One Shots || Naruhina

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-¡Hokage-sama!- una voz alterada entraba a la oficina del actual Hokage de Konoha, Uzumaki Naruto.

Naruto no levanta su mirada de los documentos que tenía en sus manos, en ese momento le preocupaba terminar su trabajo rápidamente para así poder tener un descansó con su adorada esposa, Hinata Uzumaki.

-¿Que ocurre?- murmura frunciendo ligeramente el ceño.

-Hi-hinata-sama- nervioso se escucha la voz de aquel ninja y al escuchar el nombre de su esposa levanta la mirada rápidamente soltando los documentos que tenía que firmar sobre la mesa y lo mira expectante.

-¿Que paso con Hinata?- habla serio pero en su semblante se notaba la preocupación por la forma en que llego aquel ninja a su oficina a interrumpirlo tan abruptamente.

-E-ella...está gravemente herida en el hospital de Konoha, está siendo atendida por Sakura-san pero, la situación está complicada-

En ese momento queda paralizado en su asiento, su mente repetía una y otra vez lo que aquel ninja le acababa de decir, cerraba los ojos fuertemente esperando despertarse de un sueño, pero no era así.

-¿Ho-hokage-sama?- trata de llamar su atención y Naruto agita su cabeza de un lado a otro.

Se levanta de su silla y sale a una increíble velocidad de su oficina pasando por un lado del joven dejando su cabello en el aire por tal velocidad.

-Esto no puede estar pasando- murmura con una expresión sería, no sabía como actuar en ese momento, se trataba de la vida de su esposa ¡Mierda!, Se sentía tan impotente e inútil al no poder protegerla.

Cierra sus ojos y de un momento a otro al abrirlos se ve acostado boca abajo en el suelo de una destruida Konoha, con baras por todo su cuerpo evitando así que pudiera moverse.

-¿Que? ¿La invasión de Pain?- de repente observa como ve pasar a Hinata por el rabillo del ojo, apuntando su palma hacia Pain, que fácilmente esquiva su ataque.

-¡No dejaré que toques a Naruto-kun!- exclama una Hinata totalmente sería y decidida.

"Esto otra vez no..." Piensa Naruto cerrando los ojos fuertemente, lo que menos quería era verla herida y sin poder hacer nada.

-¿Refuerzos?- la voz grave de Pain se logra escuchar.

-¡¿Porque viniste aquí?!- de los labios del rubio salen esas palabras inconscientemente -¡Huye rápido! ¡No tienes oportunidad contra el!- Su tono de voz era de pura desesperación y preocupación.

-Se que estoy siendo egoísta-

-¡¿De qué hablas?!- vuelve a exclamar el rubio, tratando de que lo escuchará y se fuera -¡No necesitas estar aquí! ¡Es muy peligroso!-

-Estoy de pie aquí por mi propia voluntad- sus palabras se escuchan con seguridad, no tartamudeaba ni dudaba, era como ver a una Hinata completamente distinta -¡Está vez te salvaré!- Naruto la miraba fijamente escuchando sus palabras, pero la preocupación por Pain no se iba de el, en ese momento quería abrazarla y llevarla lejos de ahí, dónde nadie pudiera hacerle daño -Siempre llorando y siempre rindiendome desde el principio, seguía pensando que todo lo que hacía estaba mal, pero tú me mostraste el camino correcto, Naruto-kun. Siempre te he estado persiguiendo, siempre he querido alcanzarte, caminar contigo...Estar contigo...Me cambiaste Naruto-kun, tu sonrisa me salvó, por eso es que no tengo miedo...a morir protegiéndote. Porque...Te amo, Naruto-kun-

Los ojos del rubio se abrieron de la impresión, en ese momento no lo entendía muy bien, pero ella estaba dando su vida para protegerlo y no solo como un simple amigo, como pudo ser tan idiota. Cierra los ojos con fuerza maldiciendose mentalmente por sus errores cuando los vuelve a abrir ve como Hinata estaba al lado de Pain y el sacaba una vara de la manga del brazo, su mirada cae en Hinata y sus ojos se llenan de lágrimas. Lo próximo que pudo alcanzar a ver era como Pain sin piedad alguna metía esa vara en el cuerpo de la Hyūga.