Hoy terminé otro día en la oficina y estoy recogiendo todas mis pertenencias, desde mis bolígrafos personales hasta mis agendas y algún que otro bibliorato para revisarlo en casa. A pasos acompasados llegué a mi Mercedes blanco, precioso por cierto, quité el seguro, metí mi bolso y los libros en la parte trasera, aproveché eso y quité unos zapatos que llevo siempre en el auto para cambiar mis stilettos.Entré al automóvil, lo encendí y busqué alguna emisora de mi agrado, encontré una que pasaba músicas de los 90's y me decidí por esa.
Mientras me encaminaba a mi hogar al ritmo de los Backstreet Boys y tamborilear el volante I Want It That Way me detuve en un semáforo que marcaba el color rojo, encendí mi señalero para girar en la próxima cuadra. Cuando por fin el tráfico avanzó y yo estaba a punto de girar me sobresalte al visualizar otro automóvil que no se detenía en el maldito semáforo que le correspondía y venía justo hacia mí.
Cerré los ojos temiendo por el fin de mi vida y esperando lo peor, escuché el chillido de las llantas del vehículo deslizarse con mucha fricción sobre el asfalto. El automóvil impactó en la parte delantera de mi coche y creo que llegó a tocar mi faro derecho. Me asusté mucho. El dueño del otro vehículo no reaccionó como imaginé que lo haría, en cambio se aparcó a un costado de la acera y bajó de su fantástica Range Rover haciendome señas para imitarlo. Sinceramente pensé que iba a huir del altercado.
Trato de salir de mi estado de shock y aparco detrás de su automóvil, el se acerca a mi para hablar sobre lo ocurrido.
Todavía sin saber que clase de tarado me estaba esperando afuera oprimi el botón para bajar mi ventanilla y lo divise; rubio, alto, con traje que se ajustaba a su complexión física
Está guapo.
- Señorita perdóneme.- el causante del peor susto de mi vida empezó a hablar.- Sinceramente no sé donde traía la cabeza.
Yo todavía trataba de asimilar el asunto sólo asentía mientras agarraba con fuerza el volante.
- Dios... pagaré todos los daños causados, se lo prometo.
- En serio, discúlpeme.
Así siguió por varios minutos, no paraba de pedirme disculpas y decir lo avergonzado que estaba porque él nunca causó ningún accidente y me aseguró que siempre es muy atento cuando maneja.
- Esta bien...- dejé que complete la oración con su nombre.
-Steve, me llamo Steve Rogers.- me sonrió apenado.- ¿y usted Señorita?
- Natasha Romanoff.
- Lamento mucho conocerte en estas circunstancias.- colocó su mano derecha en la nuca mientras un leve sonrojo se apoderaba de sus mejillas.
- Me llevé un gran susto.- solté una risa nerviosa.
- Me siento muy apenado, déjame pagar todo lo que conlleve la reparación de tú vehículo, por favor Señorita Natasha.
- Esta bien... ¿cuánto tiempo llevaría eso?- pregunté, si conllevaría más de un día entonces tendré que manejarme en bus o taxi y no quiero eso.
- Un día, supongo, es reparar el faro y tapar los rayones, en serio lo siento tanto.
- Tranquilo, ¿sabes dónde tengo que llevarlo?- sólo quiero ir a casa a dormir.
-Conozco un lugar, si quieres puedo pasarte la dirección y él día que tengas desocupado concordamos y nos encontramos ahí.
- Claro.- me pareció una buena idea.
- ¿Puedo anotar tú número para enviarte la dirección de mi conocido?
- Oh,- lo pensé un momento, no puedo darle mi número telefónico a cualquiera... sin embargo, él no parece cualquiera.- esta bien... toma nota.
Le dicte el número y nos despedimos, el antes de irse me pidió disculpas nuevamente y jurando que él no se comporta así al volante.
Llegué a casa, metí al garage mi pobre auto, fui a revisar los daños y efectivamente, el faro estaba dañado y tenía raspaduras, le haría falta pintura de nuevo. Bajé los libros y mi bolso que traía, ya no estoy con ganas de seguir realizando el trabajo.
Encendí las luces de mi sala y deposite los documentos sobre la mesa, llevé conmigo mi bolso hasta mi habitación. Lo dejé sobre la cama y busqué prendas limpias para colocarmelas y las aparté también sobre la cama. Tomé mi bata y entré al baño a darme una ducha larga.
Después de salir en bata totalmente aseada,, cuando iba a colocarme la pijama mi teléfono sonó, era un mensaje.
Era un número desconocido.
< Perdón por la hora señorita Natasha, quiero disculparme de nuevo por todo lo que cause, por cierto, soy Steve>
<Ya me aclaraste lo avergonzado que estabas, Steve, tranquilízate 😂>
<Mil disculpas, en serio>
<Natasha, quisiera enviarte algo para cenar, ¿qué te parece una pizza?>
<Mmm... no lo sé>
<Por favor acepta, por el susto que te cause.☹>
< Esta bien...>
< El local te enviará un mensaje para hacerte llegar la orde, ya está pagada obviamente, sólo te la llevarán.😊>
<Gracias Steve.😊>
<Buenas noches Natasha y perdóname por el susto causado.😕>
La pizzería me escribió y pidió mi ubicación para hacerme llegar el pedido en donde me adelantaron que ya estaba pagado.
Me la trajeron en aproximadamente treinta minutos. Agradeci al chico que la trajo, cerré la puerta y fui hacia la isla de mi cocina para ponerme cómoda a degustar de la cortesía de ese extraño rubio.Puse música en el reproductor de mi teléfono y me dispuse a abrir la caja.
Me topé con una sorpresa que me hizo sonreír.
~Discúlpame de nuevo, Señorita hermosa~
****
Hice lo que pude con esa notita ajajjaja
Y bueeenoo eso fue todo amigos.
💫Thank you so much for the stars 💫
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One-Shots [Evansson - Romanogers]
Fanfic♤•Historias cortitas de ésta parejita hermosa.