Junmyeon estaba acostado mirando a la nada mientras afuera se desataba el caos, su hermana mayor, Irene, se había escapado de su boda para irse al extranjero dejando a su prometido plantado en el altar, que decir, su hermana siempre había sido tan recta y perfecta, pero esos sólo a los ojos de su estricto padre, quien veía a su hija como un objeto de cambio, para el señor Kim sus dos hijos mayores eran una decepción, Irene por ser mujer y Junmyeon por aver nacido con el don de dar vida, su esposa, la señora Kim lloraba todas las noches al recibir los reclamos de su marido por no poder darle un tercer hijo, un varón normal, no un fenómeno como el castaño, para ambos hermanos fue difícil tener que soportar a su padre, siempre quejándose de lo inútiles que eran, Junmyeon quería salir de esa casa cuanto antes pero Irene lo detenía de tomar esa decisión, "somos unos niños aún, sin dinero ni una lugar a donde ir, tenemos que soportarlo, por favor Junmyeon" con esas palabras ambos hermanos hicieron un juramento, aguantaría todo lo que fuera necesario hasta poder sobrevivir por su cuenta y así había sido hasta el día en que su padre anunció la boda de Irene, la pelinegra no lo tomó muy bien, incluso le arrojó un florero, había explotado, el señor Kim la dejó será, después de todo el decía que su hija no tenía otro futuro más que ese, ser una esposa, ama de casa y futura madre.
Pero eso no la detendría, claro que no, todo fue planeado cuidadosamente, el vestido de novia había sido enviado en el auto que la llevaría al lugar de la ceremonia claro que sin novia alguna, solo una nota, "no eres tu, soy yo".
Su hermana había tenido que escapar y el castaño se encontraba ahora solo, sobrevivir en ese infierno, pero no podía hacer nada, tenía que aguantar por él, su madre, su hermana y ahora también la persona que amaba, Yixing.
Un chico extranjero que había cautivado su corazón con esa sonrisa tierna y sus ocurrencias, el pelinegro lo dejó fascinado desde el primer día que se conocieron, con esa sonrisa iluminado su rostro aún con las manchas de brillantina en él. Su relación era un secreto, no sabía lo que su padre podría llegar a hacer si lo descubría, no quería perderlo, no a su amado chino.(...)
Yixing miraba a lo lejos al chico de cabellera castaña que corría por todos lados, aun se preguntaba como aquella persona era ahora su novio, para el chino resultaba gracioso el solo hecho de pensar que Kim Junmyeon era su novio, uno de los chicos más lindos que hubiera podido conocer en su corta vida.
Yixing aún recordaba el día en que llegó a la universidad, siendo un joven chino con el sueño de volverse un aclamado diseñador de modas, había dejado atrás a su país natal y amada familia al obtener una beca en una de las mejor universidades de Corea, fue difícil, no planeaba mentir, pero todo valdria la pena. Los Zhang eran una familia normal, no tenía lujos pero tampoco carecían de las cosas básicas, su padre era un obrero en una fábrica mientras que su madre trabajaba como enfermera, Yixing era el menor de 3 hermanos, para el pelinegro enorgullecer a su familia era lo primero, los amaba, aun recordaba las palabras de su abuela antes de partir "nuestro destino está escrito pero aveces nosotros mismos podemos cambiarlos, no temas mi pequeño Yixing, tu futuro será brillante".
Y vaya que lo había sido, por que el primer día un chico alto y moreno le arrojó un bote de brillantina por accidente, tal vez su abuela no se refería a eso pero le resultó gracioso, el chico se disculpo con él tantas veces por su torpeza, quien hubiera pensado que el joven Namjoon lo ayudaría a encontrar el amor de su vida al presentarle a Junmyeon, ambos chicos comenzaron siendo conocidos de un mismo amigo, para luego pasará a ser amigo y el día en que el chino decidió besar al castaño pudo decir que su relación estaba cambiando para bien, después de todo Junmyeon no lo golpeó por tal atrevimiento. Unos días después ambos jóvenes se encondia en la biblioteca para darse un par de besos y al mes ya eran oficialmente novio, lo cual no resultó ser una sorpresa para sus pocos amigos.(...)
