🎀Prólogo🎀

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Tal vez esa persona esté
a más de cinco mil kilómetros de tus brazos
y todavía tus ojos no se hayan cruzado con los suyos.

Quizá sí la hayas conocido
pero pensaste que la decisión más sabia
era que tus pies se marcharan bien lejos,
hasta que ya no resonara entre las paredes de tu recuerdo
(poco cuerdo desde que la conociste)
el sonido de su risa.

Puede ser que la conozcas
y que te estés muriendo de ganas
de quemar tu miedo hasta reducirlo a cenizas
y coger una maleta
para que la distancia más grande entre ambos
sea la que cabe en un beso, que ya no haya
más fronteras entre ambos que la piel.

Esa persona se despertará
y se preguntará por qué
le duelen tanto las cicatrices esa mañana,
tú te irás a dormir pensando
en que te sobra saliva para curar heridas
pero que no has encontrado a nadie
que se atreva a enseñártelas.

Pero un día, sin importar
si tu alma se ha preparado o no
para el impacto,
te cruzarás con esa persona.

Y, salgas o no ileso
de ese choque de entrañas sin rumbo,
cuando hayas buceado en sus ojos
sabrás que no podrás
ni querrás
hacerlo jamás en otros.

Que estás decidido a colocar tu felicidad
sobre las iniciales de su nombre
y esta vez no habrá miedo,
duda ni cobardía
que te impida hacerlo.

No sabes si alegrarte
o morirte de miedo,
pero tienes la certeza
de que has encontrado el otro extremo
de tu hilo rojo.

🎀"Miss Poessía" 🎀

Cuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse están conectadas por un hilo rojo invisible. Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado a sus dedos, a pesar del tiempo y la distancia.

No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo: el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá. Su dueño es el destino.

Este hilo invisible lleva contigo desde tu nacimiento y te acompañará, tensado en mayor o menor medida, más o menos enredado, a lo largo de toda tu vida. Así es que, el Abuelo de la Luna, cada noche sale a conocer a los recién nacidos y a atarles un hilo rojo a su dedo. Un hilo que decidirá su futuro y sus encuentros, un hilo que guiará a estas almas para que nunca se pierdan.

Un hilo rojo al que no podremos imponer nuestros caprichos ni nuestra ignorancia, un hilo rojo que no podremos romper ni deshilachar. Un hilo rojo directo al corazón, que conecta a los amores eternos, a los profundos, esos que simbolizan el antes y por los que no hay después. El amor de una madre, de un padre, de un hermano, de un niño, de un amigo, de un hombre o de una mujer... Un hilo rojo que simboliza el amor y el interés común... La magia del corazón.

- ¡Lo dijiste!.- Gritaba entre llanto.- Dijiste que estaríamos juntos.

- Perdóname.- Lloró.

- ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué?.- Golpeó su mejilla.- ¿Acaso pensaste en mi sufrimiento? ¿En mi miedo? ¿Tan siquiera pensaste en mi?

- Lo hice...- Lo abrazo mientras lloraba.- Lo hice...

- Fuiste tan egoísta...- Lo empujó.- ¡Fuiste un maldito egoísta!....

Hasta que te vuelva a encontrar (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora