La calle del Silencio

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Volvieron a Valencia hace más de cinco semanas, cinco días después de que la familia de Anne abandonase la ciudad, volvieron a comer juntos dos días después del incidente, la diferencia fue que también comió la familia de él. Fue bien, mucho mejor de lo que ambos creyeron, incluso rieron y disfrutaron todos juntos, se contaron anécdotas y se conocieron mejor, Eduardo se relajó bastante, Mimi contribuyó en gran parte pues se mostró relajada y serena, hablando cuando debía y callando cuando era necesario. Es una mujer bastante prudente y ha ayudado a su hijo incluso sin que este se lo pidiese, es una gran madre y una gran persona.

El piso se les queda pequeño y, si les sale bien su intención, en poco no cabrán allí, y menos con un bebé. Necesitan mudarse y eso es algo que no pueden posponer, por eso en el momento en el que llegan a la ciudad se plantean diversas cosas, la primera ¿dónde? Pues en un pueblo del sur de la provincia que no conocen de nada, solo saben que vive la tal Joana, la amiga de Samantha que es la madre del bebé de Nick y Hugo y como se cayeron muy bien pues va a ayudarles con su nueva vida. ¿En qué zona? En una no muy céntrica, mejor una casa donde los niños puedan corretear, el pueblo no es muy grande y en veinte te lo recorres perfectamente de una punta a la otra. ¿Presupuesto? Pues su nueva amiga Jordina les ha encontrado una bastante asequible, han hablado mucho con ella y están en constante comunicación, ya se llevan bastante bien, la casa parece perfecta, irán en unos pocos días para verla y acabar de resolver dudas, además hablarán con el propietario y se conocerán mejor, la valenciana les ha dicho que es bastante agradable pero que vende la casa porque su mujer le fue infiel, una pena muy grande, pero son cosas que pasan, según el pobre hombre, así está mejor, la vida le ha dado una señal, un hippie en palabras de Anne, oye, sin embargo un hippie con una muy buena casa. Han visto fotos y un housetour de esos y tiene una pinta increíble, planta baja, dos pisos arriba y dos sótanos, el inferior del cual tiene una puerta que da a un río, algo un poco peligroso, pero les gusta tener la naturaleza a nada de distancia, además es una ganga, la casa está en buena forma por lo que se la quedarán sin pensárselo mucho, es algo que los dos saben.

Aba se ha pasado toda la semana desde que volvieron a Valencia recorriendo el piso de arriba a abajo, su amiguita Jordina, la sobrina de Carlos, vuelve hoy y ya han quedado para pasar la tarde los seis juntos, Anne y el valenciano no empezaron con buen pie, las pocas veces que hablaron ambos lo hicieron a regañadientes y soltando alguna que otra pullita, pero a Gèrard le gustaría que se llevasen bien y así se lo ha hecho saber a ambos, esta tarde no admite estupideces de las suyas. Si es que, vaya par.

Salen de casa cinco minutos antes de la hora acordada, han quedado en Viveros, hoy les pilla bastante cerca, Carlos les ha dicho que darán una vuelta por el Río y, ante el silencio que se ha hecho al otro lado, ha comprendido que era mejor quedar en un lugar que la pareja conociese, ¿y que mejor que uno que ven todos los días desde el salón de su propia casa? Efectivamente, ninguno.

-¡Jordina!

Aba corre a los brazos de su amiga, detrás suyo Carlos y Claudia ríen, hace meses que no se ven, sin embargo le dieron el teléfono de sus padres para que hablasen y se han pasado todo el verano haciendo videollamadas, a Anne le parecía muy joven, y le sigue pareciendo, pero Gèrard le dijo que iban a mudarse a empezar una nueva vida lejos de casa y que necesitaba un amigo y Jordina era perfecta, además de que el colegio al que la van a meter es valenciano y su nueva amiga mezcla bastante los idiomas por lo que a veces llega su hija con palabras, frases o dichos en una lengua que no entienden como es el valenciano, pero mejor, esperan que se integre bastante bien en el pueblo ese al que se van a mudar. En Valencia, que queda a menos de una hora del pueblo, hay un pequeño estudio, para los videoclips irá a Barcelona o a Madrid, pero puede trabajar bien, por otra parte hay una escuela de música y han contratado a Gèrard como profesor de guitarra, lenguaje musical, coro y varias cosas, a parte de sus bolos, podrán ganarse bien la vida.

Jamás me olvidé de Ti [Geranne]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora