•ᴠᴀʟᴇɴᴛɪɴᴇ·s ᴅᴀʏ•

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Romanogers

Hoy regresa de una misión en donde fue a Namibia, cumplió con la orden de rescatar a etíopes atrapados en uno de esos países fronterizos, según el reporte que me fue enviado y el quinjet estaria aterrizando en la ciudad por la noche. Así que me da un poco de tiempo para arreglar todo para este día especial, sería el primer catorce de febrero juntos como pareja y quiero que todo salga de manera adecuada. Poco después del medio día ya estaba sin pendientes y podría consentrarme en la sorpresa.

Primero, me puse a redactar una pequeña nota que la dejaré a su vista para que cuando llegue la pueda leer. Quiero hacer esta cena lo más íntima posible, así que fui al departamento que comparto con ella y me puse a preparar su menú favorito. El Pelmeni, son como una especie de ravioles pero con el toque de su país natal, supongo..., al menos eso fue lo que me dió a entender ella cuando me comentó su platillo preferido. Mientras estaba acomodando todo, sonó el timbre.

- Qué hay Rogers - saludó un apagado Tony.

- Ey ¿qué pasó?- según él, iba a llevar a Pepper de viaje pero por lo que estoy viendo no salió como planeaba.

-¿Puedo pasar?- me hice a un lado - Vaya, ya entiendo como conquistaste a la tóxica de Romanoff- añadió observando el lugar, puse los ojos en blanco.

- No es tóxica- la defendí- es muy linda cuando se lo propone- finalicé sonriendo, ya la quería ver.

- No me salgas con eso Rogers, es más tóxica que una sopa de murciélago.

- Sí ella estuviese aquí no lo hubieras dicho,- lo reproche aguantando la risa, esos dos eran como un perro y un gato- ¿a qué vienes, Tony?

- Pues... quería saber si podía pasar este día con ustedes- lo miré sin entender el por qué de esa consulta- es que Pepper tuvo un percance familiar y sabes como las cosas entre nosotros suben y bajan, por favor- puso una cara de cachorro.

- ¿Y por qué tendría que aceptar eso?- pregunté cruzando mis brazos- a Natasha no le va a gustar nada, y lo sabes.

- No voy a interrumpir nada y si llegan a hacer ruidos, haré de que soy un sordo y yap. ¿O prefieres que pasé la noche bebiendo y vaya a saber yo en que lugar voy a amanecer?¿Eres capaz?

- Por Nat..., sí- hice un ademán para que saliera, es una noche especial y no quiero problemas- cualquier inconveniente y me llamas¿si?- no pienso contestar el teléfono, pero por educación sólo lo dije.

- La traición- me observo ofendido- estoy muy decepcionado Rogers, cambias a tú amigo por...

- Por mí chica.- no lo dejé terminar.

-Adiós- salió dando un portazo sumamente dramático.

Continué con lo que estaba haciendo y fui armando toda la velada, el tiempo pasó volando entre arreglar algunos detalles y poner la comida en el horno. Ella llegaría a eso de las diez de la noche así que de camino a su departamento me detuve a comprar un ramo de maragaritas, dejé la carta sobre la mesa del comedor junto a las flores y salí de ahí para ir a alistarme.

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Por fín iba a volver a casa, y no sé me ocurre nada más que estar acurrucada junto a Steve viendo una película o algo por el estilo. Mis pensamientos fueron interrumpidos por dos de las agentes de Shield que estaban alardeando sobre sus novios y algunas cosas estúpidas, hasta que una de ellas saltó cuando recibió un mensaje.

One-Shots [Evansson - Romanogers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora