- Bien… todo parece que se ha regulado, era imprescindible que viniera rapidamente a chequearse, sangrar en la etapa avanzada que lleva de embarazo es peligroso para usted y por supuesto para las criaturas…
- ¿Quiere decir que algo esta mal?. – le mire preocupada.
- Quiere decir que pudo haberse empeorado. Si su placenta se desprendia corrian grave peligro. – mire de soslayo a Nick que me miraba con la quijada apretada, asi que preferi continuar solo viendo al doctor. – asi que, si presenta nuevamente sangrado no dude ni tarde en venir, si se desprende tendra hemorragia y sus bebes correran riesgo de asfixia sin contar que todos los nutrientes los perderan muriendo irremediablemente.
Trague grueso.
- Gracias doctor… - tome el recipe mientras mi obstetra asentia retirandose del cuarto de emergencias tras la cortina verde.
- ¿Tienes ganas de volver a darte otra escapada? – mire a Nick que, increiblemente, por primera vez, note lo sanguinario que podria verse enojado.
- No… - dije con la voz apagada. – llevame a casa… quiero descansar por favor.
El verifico su reloj y nuevamente miro a la ventanilla molesto ayudandome a bajar.
- Deberias… son las seis de la mañana e imagino que no has dormido nada… - su perfecto acento ruso traia un deje de amargura y sarcasmo.
- Para ya Nick.. – dije alejandome de el en cuanto me bajo de la camilla. – en serio, tengo suficiente con la preocupación con las niñas, no le añadas mas pelos al asunto.
Tome mi bolso y camine a la salida dejandole atrás. Durante todo el camino ninguno dijo una sola palabra. El silencio era ensordecedor. Al llegar al pasillo de la habitación, varios Delucios me miraron al entrar, lo deje pasar pero Nick revento.
- ¡Larguense!
Me detuve al umbral y le mire molesta.
- ¿Qué demonios te sucede?
- Que tengo la cabeza hecha un lio… y nada ayuda al parecer.
- Sabes que Nick, ¿sabes lo volatiles que pueden ser las mujeres embarazadas? ¿tienes una idea de mi que llevo dos en vez de una?
- ¡Porque siempre las culpas!
- ¡No las estoy culpando!. – grite golpeandole con un dedo el pecho.
El se miro el pecho y luego a mi.
- Entra…. A la habitación…
Un frio corrio por mi columna vertebral, mire al pasillo pero el me tapo la salida.
- Nick… - trate de que mi voz sonara lo mas implacable posible, y no asustada como un gatito como lo estaba. – quitate… no dormire aquí hoy.
- ¿Ah no?. – en su garganta hubo un eco. Un eco seductor como los que me hacian temblar de sus labios. Pero este me aterro en el momento. Camino hacia adelante e irremediablemente me encontre entonces dentro de la habitacion mientras el cerraba con llave la puerta.
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Saga Delucios 2: La Maldición del Copero (Completada)
ParanormalDurante años Nickolas a guardado un odio irracional hacia su inolvidable servicio real como Copero, las mujeres suelen ser la tentación principal de los peores venenos, detectarlos habia sido su trabajo. Contar con una vida "normal" actualmente hace...