Dos son mejor que uno

Besos, Abrazos Y Algo Más

Namjoon recordaba claramente su primer beso, uno de sus muchos momentos vergonzosos, si era sincero. Incluso ocupaba un puesto en el top de los 10 momentos más vergode Kim Namjoon.
Tenía aproximadamente 16 años cuando acepto aquel reto, no era algo tan extremo, simplemente consistía en besar a su amigo, Junmyeon, en ese momento el pequeño Namjoon comprendió que todo había sido planeado con anticipación por sus compañeras, quienes los emparejaban con quizás demaciado entusiasmo. Kim Junmyeon era un año mayor que él, un chico atractivo, bonita figura y muy inteligente, eso no lo podía negar, pero nunca estuvo en sus planes tener que besarlo, frente a sus amigos, y aun peor, siendo este su primer beso, el cual fue un asco total, un verdadero desastre. Todos los ojos estaban sobre ellos y podía jurar que sus compañeras estaba teniendo un colapso interno, ambos se miraron algo incómodos, Junmyeon solo se encogió de hombros mientras cerraba los ojos en espera de que su amigo terminara con aquel juego tonto, cuando ambos chicos estaban por unir sus bocas el moreno se resbaló y terminó golpeando con sus dientes la boca ajenas causando que ambos se lastimaron los labios.
Así terminó el joven Namjoon dando su primer beso, con la casa roja de la vergüenza y el sabor metálico de la sangre en su boca. Como olvidar las burlas que recibió durante varias años, y que decir de Junmyeon, apenas y lo podía ver a la cara sin sonrojar se.

Siendo mayor había aprendido el arte de los besos, y no era por presumir pero era un gran besador, o almenos eso le decían las chicas con las que se había llegado a besar, para el moreno un beso era solo eso, no tenía nada mágico como algunos solían decir, era simplemente la unión de dos bocas con el fin de dar placer. Pero eso cambio después de besar a Seokjin, tal vez estaba loco o fue la adrenalina del momento, pero cuando sintió eso labios cual terciopelo sobre los suyos, el tiempo parecía a verse detenido, a pesar de a ver sido casi un rose en lugar de un beso apasionado como los que comúnmente solía recibir, era más bien un besos tierno e inocente casi como si fuera el primero. Aquel contacto había causado que todas sus preocupaciones se esfunaran  de una sola vez, fue casi ¿mágico?.

- Jackson te quiero... -Namjoon lo miraba con una sonrisa para luego golpear la mesa donde su amigo se encontraba sentado - Pero matar, podrías dejar de decirle esas cosas extrañas a Jimin, ¿qué clase de adulto eres? Ya no eres un niño para jugar ese tipo de bromas.

Su amigo bebía plácidamente un capuchino, mientras miraba como su lindo sobrino le rogaba a Seokjin pata que le diera un beso a su papá Nam. Jackson, como buen amigo incendia pueblos que era, le dijo a su pequeño sobrino un dato muy interesante, si sus papás no se besaban, alguno de los dos terminaría muy enfermo porque los besos eran mágicos y por lo tanto estos eran necesarios para vivir, además como sus padres habían estado separados mucho tiempo la probabilidad de que alguno de los dos se enfermaran era mucho mayor. Después de escuchar las palabras de su tío, el pequeño Jimin, quien parecía que comenzaría a llorar, corrió a abrazar a su papi Jin pidiéndole desesperadamente que besara mucho a su papá Nam o sino moriría. No quería perder a ninguno de sus papás. No ahora que los tenía juntos.

- Yo jamás haría algo así, me ofendes. Pero en mi defensa debo decir que mi único objetivo era hacer feliz a mi sobrino cumpliendo su deseo, además, que te cuesta hacer lo que te piden, es solo un besito chiquito. No es como si fuera la primera vez que lo haces - el chino levanto sus labios y lo miro de forma angelical mientras batia sus pestañas.

-si... Pero...Ay vamos, quien era el que me decía que debía mantener mi distancia y ahora me pide hacer esto,tu solo te contradices. Nisiquiera yo logro comprender que quieres logar con todo esto.

- primero que nada, eso fue antes de saber que Seokjin cocinaba tan bien, y segundo pero no menos importante, si hubiera sabido que me harías tío de tan lindo ser, yo mismo te habría traído los papeles de matrimonio e incluso te habría obligado a firmar. Porque no me vas a negar que Mochi es una lindura, dan ganas de meterlo en una cajita de cristal para que nada malo le pase. Es tan tierno.