La clase se quedo en silencio, profundo, que me causo un escalofrió por mi espalda. Algunos pensaron que era una broma, al inicio, pero como pasaba el tiempo entendían que era yo y que estaba parada ahí, como un perro asustado por dentro, pero como un depredador por fuera. Solo Diana Barry y Gilbert la recordaban y pensaban en ella seguidamente, para los demás ella era un recuerdo solamente, un fantasma. Una vieja historia.
—Bueno, solo tenemos esa banca sola, si no les incomoda sentarse juntos—dijo la mujer. Quede viendo a Cole y le pedí que hablara con la mirada, no me salían palabras y si iban a salir serian quebradas—No hay problema—dijo. camine y me senté al lado de Cole con la mirada de todos sobre mi.
—Ok, hoy iniciaremos con historia—dijo la mujer. Yo baje la mirada. Todos nos veían y seguía escuchando esos molestos susurro. Ninguno de ellos había cambiado. Ninguno de ellos había madurado. Cole tomo mi atención pateando mi pie por debajo, lo mire y el me sonrió. Aquello me tranquilizo, pero no del todo. Adelante mio estaba sentada Tillie Boulter con Jane Andrews, ambas no me quitaban la mirada de encima. Yo pase todo el tiempo con la cabeza gacha o viendo a la ventana. No quería cruzar miradas con ninguno de ellos.
Quería relajarme y poco a poco deje de temblar a medida del tiempo, créanme que en ese momento creía que era un fenómeno de circo que esta expuesto a la vista de todos.
Transcurrió la clase con normalidad, en algún momento algunos volteaban y después quitaban la vista—¿Alguien puede decir la fecha de independencia de Canadá?—la sala estaba en silencio—¿Gilbert?—preguntó. Recordé como me ayudo hace unos momentos ¿Que pensaba? Ser cortes de nuevo y llamarla zanahoria después.
—¿Anne?—preguntó. Me vio distraída. Mi intención era no participar y pasar desapercibida. Pero justo la semana pasada nos enseñaron de eso en Nueva Escocia, dude si decirlo, pero al final lo dije para no quedar como una ignorante—Canadá se independizo el primero de julio de 1867 del imperio Británico. Me miro con una sonrisa y dijo—¡Excelente!—volví a sentarme y Cole con una sonrisa me felicitó.
Esa mujer no tenía nada en parecido con el señor Philliphs, parecía una buena persona y nos trataba con amabilidad. Además noto algo sorprendente, no traía corsé y al parecer la bicicleta a vapor que había en la entrada de la escuela era de ella, no sabía las razones de aquello, pero podía decir con seguridad que ella me agrada.
El descanso llego. Cuando la señorita Stacy—Ese era su nombre—no los permitió, tome a Cole de la mano y lo jale fuera del salón. Lo hice caminar hasta la parte atrás de la escuela. Lo solté y di vueltas por todo el lugar.
—Estás sobreviviendo. Dime. ¿Que sentiste cuando te chocaste contra la pared? Por lo menos no te duele la cabeza—dijo Cole bromeando, ocultando sonrisas.
—Oh Cole, no estoy para tus bromas—le dije. El río y volvió a hablar—Anne cálmate.
—¡No sabes que no le puedes decir a una persona histérica que se tranquilice!—le dije. El volvió a reír. El reía de mi desgracia. Se levantó del suelo y me hablo.
—Anne, ya te lo dije, estoy aquí y nadie puede hacerte nada—mire a Cole un momento y lo abrace. Cole fue mi verdadero amigo, el es muy especial para mí. El me correspondió el abrazo.
—Anne te quiero mucho—dijo Cole. Anne llego en el momento más triste de la vida de Cole y lo alegro poco a poco. Apreciaba mucho su amistad, ambos lo hacían de la misma manera—Yo también te quiero—le susurro. Nada podía arruinarle su momento o eso pensaban.
—¡Anne!—dijo una voz conocida. Se separaron del abrazo de golpe y vieron a Diana y detrás de ella toda la clase. ¿Qué tanto habían visto?—Anne se quedo helada. Diana se acerco a ella y sin el consentimiento de Anne la abrazo...o bueno, lo intento. Anne se hizo de lado evitándolo. Diana no noto eso y hablo.
ESTÁS LEYENDO
A blooming love| Shirbert
RomanceSe podría decir que todavía se ve a la pelirroja de dos trenzas ir a saltitos junto con Diana Barry en el bosque, imaginando una nueva aventura. Pero ya no era así, la pelirroja desapareció esa mañana por la puerta de la escuela y nadie la vio de n...