Capítulo 11

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Llegamos a casa y ahí está Demi, tirada en el sofá, con el pijama puesto, una manta y aparentemente muerta de frío. Me acerco al termostato y está apagado, le pregunto a Alan si puedo encenderlo y él accede aunque dice que hace una buena noche. ''Estos norteños nunca cambian'' pienso cuando afirma que no ha sido un día de lo más gélido.

Me dirijo a la cocina para preparar algo de cena, pero Alan y yo no tenemos hambre, estoy nerviosa, y mi hermana dice que ya ha cenado con Julia en un Burger King que hay en el centro.

Me quedo unos minutos mirando por la ventana de la cocina hasta que caigo en la cuenta de que llevo en las manos el pesado paquete. Me pongo nerviosa y no sé que hacer, pero entra Demi y se sienta en uno de los taburetes. Es el momento, sonrío y llamo a Alan. Este entra corriendo en la cocina, preocupado por mi grito, pero agito el paquete en el aire y se tranquiliza al ver de que va el tema.

- ¿Qué eso?- dice mi hermana sorprendida.

Dibujo una sonrisa de oreja a oreja y mi hermana sospecha lo que es.

- ¡No me digas que es la cuarta pista!- exclama pegando un brinco de la silla.

- ¡Sí!- decimos Alan y yo al unisono.

- Y lo mejor es que nos vamos a Madrid, ¡mi ciudad favorita!- anuncia Alan a mi hermana muy emocionado. Hace una pausa al ver que lo estoy mirando extrañada y continua.- Después de Barcelona claro está- sonríe, termina de explicarle todo sobre la última hazaña en el juego de Mia y yo estaba en lo cierto: Barcelona sigue siendo su ciudad favorita.

- ¡Todo esto es genial! y ¿cuándo nos vamos?, ¿qué le diremos a mamá?, ¿dónde vamos a dormir?- escupe Demi de repente, sin comas ni puntos.

No sé qué responder a todas esas preguntas, no me lo había cuestionado, pero ahora nada importa. ¡Blue Jeans nos está esperando!

Miro a Alan en busca de ayuda y él improvisa las mejores respuestas que puede, pero todas muy buenas.

- Nos iremos de madrugada, en mi coche. Sobre tu madre... No tiene porque enterarse- me mira para que le dé mi afirmación y yo asiento.- Y dormiremos en un hotel, no os preocupéis por el dinero, puedo decirle a mi padre que nos reserve dos habitaciones en alguno de sus hoteles.

- Genial, ¿voy preparando las maletas y algo para comer durante el viaje?- pregunto nerviosa y Alan asiente y se ofrece a ayudarme, con lo cual, él hace la comida y yo preparo las maletas.

No me esperaba esta prueba. Conocer a mi escritor favorito y hablar con él es una buena razón para controlar mis impulsos como fangirl.

Después de dos horas organizando todo nos sentamos en el sofá y ponemos una película para descansar antes de emprender el largo viaje. Puedo notar como me quedo dormida sobre el hombro de Alan, pero no me importa, estoy demasiado cansada, ha sido un día agotador y ver a las chicas me ha traído muchos recuerdos de Mia, no tenerla cerca me aplasta la fuerza que me queda para encontrarla. Finalmente me quedo dormida, pero durante lo que parece media hora de sueño ha transcurrido media noche y ya son las cuatro de la mañana cuando me despierta la canción Up como alarma. Abro los ojos y veo como el pecho de Alan sube y baja acelerado, bajo mi cabeza, porque el aviso de mi móvil le ha asustado.

Despertamos a mi hermana que duerme como un tronco en la habitación de invitados y después de desayunar partimos hacia Madrid.

Ha sido un viaje muy largo, se pinchó una rueda cuando estábamos en medio de la nada y tuvimos que llamar a una grúa para que nos recogieran, nos llevaran al pueblo más cercano y así poder comprar una rueda nueva, ya que Alan no tenía de repuesto. Eso nos ha quitado mucho tiempo y no llegamos a Madrid hasta las diez de la noche, con lo cual, nos dirigimos directamente al hotel y antes de irme a dormir me paso por la habitación de Alan para charlar sobre qué cree de la quinta pista, si piensa que Blue Jeans nos la facilitará, pero el afirma que no tiene ni idea y que prefiere mantenerlo en este ambiente de misterio que nos ha creado Mia cada vez que nos decidimos a encontrar la siguiente pista.