Junmyeon sintió su rostro arder ante el tercer golpe de su padre, el ahora rubio le había confesado al señor Kim su más oscuro secreto, tenía una relación con un extranjero, no sólo eso, se planeaban casar, su padre enfureció al punto de golpearlo sin remordimiento alguno, su hijo era un deshonra al manchar la sangre de su familia con una persona de una familia común, aun peor extrajera, Junmyeon no se inmutó, con sus maletas en manos salió de la casa sin mirar atrás, se sentía mal por abandonar a su madre pero ella tenía que darse cuenta de lo tonto que sería seguir aferrándose a un hombre como lo era el señor Kim, cuando su mirada se posó en el chico pelinegro que lo esperaba nerviosamente su rostros se relajo, ahora era libre.
(...)
Yixing jugaba con el anillo platinado de su dedo, se había casado con su amado Junmyeon a la corta edad de 20 y 21 años, muchas cosas habían pasó desde que inciaron sus vida juntos, en un principio solo eran dos jóvenes con sueños, algunos cosas y un poco de dinero, su esposo había logrado heredar una pequeña empresa por parte de sus abuelos maternos quienes por ahora resultaban ser su única familia, un lugar que estaba por ir a la quiebra, pero Junmyeon con el conocimiento y las conexiones que tenía logró sacarla adelante, al único no hubo ganancias pero con em tiempo se comenzo a notar el crecimiento de esta, así nació su pequeña empresa, mientras que Yixing había tenido la oportunidad de presentar sus diseños en una pasarela la cual atrajo la atención de muchas personas, incluida una celebridad muy importante en el mundo de la moda, quien lo apoyo económicamente para poder cumplir su pequeño gran sueño.
Ahora con 21 años, el chino esperaba junto a un adolorido Junmyeon de 22 el nacimiento de su tan anciado primer hijo, tal vez eran jóvenes pero gracias al trabajo de Junmyeon habían logrado tener un sustento económico estable, los cual les facilitó mucho las cosas para traer al mundo a un bebé. Yixing sonreía al ver al mayor hablar tiernamente a su enorme abdomen, aun recordaba cuando su esposo había tenido un aborto unas semanas después de salir de la casa de sus padres, Junmyeon estuvo deprimido por meses hasta que sus abuelos los visitaron y dejaron en sus manos unos de los pocos patrimonios con los que contaban, así su esposo volvío a ser esa persona que recordaba, un joven testarudo que siempre lograba lo que se proponía, el chino sabía que su esposo tenía el deseo de tener un bebé, por lo que no se negó cuando esté le propuso la idea, vieron a varios docotore hasta encontrar al ideal, Kim Minseok, quien se volvió un amigo con el paso del tiempo.Minseok entró sobresaltado al pelinegro que sentía que se desmayaria en algún momento, el momento había llegado, el bebé estaba listo para nacer.
(...)
Junmyeon acariciaba la cabecita de su pequeño bebé, el pequeño había nacido de forma segura, para el rubio resultaba gracioso ver como su esposo no paraba de llorar mientras llamaba a su familia en China que tomaría el próximo vuelo para visitarlos, cuando llamó a Irene esta le contó que se había quedado atrapada en una tormenta de nieve, la pelinegro casi se pone a llorar por no conocer a su amado primer sobrino pero prometió que los visitaría tan pronto como los aviones volvieran a viajar, el pequeño Jongin demandó atención comenzado a llorar así que su padre lo acomodo de mejor forma para poder alimentarlo, en ese momento agradecía el haber nacido con la habilidad de dar vida, en algún momento de su vida llegó a odiarse por ser un "fenómeno" muy pocas personas aparte de Irene y sus abuelos sabían de eso, no le gustaba hablar de su condición, la primer persona que no lo miró raro, sintió pena o lo juzgo por su condición fue Yixing, quien se emocionó, para el chino los hombres con aquel don eran personas únicas y maravillosas, así como su hermano mayor, ahora que tenía ese pequeño cuerpecito en sus brazos agradecía internamente el haber conocido a su esposo, ahora tenía una hermosa familia, lo que no sabía el matrimonio Zhang es que pronto la familia crecía en mayor medida.
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Dos son mejor que uno
FanfictionKim Namjoon creí que solo necesitaba de una esposa para ser feliz, alguien atractiva, con buenos modales, de buena cuna y sobre todo, que fuera mujer. Lamentablemente eso no estaba destinado a pasar, su vida dio un giro ante la llegada de una person...