Mi mundo

368 19 2
                                    

Papá murió hace menos de un mes, poco más de medio año después que mamá y yo, como la hija mayor y la heredera de esta casa que tanto les gustaba, debía ir a ordenarla.

Me encontré un álbum de fotos, todas hechas por mamá, mi primer cumpleaños, el de los mellizos, de mi graduación, de cuando David acabó la universidad, de la boda de Júlia e Irune, de cuando adoptaron a Gilbert, las dos veces que María fue madre, que bien captó la sonrisa de David al ver a su primera y a su segunda hija. Míos no hay ese tipo de recuerdos, yo nunca he querido formar una familia, a veces veía a papá y a mamá tan felices que me lo replanteaba, pero no es lo que yo quiero, hay fotos mías de cuando estuve en la India, en Argentina, Polonia, Suecia, Japón, he viajado tanto, todo se lo debo a ellos. Y ahora me toca quedarme aquí y seguir con la discográfica que papá fundó.

También hay fotos del tío Fla y la tía Sam, lloraron tanto al enterarse de la muerte de papá.

Encontré una carta suya y hoy, semanas después, me atrevo a leerla por primera vez.

Hola, Anne Lukin.
Te echo de menos y creo que tú a mí también.

Echo de menos tu risa, tu mirada, tus enfados y tus caricias. Añoro como dejabas libre el lado derecho de la cama para que yo me tumbase y como corrías por la casa solo porque yo había hecho algo mal.

Recuerdo tu mirada reflejada en el mar de Ceuta, como destaca tu palidez en el desierto, sigo yendo a cenar a la Luna Roja una vez al mes, aunque ahora lo haga solo, sigo contándote, aunque ya no me escuches, sigo mirando a las estrellas en tu busca. Aún veo Friends, no es la mejor serie del mundo y ya tiene muchos años, pero a ti te encantó hasta el último de tus días y a mí me encantas tú.

Sigo escuchando tu risa, sigue llenando cada rincón de esta casa que tanto adorabas, sigue en el río, en la plaza del pueblo, en la discográfica, sigue incluso en el silencio de la noche.

Y, por encima de todo, sigues tú, en mi corazón, en cada rincón de mi cuerpo, y en cada parte de este maldito mundo que ya no es nada, porque tú eres mi mundo.

Por cierto, al final descubrí la receta del bizcocho de chocolate de Mai, se enfadó bastante.

Sigo sin poder cantar Wicked Game sin ti, ni recordar Moon River sin imaginarte subida al escenario. Esta Navidad, el chocolate caliente no sabía igual, en estos meses nadie se ha olvidado las llaves y todo, de alguna manera era mucho más monótono sin ti.

Al final sin ti no tengo ni fuerzas sin ti y si que fuistes y siempre serás mi último beso.

Al final, Jamás me olvidé de ti.

Gèrard Rodríguez

Jamás me olvidé de Ti [Geranne]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora