tres.

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España, 2017.

Oriana Pérez.

— ¿por qué me dejas sola? —reclamaba mi mejor amiga.

—¿si sabes que yo me quedo en Murcia? —decía Ginés de manera obvia.

—sshh, no estoy hablando contigo, oxígenado. —lo calló y yo reí.

—Victoria, te estoy dejando con Ginés —respondí— y solo yo le puedo decir oxígenado. —lo defendí.

—es casi lo mismo —dijo y Ginés miró hacia los lados, luciendo indignado— te extrañaré Ori. —decía mientras me abrazaba.

Victoria, una Argentina que conocí hace cinco años. Sus padres se vinieron a vivir a España, asistía al mismo colegio que Ginés y yo, y me agradó desde el primer momento, desde ahí somos inseparables, aunque "peleaba" con Ginés, porque este no para de decirle "me has robado a mi otra mitad."

ahora era el rubio quién se aferraba a mí como un niño a su oso de peluche, yo hacía lo mismo, lo abrazaba fuertemente, queriendo estar así siempre.

—llévame en tu maleta Ori, no hago ruido. —dijo y yo reí. Tomé su rostro entre mis manos y sequé sus lágrimas.

—te llevo en mi corazón, eso es más importante. —respondí, él sonrió un poco y se volvió aferrar a mí.

—ustedes son demasiado dependientes al otro —habló mi mamá mientras pasaba su mano por mi espalda.

—pero es hora de irnos Ori. —habló mi papá. Me aferré más a Ginés, escondí mi rostro en su cuello y él sollozó.

—ni de mí se despidió así. —habló mi hermano.

—dímelo a mí. —le siguió Vicky.

—cállate adoptado. —dije aún aferrada a Ginés. Nos separamos y ambos secamos las lágrimas del otro.

—vamos subiendo al auto —avisó mi mamá— cinco minutos mas, mi amor. —dijo sonriendo sin mostrar los dientes, y palmeando la espalda de Ginés, para luego subir al auto junto a papá.

—me harás muchísima falta Ori, como no tienes idea, ¿ahora qué haré en clases de matemáticas? —dijo haciendo un puchero y yo reí.

—prestar atención, lo que debiste haber siempre —contesté— me harás falta —dije poniendo mi mano en su mejilla, sus ojos verdes se veían un poco opacados por las lágrimas— pero quiero seguir mis sueños, te amo mucho, y por favor no te olvides de mí. Anótate en esas batallas de rap, canta, ese es tu sueño,y tus padres te van a apoyar.

—jamás me olvidaría de ti Oriana —respondió— no te olvides de mí. —dijo en voz baja y con nuestras frentes pegadas.

—jamás olvidaría a mi complemento, jamás te olvidaría, amor —respondí. Dejó un beso en mi barbilla y a un lado de mis labios, y yo cerré mis ojos.— hasta luego, cielo.

—hasta luego, cielo. —dijo soltando mi mano.

abracé a Victoria por última vez, mientras ambas llorabámos.

—cuídate, ¿si? Te amo muchísimo, y cuando vuelva espero verte feliz y con el imbécil de Bryan lejos ¿vale? —dije y ella sonrió.

—te amo, gracias por siempre preocuparte por mí, espero que cuando vuelvas, vuelvas llena de felicidad. —nos abrazamos por última vez.

corrí hasta el auto y entré en él, pude ver cómo Ginés y Vicky se abrazaron mientras miraban al auto, ay mis soles.

—dame mis cinco euros —le decía mamá a papá, y yo fruncí mi ceño.

—sí la besó —respondió mi papá.

—no la besó —habló Pablo.

—te dije —decía mamá.

—tiene que ser un puto chiste —dije indignada.

—Oriana, ¿te besó o no te besó? —decía mi papá mientras me veía por el retrovisor.

—¡pon el auto en marcha! —respondí.

en el camino al aeropuerto pensaba en Ginés, y la falta que me haría, en lo cobarde que me siento por no haberle hablado de mis pequeños sentimientos hacia él.

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—con cuidado mi vida —decía mi mamá y yo asentí.

—te amamos y por favor avísanos cuando llegues. —hablaba mi papá.

—les prometo que voy a ser la mejor de la clase, y que siempre iré tras mi sueño, no dejaré que nadie se interpongan, es una promesa. —dije y mis padres sonrieron.

—una promesa que sé que cumplirás, porque tú jamás nos fallas. —dijo mi papá.

—y no te olvides de mí, adoptada. —dijo Pablo mientras reía  y pasaba su brazo por mis hombros.

—jamás me olvidaría de ti, alien que escupe dinamita. —dije riendo.

"—pasajeros del vuelo 487 con destino a Italia, favor abordar en el pasillo C."

abracé por última vez a mi familia, haciendo que por unos segundos cuestione mi decisión.

aquí estaremos para ti cuando vuelvas. —dijo mi mamá, dejaron un beso en mi frente. Me despedí de ellos y fui abordar mi vuelo.

el avión se elevaba, ya no había marcha atrás, estaba yendo a constituir mi sueño, y de aquí en adelante no pienso permitir que nadie se interponga en mi sueños.

sueños interpuestos ; walls. Where stories live. Discover now