Una carta por día

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En el internado ya se daba por seguro que Anne Shirley Cuthbert y Cole Mackenzie no regresarían. Sus puestos fueron ocupados por estudiantes nuevos. Algunos amigos de ellos se deprimieron ante la noticia, pero no fue a más que extrañarlos algunos días. Pero hubo una persona que escribía una carta hacía Anne todos los días.

Nunca fueron contestadas, porque nunca fueron enviadas. No estaba muy seguro de donde se encontraba la pelirroja en estos momentos. Sabía que estaba en Avonlea, pero nunca tuvo tan buena relación con ella, así que no podía saber con exactitud de donde ella venía. Solo sabía que desde el primer día que ella llegó, su hermoso cabello rojo llamó su atención y sentía la necesidad de verla. La extrañaba demasiado, a pesar de que cuando ella no estaba no había ningún tipo de relación entre ambos.

Esta vez tomo el valor para enviar la carta, la puso hacía Green Gables, dudando si ese era el lugar correcto donde Anne estaba. Solo esperaba que esta carta fuera respondida y le diera buenas noticias, que dijeran que ella volvería a Nueva Escocia pronto y todo esto es una equivocación. Esperaba que fuera así.

Estaba por terminarse enero, el año había iniciado muy bien. Disfrutaba cada una de los momentos, y por el momento no se había arrepentido de lo que había decidido. Tuvo una buena charla con los Cuthbert, ya no estaba molesta por eso, ahora lo recuerdo entre risas.

Por otra parte unas cartas de Nueva Escocia fueron mandadas durante un mes y seguían llegando, una cada día. No estaban firmadas, y a pesar de leer cada una de ellas, nunca supo de quién se trataba. No le ponía mucho atención, ya que eran mensajes breves.

Con su mano juntada con Diana mientras iban camino a la escuela se sentía muy feliz. Diana se sentía muy feliz ante la decisión de su amiga de quedarse en Avonlea. Todos parecían felices, parecía el final de un cuento, al que se le llamaba "Y vivieron felices para siempre".

El año pintaba bien, y ya había decidido ser maestra, como la señorita Stacy. Entrando a la escuela se encontró con Gilbert que la saludó con su típica sonrisa matadora—¿Lista para los resultados, Shirley?—dijo desafiante. Lo mire con ojos engreídos.

—Tú deberías de estar listo. No creo que te agrade mucho la idea de que te haya pasado en la prueba de matemáticas. ¿No es así?

—Así es, Shirley.

—Deja de llamarme Shirley y vete. Ahí viene la señorita Stacy—El vio donde venía la maestra y se fue a su lugar. Mire a mi lado y ahí estaba vacío el asiento de Cole, el cual se fue, hace una semana a ver a su familia, para decirle que se mudaría a Avonlea. El es nuestro inquilino, es gracioso a decir verdad.

—Buenos días clases. Estaré dejando por aquí los resultados de las pruebas de matemática. Anne y Gilbert felicidades, tuvieron unas notas excelentes—dijo poniendo una hoja en el escritorio. Todos nos levantamos y vimos los resultados.

Anne Shirley Cuthbert-10

Gilbert Blythe-9.5

—¿Estás bromeando conmigo?—susurro Gilbert viendo el papel—¿Pero en que me equivoque?—preguntó a la señorita Stacy.

—Pusiste la letra "P", refiriéndote a perímetro, en ves de "A", de área. Fue un simple error, pero tu nota no está nada mal—le respondió.

—Ya quisiera tener esa nota. Mi madre va a matarme—dijo Moody viendo su 4 en el papel. Gilbert frustrado se fue a sentar. Después de eso las clases fueron normales, en el descanso las chicas en su esquina y los chicos afuera, ya que la nieve ya se había ido.

Saliendo de clases Ruby me detuvo con una pregunta—¿Anne te quedaras después de clases?—preguntó, estaba un poco distraída, así que no sabía a lo que se refería. Cuando noto mi confusión rodó los ojos y se explicó—Después de clases nos quedaremos jugando a la botella.

A blooming love| Shirbert Donde viven las historias. Descúbrelo ahora