El cielo estaba de un color azul claro deslumbrante, los pájaros de distintos colores y tamaños volaban en el y el olor a flores entrando en mis fosas nasales, era una de las cosas buenas de esos momentos. Estaban haciendo que mi vida se sintiera más afortunada.
Era domingo, y nos dirigíamos a la casa de los Andrews, ya que el día de hoy estaba de cumpleaños la señora Andrews y harían una fiesta en los jardines de su lujosa casa. Entrando me encontré con Ruby y Diana quienes conversaban en la entrada.
—¿Que pasa?—pregunté saludando a ambas. Ellas me miraron sorprendidas.
—No adivinas quién esta aquí en el pueblo—dijo Ruby con sus cejas bien levantadas. No dije nada y espere a que ella me lo dijera—Prissy Andrews está aquí.
—Prissy Andrews la de la escuela—dije sorprendida.
—Prissy Andrews mi hermana—dijo Jane apareciendo. Se le miraba un tanto molesta, pero no con nosotras, sino, con otra cosa. Entramos a su casa, salude a los señores Andrews y fui a su jardín, donde se encontraba la gran mayoría del pueblo. A lo lejos vi a Prissy, la que antes era su compañera de salón, pero ahora era una señora que estaba con un bebe en manos. ¿Ella era Prissy Andrews?
—Ella arruinó su vida—me susurro Ruby al oído. Parecía tener 10 años más de los que ella tenía. Al vernos ella sonrió un poco cansada y caminó hacia nosotras, después de darle al bebe que antes tenía en mano a su madre.
—Hola chicas—dijo. La saludamos, pero entre todas hubo un silencio un tanto incomodo, hasta que Diana decidió hablar.
—¿Donde esta el señor Philliphs?—preguntó. Aunque parecía que fuera una pregunta un tanto obvia y que no debería de hacerse por el lado de ella no pareció incomodarle y solo respondió.
—El señor Philliphs, no me dejo estudiar, no me dejo hablar, me golpeo y antes de irse me embarazó. ¿Donde está el? No tengo ni las más mínima idea de donde pueda estar—guardamos silencio.
—Lo sentimos mucho Prissy—dije con pesar. Ella se empezó a reír hasta que habló.
—No lo sientas, no eres el. Y aunque uno de los peores errores de mi vida fue casarme con el, tuve a mi hijo, quién es mi motivación de seguir estudiando, estoy a punto de graduarme de la universidad, y aunque muchos no creían que podría hacerlo por ser una madre soltera, pero mírame si que pude—dijo orgullosa de ella misma. Sin duda ella era un gran icono, y fuerte de inspiración para todas esas mujeres abandonadas.
Cuando ella se fue Tillie hablo—No entiendo como llegó tan lejos, a decir verdad, no creía que yo lo podría lograr—la mire de reojo y analicé sus palabras, pero no había más explicación para eso.
—Es Prissy Andrews—susurre—Es Prissy Andrews—dije más fuerte. Después nos volvimos y nos sentamos en unas bancas que habían en el jardín. Hasta que mi mirada se cruzó con la del chico de ayer.
El me dio una sonrisa, pero yo solo quite mi mirada de el molesta. No quería saber nada de él, en realidad, en estos momentos hacía una tarde bonita y agradable, pero solo con recordar lo del día anterior, mi mal temperamento volvía así que lo único que hice en toda la tarde fue ignorarlo y evitar toparme con el. Claro que cuando todos en el salón nos reunimos la tarea se puso complicada.
Ellos hablaban sobre cosas sin importancia, como clases, juegos, rumores, gente, nada que en ese momento me importara saber. Solo miraba a el horizonte el sol esconderse, en su último punto, antes de que el cielo se llenara de pequeños cuerpos de luz. Puede parecer raro, pero en las noches en el internado, cuando me sentía sola me ponía a contar cada una que estuviera a mi vista, al número más alto que había llegado era 200, después de eso el sueño podía conmigo.
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A blooming love| Shirbert
RomanceSe podría decir que todavía se ve a la pelirroja de dos trenzas ir a saltitos junto con Diana Barry en el bosque, imaginando una nueva aventura. Pero ya no era así, la pelirroja desapareció esa mañana por la puerta de la escuela y nadie la vio de n...