Alan me sigue hablando sobre el tiempo que lleva sin surfear y lo mucho que lo echa de menos, pero apenas le escucho. Me siento en el lado derecho de la cama, junto a Alan, y me estiro bocabajo, no pretendo ser descarada, hay la confianza y todos sabemos que ésta apesta. A continuación abro mi diario y empiezo a escribir las últimas aventuras que he vivido.

- ¿Qué escribes ahí?- pregunta Alan volviéndose hacia mí para mirarme.

- Es un diario y escribo sobre todo lo que está pasando- respondo cortante, no me gusta que me interrumpan cuando escribo. Es algo que admiro, adoro leer y escribir, de hecho en mi tiempo libre soy ''escritora'' y ''devoradora de libros'', pero no me gusta hablar mientras lo hago.

- Pero ahí pone: El Diario De Mia...

- Lo sé, es su diario, estaba en mi habitación. Se lo dejó cuando se marchó, pero no he tenido ocasión de devolvérselo y me pareció buena idea escribirle como nos estamos sintiendo con sus ingeniosas pruebas y todo el tema del juego para encontrarla- digo indiferente. No obstante Alan no se da por aludido y sigue haciendo preguntas.

- Y... ¿Por qué escribes de noche? Quiero decir es tarde y a mí, por ejemplo, me costaría concentrarme.

- Porque de noche todas las mentes duermen y no hay ninguna que pueda quitarme las ideas- respondo sorprendida sobre mi reflexión.

Alan se queda en silencio, asumiendo lo que acabo de decir, se acerca al ventanal para contemplar la preciosa Gran Vía y luego dice:

- Eres una persona realmente interesante Juliett.

Yo me ruborizo al ver que le han saltado los colores y que está tan nervioso como yo, algo que me extraña en él porque siempre ha sido el chulito del grupo, el más popular y sinvergüenza. Sin embargo estoy segura de que un enorme zoológico se remueve en su estómago, al igual que en el mio, al sentir como mis piernas se mueven y se dirigen hacia donde está él.

- Gracias...- consigo articular cuando me mira y me acaricia la mejilla con sus delgados dedos.

Él asiente y noto como se cierran nuestros ojos y nos inclinamos cada uno hacia un lado para sentir nuestros cuerpos más unidos. Los labios de Alan son dulces como el color miel de sus ojos y puedo ver como me estoy derritiendo entre sus brazos, pero de repente para y se apresura a decir:

- Sabes que eres mi debilidad, ¿por qué haces que todo sea tan difícil?- consigue preguntar entre jadeos. Yo no respondo así que continua.- Solo es amor Juliett, admítelo.

- Nadie dijo que el amor fuera algo fácil...- me apresuro a contestar.

- Yo no soy nadie- dice enseñando su preciosa dentadura.

Tiene razón no es nadie. Pero ¿quién es exactamente?

- Yo tampoco...- hago un esfuerzo por no volver a besarle, pero no puedo evitar sentir de nuevo sus labios sobre los míos.

Alan hace una pausa, me rodea la cintura con sus brazos musculosos y antes de volver a posar su boca contra la mía dice:

- No, porque tú eres mi todo.

Al final después de besos y solamente besos le doy las buenas noches y me dirijo a mi habitación con Demi, me acuesto a su lado y el sueño se apodera de mí hasta que el bonito sol se asoma por la ventana, al día siguiente.

HOLA CHIC@S!! MENOS MAL QUE LLEVO LOS ESTUDIOS AL DÍA, SINO NO PODRÍA HABER COLGADO EL CAPÍTULO. ESPERO QUE OS GUSTE!!

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VAVA DALE AL FOLLOW Y ENTÉRATE DE TODO:) MUCHOS BESOSSSS xoxox

Buscando a MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora