacía difícil, hasta el punto en que no pudo más y se canso, la ola se la llevó, trataba de salir debajo del agua sin éxito alguno, su visión comenzó a ser borrosa, el oxígeno faltaba en sus pulmones y poco a poco comenzó a cerrar los ojos y su cuerpo dejo de moverse, dejándose llevar por el cansancio.

'Yo...¿Moriré?' eso fue lo último que pensó antes de caer inconsciente.

Los gritos de Hanabi se hicieron escuchar por las personas alrededor.

—¡Mi hermana!, Por favor ¡Ayuden a mi hermana!— la chica comenzó a gritar mientras lágrimas bajaban por sus mejillas, Hiashi y Hana se acercaron hacia su hija menor, la cual había podido llegar a la orilla sana y salva. —¡Mamá, es mi culpa!, Seguí nadando sin ver atrás, la ola se la llevó— la pequeña lloraba con la preocupación impregnada en el semblante, su hermana mayor, su querida hermana mayor podría estar muerta y ese pensamiento la hizo sentirse destrozada.

De repente, ve a un rubio correr hacia el agua, este estaba con un short de playa y sin camisa, al estar en lo más profundo se adentro en este, buscando desesperado, sale del agua para tomar aire y se adentra nuevamente, las olas seguían pero a él no le importaba, si él podía ayudar a alguien o salvarla, lo haría sin problemas.

Al volver a adentrarse bajo el agua pudo ver el cuerpo de la chica hundiéndose y rápidamente la tomo entre sus brazos y se la llevó hacia arriba, al salir toma aire, sus pulmones habían comenzado a arder por la falta de aire, con rapidez para que otra ola no los tomara de sorpresa, nado con rapidez con la chica tomada de la cintura y cuando ya estaban cerca de la orilla puso su brazo bajo sus rodillas y su otra mano tras su espalda y llegó hacia la arena, justo donde estaba su familia.

—¡Hinata!— Hana lloraba con preocupación acercándose al joven que había salvado a su hija pero está se encontraba inconsciente y un sollozo se escapó de sus labios.

El rubio la acuesta en la arena y acerca su oído hacia el rostro de la chica, sin poder escuchar, ni sentir su respiración, así que comienza a realizarle primeros auxilios, colocando sus manos sobre su pecho y haciendo presiones sobre este. Inclinó su cabeza hacia atrás y levantó su barbilla hacia arriba, cerró su nariz con su mano y posicionó su boca sobre la de la chica y dió dos respiraciones lentas, vio su pecho y no pudo ver rastro de que seguía respirando.