Capítulo 4

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La voz de mi madre me despista los recuerdos y me saca de mis pensamientos.

- Creo que deberías vestirte-dice con tono de superioridad. Ya ha vuelto a ser la misma de siempre, una mujer hecha y derecha a la que todos tenemos respeto y hacemos caso, pero hoy no es eso lo que más me apetece hacer. Ahora solo quiero quedarme en pijama y comer chocolate mientras pienso qué hacer y cómo enfocar la desaparición de mi mejor amiga. No obstante asiento y doy mi brazo a torcer, con todo lo que ha hecho mi madre por mi, no voy a desobedecer cuando más necesita que le hagamos caso.- El desayuno está en la mesa, he pensado que...-hace una pausa y continua tímidamente- He pensado que te gustaría desayunar churros con una buena ración de chocolate, como en los viejos tiempos cariño-dice enseñando su preciosa dentadura.

- Gracias, ahora mismo bajo, deja que me vista por favor- contesto aún no de muy buen humor.

Mi madre asiente y sale de la habitación, cuando escucho como baja las escaleras, siento que me he desecho de un gran peso. Me alegra haber solucionado el problema con mi madre. Ahora que Mia no está, es una de las pocas personas importantes que quedan a mí alrededor junto a mi hermana Demi. Os preguntaréis que hay de mi padre, pero no os puedo decir mucho, no tengo ni idea de lo que fue de él desde que se marchó con una rica mujer sueca. En esos tiempos yo y mi difunta hermana éramos pequeñas, mi hermana menor tan solo tenía dos años, pero aunque no lleváramos tantos años como él en esta vida tan jodidamente desequilibrada, nos enterábamos de todo, sentíamos como le rompió el corazón a mi madre en mil pedazos y como intentó reconstruir, él mismo, los pedacitos sentimentales de mamá que yacían en el suelo, cuando encontramos a mi padre con esa mujer en el iNvernadero que tenemos en el jardín de atrás. '' Esto no es lo que piensas Ana'', fue lo único que se digno a decir mi padre, textualmente, apartando a semejante bruja de sus brazos. Mi madre no le perdonó pese a las miles de disculpas que mi padre le pidió, los regalos y las rosas que mandó cada mañana durante un año. Ahí es la parte dónde realmente empezó a hacerse más fuerte, en el momento en que vimos a mi padre marcharse con las maletas sin decirnos adiós. En aquel entonces pensé que volvería a buscarnos y que mi madre acabaría perdonándole el mayor error de su vida, pero era demasiado ingenua para saber que eso nunca iba a ocurrir, de hecho no volvimos a saber nada de él y feliz que estoy de ello. No podría mirar a mi padre después de aquello. Mi madre tuvo que salir adelante, sola, mantener a tres hijas, una casa enorme y trabajar para pagar los caros impuestos. Fue difícil, pero como siempre hemos salido adelante, igual que saldremos de esta. Encontrarán a Mia y sino lo haré yo.

Cuando termino de vestirme me dirijo al baño y allí esta Demi, preciosa como siempre, peinando su hermoso cabello castaño que cae por su espalda como una flecha.

- Mamá te espera abajo- me dice cuando termina de peinar su larga melena.

- Lo sé...-contesto distante. Pero rápidamente me arrepiento de mi tono de voz, quiero estar sola, no obstante un poco de compañía nunca viene mal.

- Juliett, no estés triste por favor. Esto es duro, rectifico: es completamente inhumano- hace una pausa porque me ve sonreír por primera vez desde la mala noticia y cogiéndome la cara con las manos para que vea que ella también luce una bonita sonrisa, sigue con sus bellas palabras- Pero así es la vida, es cruel y compasiva al mismo tiempo. Sin embargo lo mejor es enamorarse de ella, enamórate de la vida Juliett, porque será la única que no te dejará sin antes hacerlo tú.- Cuando termina de hablar me doy cuenta de como pasa el tiempo, Demi, mi pequeña Demi... Está hecha una hermosa filósofa, con tan solo 14 años y todas las penurias que hemos pasado es una de las personas más maduras que conozco. Sus ideas me hacen reflexionar tanto...

- A lo mejor Mia no se enamoró de la suya, ¿no es así?- digo como una niña pequeña, como si me estuviera hablando de creer en hadas. Pero en realidad, únicamente me está desvelando el ingrediente secreto de cómo vivir la vida, enamorándose de ella.

- Hay personas que son aparentemente felices, tienen todo lo que desean, pero siempre quieren más. Tal vez no sea ese el caso de Mia, pero yo te advierto. Aún no la hemos perdido del todo, cabe la posibilidad de que esté bagando por alguna calle, desorientada y la encuentre la policía. Pero y ¿si llegamos a perderla? Es difícil superar que una persona muy importante para ti ya no pueda estar a tu lado, sobreponerse a no sentir la necesidad de que ese ser te abrace y te diga que estará ahí para lo que necesites. Pero entonces es cuando tienes que pillarte más por la vida, tratarla con cariño y salir adelante. Tu ya me entiendes, hacer de tu existencia un Arco Iris y dejar la tristeza para los colores oscuros, como dice mamá- es tan bonita la forma en la que Demi puede hablar, que me quedo ensimismada, mirando como se mueven sus labios cada vez que dice una de sus sabias palabras. El secreto está en enamorarse de la vida y eso intentaré a partir de este momento. No sé qué decir, ahora mismo cualquier cosa que dijera sonaría mucho a analfabeta, por lo tanto, me limito ha asentir.- Si quieres yo te ayudaré a superar esto mientras tú me ayudas a mi. Te quiero Juliett, sabes que te amo por encima de todo, eres mi hermana y juntas vamos a sobrepasar esta tormenta.

- Gracias, pero tendrás que enseñarme también ha hablar como tú. Me has calado la sangre con tus reflexiones hermanita- nos reímos y me dice que no hay problema, pero siento como se me olvida algo y me culpo por no decirle a mi hermana lo mucho que significa para mi.- Tal vez no pueda decirte lo mucho que te quiero de una manera tan bonita como la tuya, pero lo siento, pronto me enseñarás- me río tímidamente, en realidad, me avergüenza un poco que mi hermana pequeña, aunque solo tenga tres años menos que yo, tenga que ayudarme a comunicarme mejor.- Bueno, eres lo que más quiero junto con mamá y Mia, siento no poder demostrártelo de una manera tan intensa como lo hago con Mia, pero en este caso la distancia está por medio y a ti te tengo aquí. No obstante, sabes que si algo te pasara a ti, no querría continuar aquí sino es contigo. Pero tengo que enamorarme de la vida y tu eres parte de ella. Te quiero.- No puedo evitar ver la lágrima que corre por la mejilla de Demi, otra llorona, para variar. Pero al instante nos reímos y nos abrazamos.

Empiezo a peinar mi rubia melena que descansa sobre mis hombros y corrijo el maquillaje que me apliqué ayer mientras Demi me trenza el pelo a un lado. Luego bajamos las dos.

Buscando a MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora