Murcia, España, enero 2019.
Ginés Paredes.
después de que el grupo de chicas se fue, subí al auto de mi padre, evidentemente la he cagado, esa es mi especialidad, no pensé antes de responder y era obvio que todo estaba muy fuera de contexto, Oriana no me dejó explicar el porqué esa respuesta.
conduzco hasta mi casa, mientras me puteo en todo el camino, porque no hay otro culpable, ni yo mismo sé cómo justificar mi acto en la cafetería. Tal vez es porque no estoy acostumbrado a mantener una relación o algo similar, porque nosotros no éramos una pareja, no éramos novios, pero entiendo sus celos, yo me hubiese puesto igual o aún más enfadado, porque así de contradictorio soy. Soy un saco de problemas sin resolución.
estaciono el auto frente a mí casa, me bajo y me quedo recostado a él, viendo hacia la casa del frente, estoy consiente de que debo hablar con ella, y si no lo hago ahora, no lo haré después. Cruzo la calle y cuando estoy frente a la puerta, toco un par de veces. Escucho el sonido de la puerta abriéndose y detrás aparece Alfonso.
—ginés, qué bueno verte —me saluda el pelirrojo— pasa. —se hace a un lado y entro en la casa de los Pérez. Cuándo mi presencia aparece en la sala, Victoria se levanta rápidamente del sillón en donde estaba sentada hablando con Chemi, me toma del brazo y me arrastra hasta la cocina sin dejarme saludar a los demás.
— porqué siempre que te apareces por acá tengo que preguntarte ¿qué mierda hacés acá? —dice con un enojo notorio.
—vine hablar con Oriana —respondo y ella se mofa.
—¿vos me estás jodiendo? No tengo ni puta idea de qué le hiciste a Oriana, pero no venía contenta y eso se notaba a kilómetros, ¿querés dejar de cagarla? —me regaña— te dije que si te mandabas una cagada,yo misma te cagaba a trompadas, no me busques Ginés. —me amenaza.
—pero entiéndeme Victoria, yo no estoy acostumbrado a esto, no es lo mío, quiero hacer las cosas bien, porque me costó tenerla de nuevo, y la amo, pero necesito tiempo para adaptarme. —respondo casi en un grito.
—que cara dura que sos, murciano hijo de puta —dice mientras lleva su mano a su frente— ¿y qué se supone que sea ese tiempo? Garchar con otras minas, chaparte a la que se te cruce por ahí, coquetear con otras —dice con ironía— mientras que Oriana pasa en su habitación estudiando, o charlando conmigo o con Pablo, ¿ese es tu tiempo de adaptación? No seas tan hijo de puta —escupe la argentina con enojo, abro mi boca para decir algo pero me interrumpe— y no, no me digas que la amas, porque si la amaras dejarías esa actitud, y harías la cosas bien de una puta vez. Oriana ha pasado por cosas duras, es una chica maravillosa, merece a alguien tan bueno como ella.
—¿todo eso piensas de mí? —ella decide callar— Victoria, tú también eres mi amiga, deberías ayudarme, no tirarme mierda.
— no, no, vos te alejaste de mí, decidiste que ya no serías más mi amigo ¿no? Entonces no hagas reclamos, ni pidas que avale tus acciones.
no respondo, no quiero hablar más. Me giro y salgo de la cocina, cruzo la sala sin decir nada y me retiro de aquella casa.
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sueños interpuestos ; walls.
Fanfiction"no, no puedo, yo tengo promesas qué cumplir, y no puedo estar contigo. Eres una supernova y yo apenas paso apercibida en ésta constelación que es la vida."