veinticuatro.

192 22 5
                                    

Murcia, España, enero 2019.

Oriana Pérez.

abro la puerta de mi casa, y escucho algunas voces provenientes de la sala, no eran solamente las voces de mi amiga y mi hermano, sino que hay más. Cuando entro en la sala diez pares de ojos se centran en mí, todos nos quedamos en silencio, escucho al pelirrojo aclarar su garganta.

— ¿no se supone que volvías en dos horas? —inquiere mi hermano.

— sí, pero es que tengo que estudiar, y no quiero atrasarme mucho ni perder el ritmo —respondo y él me mira dudoso— voy a ir a mi habitación, si alguien me busca decidle que estoy ocupada. —camino hasta las gradas y siento unos pasos detrás de mí que por su fragancia me deja saber quién es.

—¿me vas a contar aquí o en tu habitación? —escucho la voz de mi hermano. Cierro mis ojos con fuerza y detengo mi paso.

—en mi habitación —respondo. Él asiente y caminamos juntos hasta ella, entramos y cierra la puerta, mientras me ve atento esperando que hable.

—primero que nada, ¿por qué tu maquillaje está corrido? —dice mientras pasa su dedo por mi mejilla— y segundo, te escucho, supongo que esto tiene que ver con Ginés.

—supones bien —respondo— creí que podría manejar la situación, le tuve al chaval, eh —digo y él niega con la cabeza— un noventa y nueve por ciento de mí sabía que él no cambiaría así porque así, y que podía decepcionarme, pero el uno por ciento restante quería creer que él se iba a comportar. Le coqueteó a la mesera, aunque él diga que no su miradita lo delataba, y luego negó conocerme ante un grupo de fans que nos encontramos, digo que recién me conocía. Es más hjo de puta de lo que pensé.

—ese crío es más hijo de puta de lo que puedes imaginar Ori —dice— Ginés ya no es Ginés, no es el chaval inocente que dejaste cuando te fuiste a Italia, Ginés ahora es walls, y eso ya lo sabes, y justo de eso te quería hablar. Como hermano lo que más quiero es verte bien, y porque te quiero ver bien es que te digo que Ginés no es para ti, no lo digo por celos, no lo digo porque él sea mi amigo, tú podrías estar con cualquiera de mis amigos y yo no tendía problema —dice y yo asiento— pero yo que he visto la evolución de Ginés, te digo, ten cuidado, no es chaval del que te deberías enamorar —dice mientras toma mi mano y yo miro hacia el suelo— nadie manda sobre el corazón, pero estás a tiempo de salir lo menos ilesa posible Ori. Concéntrate en ti, que quiero verte feliz, y sé que al lado de Ginés no lo serás plenamente, no como mereces.

—gracias por preocuparte por mí, lo tomaré en cuenta —digo y él sonríe— gracias por buscar lo mejor.

—siempre buscaré lo mejor para ti, porque eres el mejor regalo que nuestros padres me dieron —dice y deja un beso en mi frente— ahora lava tu cara y quítate los restos de rimel, que eres muy guapa como para estar así. —ambos reímos y dicho esto salió de la habitación.

suspiré pesadamente y fui al baño para lavar mi cara y quitar los restos de maquillaje y dejar mi rostro limpio y libre. Salgo de mi habitación y bajo, mientras bajo las gradas veo a Ginés salir de mi casa ¿en qué momento llegó y por qué se va?

sueños interpuestos ; walls. Where stories live. Discover now