Abrazado a Ti

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Moviendo mis pies en el aire, por culpa de la altura de la rama, me sentía raramente impotente.

Estaba por acabar mi último año de la universidad, las tareas, los exámenes y las responsabilidades de un adulto empezaron a molestarme. Me hundía en muchas tareas y demás.

Y a pesar de estar preocupada por todo ello, no puedo dejar de pensar en mi chico. Lo extrañó demasiado, la última vez que lo vi fue hace dos meses, donde las cosas no terminaron muy bien entre ambos. Yo lo describiría de una manera un poco peculiar y sonara muy vanidoso de mi parte, pero es así.

Diana me dio la idea y lo dijo: "Tú y Gilbert son como el vino, entre más tiempo, mejor se ponen". No se si eso sea verdad en mi caso, pero si en Blythe. Simplemente me enamora más todos los días, y claramente, no soy la única.

Las chicas de Toronto, son hermosas, y he visto como se le acercan a mi chico. No soy celosa, pero no se que es lo que pasa, que no soporto observar ese tipo de cosas. Por otra parte, el me reclamó por un nuevo amigo que había hecho. Noah.

Pero nada que ver. Porque no se como explicarle que el es el novio secreto de Cole. No puedo decirlo, Cole me dijo que ambos corren peligro si eso se llega a saber y por obvias razones el no lo sabe.

Todo termino en discusión y disgustados nos despedimos. En estos dos meses, no se enviaron cartas, ni se contestaron. Estaba de cierta forma deprimida, por su muy notable ausencia en mi vida. No había notado lo mucho que sonreía cada vez que me enviaba una carta.

Teníamos una semana de vacaciones esta semana y el vendría a Avonlea, como siempre que tenemos descansos en la universidad. Cuando regresé a Green Gables Marilla me esperaba de brazos abiertos. Su rostro cada vez estaba más arrugado y cansado, pero seguía siendo la incansable Marilla.

Subí a ver mi vieja habitación. Y por accidente me tope con la puerta abierta del cuarto de Mathew. Entre con paso lento, tome la foto de él y con nostalgia la mire—Oh querido Mathew—dije tomando un poco más fuerte la foto—Estoy en casa—lo extrañaba. Ojala pudiera haber pasado sus últimos días más cerca de él.

Espere y Diana, Cole, Noah y Jerry llegaron. Solo lo estábamos esperando a él. Estábamos sentados en el granero, conversando, sobre lo agitados que nos sentíamos por lo cerca que estaba la promoción de la universidad. Era emoción, nerviosismo y terror.

—¿Vendrá Gilbert? ¿Se hablaron después de la pelea del otro día?—preguntó Cole sintiendose un poco culpable.

—El vendra, no te preocuopes, no es tu culpa. Supongo que todo se resolvera por si solo—dije dando una sonrisa.

—Siento tanto que no puedas decirle—negué. Su vida era algo más importante que unos celos.

Por el horizonte mi vista se detuvo en el caminar de un chico alto, abrigado por el frió. Entro a Green Gables, y con su radiante sonrisa se hizo presente—Hola—habló el. Un poco incomoda solo lo quede viendo, algo que el no me devolvió.

—Gilbert ¿Estás más alto?—preguntó Cole después de acercarse a él. El asintió un poco dudoso y río. Me levanté disgustada por su indiferencia a mi presencia. Y al verme lo vi incomodo.

—Marilla quiere verte—le dije sin mirarlo a los ojos, caminando hacia la casa, que solo fue cuestión de segundos que el me siguiera. Entre y en la cocina Marilla exclamó al verlo.

—¡Gilbert! Bienvenido—con alegría lo abrazo—¿Como estuviste este tiempo?

—Muy bien. Un poco nervioso por la graduación, pero todo va bien—dijo aún con ese tono incómodo. Voltee los ojos con un enojo muy notorio.

A blooming love| Shirbert Donde viven las historias. Descúbrelo ahora